miércoles, 30 de diciembre de 2020

30/12/2020

Ahora son las 15:23. No tengo sueño. Tecno y cafeína es todo lo que necesito.

30/12/2020

Son las 8:49. El cielo está despejado y hace frío. Me he levantado a las 7:30 porque el perro del vecino de abajo no paraba de ladrar. He soñado cosas raras. Me he hecho un café. Me he puesto a escuchar Inner Song —Kelly Lee Owens, te amo— y luego me he hecho otro café. He pensado que es raro estar escuchando música tan pronto. Luego he puesto la sesión de tecno que Kelly Lee Owens grabó del 10 de Septiembre de 2020. He pensando en la frase «el tecno es funk para androides» y en la frase «deseo de ser androide». Una de las dos es una cita, la otra creo que no, que me la he inventado yo, aunque de todas formas sigue siendo una cita con una pequeña variación. Da igual. Creo que me da tiempo a tomar otro café antes de ir al trabajo. 

martes, 29 de diciembre de 2020

29/12/2020

Si hay que estar alegre y bailar, en vez estar de tirado en el sofá con los cascos puestos y la mirada perdida, no es mi revolución.

viernes, 18 de diciembre de 2020

18/12/2020

Ya soy un viejo loco que contesta a la tele. Concretamente he respondido NO ME DA LA PUTA GANA cuando la tele ha dicho «disfruta de estas fiestas» o alguna gilipollez semejante. 

viernes, 20 de noviembre de 2020

20/11/2020

Despiadadamente irónico, desesperadamente melacólico. Dos caras de la misma moneda.

20/11/2020

Mientras tendía se me ha escurrido de entre las manos una sábana y ha caído sobre un tejadillo al que, según mis calculos, solo tiene acceso el vecino del bajo. He llamado y nadie contesta. ¿Qué va a pasar con mi sábana? ¿Se va a quedar ahí para siempre, testigo mudo del paso inevitable del tiempo? Creo que sigo sin manejar bien los rudimentos más elementales de Mundo Adulto.

sábado, 14 de noviembre de 2020

13/11/2020

La revuelta de los simulacros sónicos. Estoy escuchando la versión de Blue Monday de Death Grips y la siguiente canción de la lista de reproducción es la versión que hace Björk de Sacrifice, una canción de Death Grips. Y la siguiente es un remix de Every thing in its right place, de Radiohead. No hay ya originales; el origen se pierde, se disfraza, incapaz de comparecer por sí mismo. La identidad difiere de sí, escindida por el tiempo. El tiempo es dispersión. Nada está en su lugar correcto, todo está fuera de quicio. No hay lugares correctos. Huellas, rastros, versiones, perversiones, contaminaciones diferenciales, espectrales, diferenzias por todos lados, eso es lo que hay. Ontología desquiciada; el ser está fuera de sus goznes. No tiene goznes, nunca los tuvo. Suenan ritmos esquizofrénicos y melodías etéreas. Al repetirse todo cambia. No hay dos bucles iguales. Yo también desvarío. Tejer palabras, tejer vientos. El ser no es nada, solo un velo, una palabra que nos desvela, lo que nunca se revela. Un grito ronco que llega a través de un cielo nublado. 

Y al final llueve y el alma es solo lluvia, y suena una música triste y lloras y eso, en definitiva, es todo; unas cuantas palabras indescifrables, unos sonidos que traspasan tu alma vacía. ¿Qué más? Las consabidas cenizas, la secreta desolación sin nombre que atraviesas a oscuras. Demasiadas palabras, demasiadas metáforas que no te trasportan a ningún lugar. Demasiadas referencias. ¿Dónde estábamos? ¿Por dónde íbamos? En tan poco tiempo ya he perdido el rumbo de este texto a la deriva. No tiene rumbo, quizás. Nunca lo tuvo. La melodía deshilachada de mis frases son un destino roto. Se te ocurren frases tan plúmbeas como esta última que acabas de escribir. No sabes qué significa. Escribes recordando lo que escribiste. Lo repites. Lo que escribiste entonces, cuando de verdad te apasionaba escribir. Las sensaciones de entonces vuelven otra vez, se repiten, pero son muy diferentes. Recuerdas recordar recuerdos. Los acontecimientos originales ahora son solo bruma. Ya no existen. Y podrías seguir escribiendo o abandonar este post aquí mísmo. No parece importar demasiado.

Tampoco parece estar destinado a nadie. Una tragedia, amor mío, de la destinación. Un refrito derridiano y pedante. Pero quisiera ser otra cosa. Aunque mi intención no cuente. Quisiera ser, tal vez, un canto idiota y ensimismado pero también hermoso y verdadero. Un grito resplandeciente. Quisiera que las palabras hicieran el amor y no la ausencia. Decir agua y beber. Decir viento y volar. Pero no es posible. Siempre tendrás sed.

sábado, 31 de octubre de 2020

31/10/2020

Llevo toda la tarde viendo Lágrimas en la lluvia y Gen Playz. No sé si tengo que deconstruirme o perseguir protestantes...

31/10/2020

Me iba a ir de puente a Valencia, pero al final chaparon, así que me he levantado, he desayunado —zumo, tostadas con mermelada de moras y, lógicamente, café, mucho café— y me he puesto a ver un congreso de Fiosofía titulado figuras del fracaso. ¡Qué tribu intelectual tan alegre, estos filósofos!, he exclamado.

viernes, 23 de octubre de 2020

23/10/2020

Vaivenes anímicos y desbarres místicos: al mediodía, un estado de ánimo depresivo y desquiciado. Por la tarde, mientras paseaba y escuchaba música, mientras contemplaba las luces de las farolas cuando aún no es del todo de noche, una euforia desaforada, unas ganas locas de dejar de ser yo y fundirme con esa serenidad del mundo en calma que se desplegaba a mi alrededor y me envolvía como una promesa difusa, un deseo de no ser nada, nada más que silencio, vacío, se apoderó de mí. No ser nada, no querer ser nada, ninguna meta ni objetivo, ninguna ambición, ningún plan, ningún poyecto, ninguna preocupación, solo esta paz, vagar solo, como un monje loco, por estos caminos, alumbrado por esta luz tan tenue, tan tierna y desvaída. Supongo que mi alma, una vez más, se volvió loca, seducida por la promesa de la gracia. 

sábado, 17 de octubre de 2020

17/10/2020

Ahora que no nos oye nadie, he de confesar —¡escupidme si queréis!— que no me gusta nada Mafalda. Los políticos son malos, la gente es hipócrita. Mafalda no dice otra cosa. Es un alma bella con un discurso meramente moral. La niña moralista, podríamos llamarla. 

viernes, 16 de octubre de 2020

16/10/2020

Visto El dilema de las redes sociales. El tan afamado y aclamado documental tiene su gracia. Uno lo ve gracias a las supuestamente aviesas artes del Algoritmo, y resulta que el documental nos informa de que Algoritmo que nos ha recomendado que le veamos tiene la culpa de todo y es un emisario del Mal, como antes lo fueron los videojuegos, la televisión, el rock o las novelas. 

Por mi parte, como ser refractario a la histeria tecnófoba y a los sermones moralistas, quisiera dar las gracias al Algoritmo de youtube, que hoy me ha descubierto a la alucinante Courtney Barnett, entre muchos otros grupos buenísimos.

sábado, 10 de octubre de 2020

10/10/2020

¿Se puede estar vagamente feliz y a la vez, y en el mismo sentido, vagamente triste? Yo diría que sí.

10/10/2020

Cuando te juntas con amigos que también son fanáticos de Ignatius Farray es inevitable que a la tercera cerveza ya estéis todos diciendo ¡PADRE, HÁGAME EL AMOR! a voz en grito.

sábado, 3 de octubre de 2020

03/10/2020

Me cambié de piso hace varios meses. En el otro piso había cucarachas. Ahora tengo unos vecinos de arriba terriblemente ruidosos. Todos los fines de semana se dedican a arrastrar muebles de un lado para otro. Nunca estaré a gusto en ningún lado. Llevo todo el día escuchando música. A Idles, sobre todo, y a Fontaines DC. Ni el post-hardcore ni el post-punk han muerto, afortunadamente. Ayer estuve en la feria del libro de Mérida. Conocí a Manuel Vilas.

Ahora escribo. De esta manera perezosa. Frases cortas y simples. He dormido cinco horas. Me acosté a las cuatro de la mañana. A las nueve me despertaron los vecinos con su estruendo habitual. A lo mejor me mudo otra vez. No quiero mudarme otra vez. Las mudanzas son horribles. Los vecinos de arriba son horribles. Los vecinos de arriba ruidosos deberían ir al peor círculo del infierno una vez muertos. Deberían, creo yo, sufrir eternamente.

viernes, 25 de septiembre de 2020

25/09/2020

Ahora hace tanto tiempo ya de todo...


Y todo parece difuso, lejano, envuelto en bruma; los reflejos son pálidos, las huellas se desdibujan. Pero casi cualquier época anterior, cuando ha pasado el tiempo suficiente, parece más atractiva que la actual. Siempre ha sido así. Una ilusión retroactiva, inevitable.

martes, 22 de septiembre de 2020

22/09/2020

He pensado celebrar mi último día de vacaciones entregándome al llanto inconsolable y al feroz rechinar de dientes*. ¿Qué otra cosa podría hacer? 

*Fui al dentista y tengo bien los dientes, afortunadamente. Estaba convencido de que tenía un quiste y de que tendrían que quitarme varias muelas, me desmayaría en la silla del dentista y sería una experiencia desmedidamente atroz, pero al final no fue así.

martes, 15 de septiembre de 2020

viernes, 11 de septiembre de 2020

11/09/2020

Pensar dentro de la caverna

PD: Es un trabajo de clase, redactado con una prosa demasiado densa y barroca hace incontables eones de tiempo. Faltan, precisamente, las imágenes que le acompañaban, aparte de las notas a pie de página, por no hablar de que los párrafos deberían estar separados, etcétera; en fin, cuando pasé mi antiquísimo y querido blog a wordpress, sufrió varios desajustes. La idea básica del trabajo es que las imágenes no deberían estar en el ámbito de la semiótica; no deberían ser tratadas como signos que remiten a significados trascendentes, porque tienen valor por sí mismas, una lógica propia no supeditada al modelo verbal.

domingo, 6 de septiembre de 2020

06/09/2020

Soy refractario a cualquier tipo de activismo. Vita contemplativa simpliciter est melior quam activa

sábado, 5 de septiembre de 2020

05/09/2020

Tengo un póster con un detalle de La noche estrellada de Van Gogh. ¿Por qué? ¿Cuándo lo puse? ¡Si yo detesto a Van Gogh!

jueves, 3 de septiembre de 2020

03/09/2020

El debate es una distracción idiota, la humanidad está jodida.

CCRU, Máquinas enjambre 


Las discusiones representan mucho tiempo perdido para problemas indeterminados.

Gilles Deleuze, Entrevista con Didier Eribon, Le Nouvel Observateur

miércoles, 26 de agosto de 2020

lunes, 24 de agosto de 2020

24/08/2020

Estoy totalmente a favor de 

1) ver películas dobladas 

b) leer traducciones

c) el gazpacho de compra

sábado, 22 de agosto de 2020

22/08/2020

Solo me apetece hacer tres cosas estas vacaciones: dormir hasta tarde, tomar café y recuperar la perniciosa manía lectora.

jueves, 11 de junio de 2020

11/06/2020

¡Qué ganas de ver los Looney Tuns, Lo que el viento se llevó, Splash y Little Britain! Creo que a partir de ahora veré, sobre todo, películas y series que las plataformas digitales tengan a bien censurar.

11/06/2020

Pitch Black, obra maestra.

viernes, 5 de junio de 2020

05/06/2020

Vuelvo a ver Community y llego a la conclusión de que no es cierto que la cuarta temporada, pese a la ausencia de Dan Harmon, fuese una mala temporada. De hecho, es buenísima. Y tampoco es cierto que la quinta, después de que Donald Glover abandonara la serie, fuese mala. Hay un momento extraodinariamente triste, desgarradoramente melancólico, en el séptimo capítulo de la quinta temporada. Abed se disfraza de Kickpuncher, pero Troy se ha ido y está solo. Las cosas ya no son como antes, nunca volverán a serlo, y Abed se da cuenta. La serie más genialmente irónica, posmoderna y autorreferencial que se haya visto nunca, un prodigio metatelevisivo inconmensurable, de repente te golpea con un momento de emotividad y sinceridad brutales. Las cosas cambian, los amigos se van. Es cierto que la sexta temporada deja bastante que desear, pero en mi opinión ese momento casi insoportablemente triste, justo después de que Donald Glover abandonara la serie, de alguna manera completa el retrato de la amistad entre Troy y Abed. La amistad, esa lenta labor del tiempo, también es la presencia de una ausencia...

domingo, 24 de mayo de 2020

24/05/2020

Si no sois de León no os importará, pero ha cerrado el bar Begoña. Es el fin de una era. Yo me he emborrachado miles de veces en el Begoña con mis amigos. 

sábado, 23 de mayo de 2020

23/05/2020

The ghost of electricity howls in the bones of her face
Bob  Dylan


¡Pocos premios nobel de literatura ha ganado Dylan!

viernes, 22 de mayo de 2020

22/05/2020

¡Qué ganas tan repentinas y extrañas de volver a leer a Cioran! Creo recordar que en el primer post que publiqué, en el ya lejano 2004, citaba este aforismo suyo: «creo en la salvación de la humanidad, en el porvenir del cianuro». Cioran no me parecía un nihilista reaccionario sino un humorista ácido y corrosivo, implacable y lúcido, pero también tierno y melancólico. También, por supuesto, un escritor de un talento inconmensurable. En cuanto a escribir aforismos, para mí dejaba a Nietzsche a la altura del betún.

22/05/2020

He visto unos cuantos vídeos de divulgación matemática. No he entendido prácticamente nada. De haber vivido en la época de Platón, no podría haber entrado en su Academia. Me sabe mal, porque a Platón le venero, pero soy una nulidad total para las matemáticas.

22/05/2020

Mi reacción instintiva al ver una bandera de España es huir.

sábado, 16 de mayo de 2020

16/05/2020

El trap ha muerto. El post-punk no, porque el post-punk es un acontecimiento eterno.

viernes, 15 de mayo de 2020

15/05/2020

¡Los Punsetes tienen una canción que se llama Miguel de Molinos! ¡El nihilismo místico ya está aquí!

jueves, 14 de mayo de 2020

14/05/2020

Nunca he visto Mimic porque tengo una tremenda fobia a las cucarachas. Pero siguiendo la estrategia de consumir ficción audiovisual a modo de confrontación oblicua con lo Real traumático, quizá debería verla. 

Últimamente estoy viendo cosas bastante raras de serie B, como Humanoides del abismo. Y hoy voy a ver Starcrash, que tiene una putuación de 3,5 en filmaffinity.

14/05/2020

Amé la luz como la esencia de mí mismo, dice Valle-Inclán.

Es el Puto Amo de la literatura. 

14/05/2020

El dolor de vivir me llenó de ternura, dice el inmenso Valle-Inclán, recordando una tarde en que visitó la catedral de León.

14/05/2020

Decir adiós a la filosofía. Una vista sincera y dulce, sin reflexión ni razonamiento, como dice Valle-Inclán que escribe Miguel de Molinos...

miércoles, 13 de mayo de 2020

13/05/2020

Al final solo hay lágrimas y una canción, dices. Lágrimas de felicidad y de tristeza. Al final da igual, todo se mezcla y resplandece. Los recuerdos brillan, iluminan el porvenir. Al final hay una luz temblorosa, la luz que nunca se apaga, la de la lámpara maravillosa, el fulgor de lo que no fue pero pudo haber sido. Al final el sol vuelve a brillar sobre el mar. Hay un nudo en la garganta y una sonrisa que vence al mundo. Al final las lágrimas ríen y los ojos cerrados ven por fin. Las cenizas de lo que fue, dices, serán de nuevo fuego y candor.

13/05/2020

Se me ocurre que la mejor forma —¿la única?— de vencer al mundo es escuchar música...

(Tendría que dar muchas y tediosas explicaciones para aclarar lo que quiero decir, pero como ya sabréis, queridos lectores, mis semejantes, mis hermanos, no existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza, ella rige mi vida; y para más inri no está ni mucho menos claro que yo mismo sepa lo que quiero decir, y aunque lo supiera tampoco estaría claro que fuera capaz de aclararlo; un poco de oscuridad no siempre viene mal, aquí no somos filósofos analíticos, ni corteses, tal vez ni filósofos, pues amamos, eso es bastante cierto, a pesar de todo, pero amamos algo, o tal vez nada —¿amar como verbo intransitivo?, ¿estamos delirando? ¿somos ni más ni menos que contumaces nihilistas místicos?— que no tiene que ser precisamente la sabiduría).

13/05/2020

Creo que podría unirme a una secta gnóstica. La irremediable maldad del mundo es algo pavorosamente obvio, por lo que no me parece descabellado pensar que se trata de la obra de un demiurgo maligno. Además, mi parte preferida del Evangelio de Juan, esa portentosa obra teológica que pasa olímpicamente de narrar la vida de Jesús, es aquella en la que Jesús dice (cito de memoria): «En el mundo tendréis tribulación, pero ánimo, yo he vencido al mundo». Para un antinietzscheano tan furibundo como yo, esto es música para los oídos. Soy incapaz de creer en nada parecido a la resurrección o la inmortalidad del alma, pero aun así me flipa esta frase. Tampoco creo, desde luego, que el mundo sea obra de un demiurgo —Platón dice claramente que el Timeo es un relato, un mito, un discurso probable, no una teoría científica sobre el origen del mundo—, pero si lo fuera, ese demiurgo sería maligno.

13/05/2020

Ah, el viejo mundo prepandémico en el que hacer la compra no era un puto estrés...

13/05/2020

Tales from the loop es muy buena, pero no cumple exactamente lo que promete su título (entendiendo que había una promesa implícita de que todo fueran bucles temporales, lo que tampoco tiene mucho sentido, en realidad). Donde sí que hay demenciales (y graciosos) bucles temporales es en Future Man

En Devs, por seguir con las series de ciencia ficción (el género ontológico por antonomasia) está muy bien planteada la cuestión del determinismo Vs. libertad, aunque me habría gustado ver unos cuantos capítulos en los que se explorase un mundo caótico, radicalmente contingente, en el que el principio de razón suficiente y el de causalidad no tuvieran validez. 

martes, 12 de mayo de 2020

12/05/2020

Sé que tiempos más duros aún están por venir, que algunos días de mayo son más lluviosos que los de abril.
Nacho Vegas, La pena o la nada 

jueves, 7 de mayo de 2020

07/05/2020

Me da la sensación de que la gente va muy tranquila con la mascarilla por la calle, como si hubiera recibido un curso o entrenamiento previo sobre llevar mascarillas con estilo y sin agobiarse y yo me lo hubiera perdido. Veo gente que va sola en el coche y aun así, sin ninguna razón aparente, lleva mascarilla. A mí me produce muchísima ansiedad. Además, se me empañan las gafas. Y me produce ansiedad pensar en que me va a producir ansiedad ponerme la mascarilla, y entro así en un bucle de retroalimentación positiva en el que la ansiedad va creciendo y creciendo sin parar. Hoy he ido a hacer la compra con mascarilla y me ha parecido una experiencia atroz. Luego, al llegar a casa, he pensando que seguramente tengamos que trabajar con mascarilla en la biblioteca, de manera que el bucle de retroalimentación positiva de la ansiedad y el nerviosismo se ha puesto en marcha otra vez. 

(Soy un estoico nefasto. Lejos de ser imperturbable, cualquier nimiedad, como puede verse, me perturba).

miércoles, 6 de mayo de 2020

06/05/2020

También he visto un vídeo de una científica y divulgadora en el que habla sobre la necesidad de desmantelar los mitos y estereotipos que hay sobre los científicos, porque si no perderíamos la confianza en la ciencia y volveríamos al medievo. Me parece bien, pero está visión del medievo como una época tenebrosa y oscurantista es, a su vez, una visión totalmente mítica y estereotipada. 

06/05/2020

También he estado viendo vídeos de científicos y divulgadores hablando sobre si Dios existe o no. La mayoría de estos teólogos espontáneos parecen considerar a Dios una especie de hipótesis científica. Pero hay muchas concepciones de Dios. Entre ellas, por poner tres ejemplos un poco al azar, podríamos mencionar el Ein Sof (sin límite) de la Cábala judía, el Nirguna Brahma (sin atributos) de las Upanisad o la concepción de Eckhart de Dios como el fruto de la nada. Ninguna de estas concepciones* puede ser considerada una hipótesis científica. En todas ellas Dios es algo que trasciende el cerco del aparecer, por usar la terminología de Eugenio Trías. En todas ellas Dios es algo inconcebible, carece de atributos, no puede ser pensado ni sentido. En cierto modo, ni siquiera puede decirse que sea, ni que sea algo

*Son, desde luego, concepciones paradójicas, pues tratan de concebir lo que se supone que escapa a todo intento de conceptualización, de ahí las fórmulas negativas, que expresan la imposibilidad de darle un contenido positivo a lo que se plantea como pura trascendencia.

06/05/2020

Después de haber estado viendo vídeos sobre la economía de Star Wars —con cálculos sobre el PIB galáctico, costes de producción de la estrella de la muerte y la crisis económica brutal que sobrevendría a la destrucción de la segunda estrella de la muerte, que haría casi imposible que la Alianza Rebelde lograse tener un gobierno estable, motivo por el que la Primera Orden se haría de nuevo con el poder y el control de la Galaxia— y la aplicación de la teoría de grafos y modelos epidemiológicos como el SIS y el SIR al análisis de la propagación de las ideas de los Rebeldes contra el Imperio en la trilogía clásica, he llegado a la conclusión de que necesito volver a trabajar.

En realidad ya había llegado a esa conclusión el día que me quedé hasta las siete y media de la mañana viendo Shtisel (buenísima, por cierto). Me asusté cuando percibí lo que me pareció una claridad repentina y extraña; tardé unos segundos en darme cuenta de que se había hecho de día.

sábado, 2 de mayo de 2020

02/05/2020

Aun a riesgo de sonar cursi, he de decir que las cajeras del Dia son seres de luz. En el momento de pagar, transfiguran mi ansiedad con apelativos cariñosos como cielo y la convierten en serenidad y confianza.

02/05/2020

Hace cinco días se me acabó la bombona de butano y desde entonces estoy sin agua caliente. La bombona no llega. La bomboba es Godot. Espero, llamo, me dicen que la bombona está al llegar, pero no llega. Es verdad, podría no ser tan cafre y tener dos bombonas; así evitaría quedarme sin agua caliente. Pero, en fin, solo soy un agente racional a ratos. En cualquier caso, ahora valoro las duchas con agua caliente mucho más que antes. Si alguna día puedo ducharme de nuevo con agua caliente, recibiré cada gota entonando cánticos de agradecimiento, de júbilo y alabanza, entonaré himnos y aleluyas, no olvidaré que el agua caliente es don y privilegio, arché primordial, pureza y alegría...

miércoles, 29 de abril de 2020

29/04/2020

Las clases de Quintín Racionero sobre los orígenes del cristianismo son absolutamente magistrales y apasionantes. Se pueden ver en AQUÍ.

(Por cierto, en mi opinión habría que considerar canónico el pasaje de los apócrifos en el que Jesús, cuando tenía cinco años, hizo pájaros de barro, en sábado, y los echó a volar, porque mola mucho y porque gracias a ella Manolo García hizo una gran canción).

And now, for something completamente different: espero que la neonormalidad implique ir a trabajar en chándal. Sinceramente, no me apetece ponerme otra prenda que no sea un chándal nunca más.

29/04/2020

A decir verdad, saludar con dos besos me da igual. No me supone ningún problema. No lo veo mal, ni bien; me es indiferente. Tampoco soy tan antiabrazos como pudiera parecer. De hecho, como cualquiera, me he dado bastantes abrazos con amigos, sobre todo en reencuentros y despedidas.

martes, 28 de abril de 2020

28/04/2020

Carezco del misterioso gen latino y del fenotipo hispánico que al parecer impulsa a los españoles a querer abrazarse más que los escandinavos y a no respetar la distancia física. 

Estoy seguro de que hay más españoles que carecen de esas entidades tan extrañas y poderosas. Tal vez deberíamos empezar una guerra de guerrillas cultural a favor de la asiatización de nuestras costumbres. ¡Abajo los dos besos al saludarse! El Frente Latinizante es poderoso, pero confío en que podremos desgastarlo.

domingo, 26 de abril de 2020

26/04/2020

Ghost in the Shell: SAC_2045. Todo mal, absolutamente todo mal.

Por suerte, siempre nos quedará esa maravilla inmortal que es el anime de 1995, para mí la mejor película de ciencia ficción cyberpunk de la historia.

miércoles, 22 de abril de 2020

22/02/2020

La pausa automática de youtube es una de las cosas más irritantes, absurdas y estúpidas de la historia de la informática, pero quizás tiene explicación: youtube quiere que veas anuncios (de todas formas, basta con usar Ad Block para evitarlos). Pero, ¿qué sentido tiene que Netflix haga lo mismo? Estás viendo un capítulo y se para automáticamente para preguntarte si quieres continuar reproduciéndolo. ¡Pues claro! ¿A qué viene eso? 

En fin, es absurdo. Tampoco lleva mucho tiempo añadir extensiones a Chrome que eviten la función más estúpida de la historia de la informática, pero aun así su falta de sentido es desquiciante.

domingo, 19 de abril de 2020

19/04/2020

La nueva ontología (realismo en tiempos de pandemia): 


1. Los entes reales son los que aparecen en la pantalla.

    1.1. Ser es ser el valor de un cierto número de píxeles



2. El ser que puede ser comprendido es el que aparece en la pantalla
    
    2.1 La pantalla es un marco trascendental

    2.1.1 La pantalla de todas las pantallas, el conjunto de todos los conjuntos, el catálogo de todos los catálogos, no puede existir.

sábado, 18 de abril de 2020

18/04/2020

Veo un tráiler de Dune hecho por un fan. Que yo sepa, todavía no hay ningún tráiler oficial.

Después de la tremenda chapuza que hizo Lynch adaptando Dune —es una adaptación mala a niveles estratosféricos, aunque no toda la culpa fue de Lynch, porque los productores, como dice David Foster Wallace, «cortaron kilómetros de película del montaje de Lynch»— y después del proyecto psicodélico y multicromático que afortunadamente no llevó a cabo Jodorowsky —ni siquiera pensaba adaptar Dune, sino pasar olímpicamente de la novela de Frank Herbert; su trabajo, embargo, dio lugar a El Incal, así que todo salió bien: Jodorowsky no estropeó Dune y creó, con Moebius, una obra maestra del cómic— esperemos que Villeneuve haya hecho, por fin, una buena adaptación.

18/04/2020

Me levanto, me hago un café. Leo comentarios a un vídeo de youtube en el que dos discípulos de Gustavo Bueno debaten sobre la idea de lisologismo y sobre si los géneros de materialidad son ideas lisológicas o morfológicas. Si uno no maneja bien la jerga, las discusiones entre buenistas suenan delirantemente abstrusas.

Luego me pongo a escuchar una entrevista que le hace Mara Torres a Javier Gomá en El Faro. Me he pasado del escolasticismo y el rigor taxonómico más salvaje que puede imaginarse a escuchar a un filósofo amable, simpático y bastante cursi. En un momento de la entrevista, Mara Torres se queda perpleja porque, según Javier Gomá, la inmortalidad del alma ha dejado de ser un tema filosófico. Pero la gente, dice Mara Torres, se sigue preguntando qué hay más allá de la muerte. Yo creo que en el fondo todos sabemos, pese a los argumentos de Sócrates en esa maravilla de diálogo que es el Fedón, que la respuesta es breve y brutal: nada, no hay nada.

Aunque esa nada nadea, dicho sea con la expresión, tan ridiculizada, de Heidegger. Básicamente, Heidegger quería decir que la posibilidad de la muerte nos angustia en el presente; que esa nada a la que estamos abocados, nadea, tiene efectos en el presente. Sein zum tode.

viernes, 17 de abril de 2020

17/04/2020

Horarios caóticos: algunos días he llegado a acostarme a las siete de la mañana. Otros días, como hoy, me he levantado a esa misma hora. 

El caos, en matemáticas, según tengo entendido, hace referencia a sistemas dinámicos muy sensibles a las condiciones iniciales, pero yo me refiero simplemente a ausencia de regularidad. 

Mi caos es sagrado, dijo Rimbaud. 

Podríamos preguntarnos por la idea misma de caos. ¿Qué tienen en común, si es que tienen algo, la idea matemática del caos y la idea poética del caos?

Se oye, a lo lejos, el ladrido de un perro. Aún no es de noche pero ya empieza a atardecer. Abro una cerveza, enciendo un cigarrillo. Ayer cumplí 37 años. Este post empieza a ser caótico, supongo.

Intento pensar en algo, pero no sé en qué. Intento decir algo, pero no sé qué. Miro por la ventana. El cielo promete el infinito, pero no puede cumplir su promesa. Azul sin fin, noche eterna. Palabras, palabras, palabras, qué más da. Simples frases que no valen nada. Pero he de decir, me digo, aunque no sepa lo que digo, eso es todo. Palabras que no valen nada, nada, nada.

37 años. En 2004 escribí mis primeros post como Señor S. Entoces me pareció gracioso hacerme llamar Señor. Entonces era un joven idiota y caótico que soñaba con ser escritor. Hoy soy un adulto no menos idiota y no menos caótico que ya no sueña con ser escritor y sin embargo escribe, aunque sea mal y porque sí, este diario hipernarcisista. Eso es todo, supongo. Qué más da.

Poco a poco va anocheciendo. Mentiría si dijera que no me hubiera gustado triunfar como escritor. Hubo un tiempo en que nada me hubiera gustado más. Hubo un tiempo en que mi único deseo era ser escritor. Ser escritor o no ser nada. Leía con entusiasmo, con desesperación. Era feliz leyendo. No sé por qué leía tanto, la verdad.

Ahora ya es de noche. Enciendo otro cigarro. Recuerdo algunos portales, el frío de enero, la luz del amanecer. No leía con desesperación, eso no es verdad. Supongo que lo he escrito solo porque me sonaba bien. Luces que se van, luces que vienen...

Los recuerdos reales parecen inventados, de tan lejanos, y quizá algún día, en el futuro, sean realmente inventados, de tanto recordarlos, si es que no lo son ya. El mundo de los hechos se desliza hacia el reino de la fantasía. Lo que fuiste deviene ficción. No me parece nada raro. La identidad personal, al fin y al cabo, no deja de ser una narración.

El caos reina. 

17/04/2020

Yo también me he apuntado a la moda de hacer pan, igual que me apunté a la moda de raparme la cabeza. ¡Qué coño, somos seres sociales! La moda tiene mala fama, pero Simmel tiene algo que decir al respecto. Es un fenómeno mucho más complejo de lo que sus críticos elitistas imaginan. He hecho pan ácimo, al estilo judío, porque no tenía levadura. 

Además, me está gustando esto de ser (un poco) autosuficiente. Incluso me he planteado qué más cosas podría aprender a hacer... Do it yourself (Punk meets estoicismo)!

miércoles, 15 de abril de 2020

15/04/2020

Dice Reza Negarestani que ninguna droga es mejor que leer las enseñanzas de Epicteto y Séneca por la noche, antes de irse a la cama a dormir. Esa indiferencia cósmica y heroísmo racionalista proporcionan un confort desilusionado. Soprendentemente, dice, a muchos de sus estudiantes no les gustan nada esos dos pensadores. 

En un artículo reciente, Simon Critchley decía que odiaba el estoicismo más que la vida misma. También decía que necesitaba ir a la peluquería para recortarse la barba porque, al parecer, no es capaz de hacerlo por sí mismo, lo que me pareció el colmo de la inutilidad (yo, que no soy especialmente hábil en ninguna faceta de la vida, me he cortado el pelo a mí mismo y el resultado me ha parecido aceptable).

Para mí Séneca es una figura crucial. Sus Cartas morales a Lucilio fueron una de las primeras obras filósoficas que leí y me impactaron muchísimo. Tenía catorce o quince años y no las leí enteras, pero la idea de que el sabio se basta a sí mismo y puede disfrutar de los bienes que no dependen de él mientras los tenga y, sin embargo, no echarlos de menos si le faltan, me pareció un herramienta poderosísima y extremadamente útil para afrontar los embates y contingencias imprevisibles de la vida. 

También dice Reza Negarestani que Sócrates is the only badass punk philosopher that ever was or ever will beEsta caracterización de Sócrates me ha parecido maravillosa.

15/04/2020

No sé si debería preocuparme, porque ni echo de menos los abrazos ni me supone ningún problema estar solo. Tal vez sea más vulcaniano que humano. 

martes, 14 de abril de 2020

14/04/2020

Es curioso cómo en La vida moderna, entre risas y chorradas, hacen afirmaciones filosóficas con las que estoy plenamente de acuerdo. Por ejemplo, que no hay más Dios que el azar y la belleza.

lunes, 13 de abril de 2020

13/04/2020

Espero que sepan disculpar que me ponga a hacer algo tan impertinente e inoportuno como poesía...

13/04/2020

Y qué extraño es, a pesar de las noticias recibidas, sentir ganas de vivir...

Qué extraña la belleza del atardecer, con esa luz vibrante y serena, inmanente a los objetos percibidos. Qué extraños los pájaros, la brisa, los árboles, ese mundo diminuto, delimitado por el marco de la ventana que, no obstante, parece desplegarse y ensancharse como un alma desenfrenada. Qué extraños los recuerdos, más reales y más intensos que el pálido fantasma del presente. Qué extrañas las lágrimas que se agolpan en los ojos y se desbordan y se mezclan con las canciones que escuchas sin parar, con los recuerdos que recuerdas sin parar, con la última y hermosísima luz que baña un mundo incierto y terrible.

13/04/2020

A decir verdad, los leoneses de buen linaje sí que nos emborrachamos en Genarín, aunque tuviésemos que vernos en una pantalla y brindar cada uno desde nuestras casas. La distancia es física, no social.

13/04/2020

Héroes del Silencio, mi grupo preferido ahora mismo.

jueves, 9 de abril de 2020

09/04/2020

Hoy, gracias a Dios, no ha sonado el Resistiré, esa cutrez insoportable, sino saetas. ¡Como debe ser! 

miércoles, 8 de abril de 2020

08/04/2020

Nivel de nostalgia: viendo vídeos de la Semana Santa de León en youtube. 

Cuando éramos pequeños, mis abuelos nos llevaban a ver un montón de procesiones a mis hermanos y a mí. Lo recuerdo como el espectáculo más sublime y acojonante del mundo —especialmente una que transcurría de noche y en la que los papones llevaban velas y que nosotros veíamos siempre en el arco de la cárcel—, y de hecho me sigue pareciendo algo con una potencia estética alucinante. 

Además, claro está, voy a echar mucho de menos no emborracharme en Genarín, bendito canalla, con otros cuantos leoneses de buen linaje, y escuchar a Maxi recitar ¡Oh, Catedral de León, que quieres subir al cielo!

08/03/2020

Espero que mis vecinos no puedan oírme, porque después de haber estado cantando de manera obsesiva (y compulsiva) cógeme bien de la mano y llévame otra vez a donde está lo sagrado, de El Último vecino, he estado cantando de la misma manera obsesiva (y compulsiva), A mí que seas gilipollas loco me da igual, lo que me toca la polla es que esfuerces en desmostrarlo, de Locoplaya, y Me masturbé con tu foto de la semana pasada, de Carolina Durante.

lunes, 6 de abril de 2020

06/04/2020

Sobre Resistiré y la importancia de los rituales, breve intervención en el debate sobre si hace falta viajar atrás en el tiempo para evitar que el Dúo Dinámico se conozcan.


No seré yo quien se pronuncie en contra de los rituales, ya que creo que sin rito no hay sociedad; por no hablar de la cantidad de manías y conductas extremadamente ritualizadas que tengo yo mismo, pero...


Randall Collins dice que cuando el decoro ritual se rompe —en este caso, porque a alguien no le guste una determinada canción, sin que eso, de ninguna manera, implique negar la importancia de los rituales en general— los presentes pueden sentir una incomodidad moral que se expresa, en casos extremos, etiquetando al infractor como enfermo mental —si a alguien no le gusta Resistiré se debe a que es un sociópata carente de empatía—.


Víctor Lenore, sin llegar al extremos de etiquetar a los infractores como enfermos mentales, sí decía que eran elitistas, puritanos, unos esnobs que rechazan cualquier gesto compartido. Pero no es cierto que rechazar una determinada canción signifique rechazar cualquier gesto compartido.


No todos los rituales tienen la misma eficacia. Que a mucha gente no le guste Resistiré significa, a mi juicio, no que haya un montón de sociópatas, sino, sencillamente, que no es un ritual tan eficaz como el de los aplausos, porque no produce tanta energía compartida. A mí, desde luego, la canción me provoca un rechazo visceral. La detesto. Los aplausos, por el contrario, sí me parecen emotivos y un verdadero ritual de interacción. Porque cabe preguntarse si una canción puede ser considerada un ritual. Las interacción rituales son, según Randal Collins, patrones de conducta repetitivos que constituyen un ciclo recurrente. Parece bastante claro que los aplausos a las ocho de la tarde sí son una interacción ritual, pero ¿una canción es un patrón de conducta? Ponerla a todo volumen todos los días puede ser un patrón de conducta repetitivo, pero aun así, la mayoría la escuchamos, no la ponemos, la recibimos pasivamente, ya sea con tremendo malestar o con franca algarabía, pero no es algo que hagamos (en los aplausos sí se participa conjuntamente).


En cualquier caso, me parece bien que a mucha gente le guste Resistiré y que les de energía. Si les ayuda, perfecto. Pero digo yo que tampoco es plan de llamarnos enfermos o elitistas a los que no la soportamos.

viernes, 3 de abril de 2020

03/04/2020

Solos con nuestras canciones y nuestros recuerdos favoritos. Ahora me he puesto a escuchar, después de muchísimo tiempo sin hacerlo, a Héroes del Silencio.

(No descarto la posibilidad de que me vuelva loco por pasarme el confinamiento escuchando música sin parar... hoy, a lo tonto y a lo bobo, creo que he estado como diez horas escuchando música). 

03/04/2020

La muerte del trap (Ernesto Castro dice que con la crisis del coronavirus el trap ha muerto) me pilla escuchando a Locoplaya a lo loco (llevo todo el día, literalmente, escuchándoles). Aunque a mí me suenan a puro Hip-Hop. No tan hardcore como la old school, no tan bombo y caja, no tan duro y crudo pero igualmente puro Hip-Hop*. En Dímelo rapeando hacen referencia a Violadores del Verso y mencionan a Mucho Muchacho. Con eso ya se han ganado mi corazoncito pureta y viejuno, pero aparte la canción es buenísima. 

*No me gusta mucho El Círculo, pero cuando escuché «Kase. O ha vuelto al ejercicio, la primera frase es para los que están desde el inicio» casi lloro de emoción. Recuerdo perfectamente —esto ya lo he contado más veces, pero lo diré otra vez— cuando, hace más de veinte años ya, empezamos a escuchar Hip-Hop: a Violadores del Verso, a los Verdaderos Kreyentes de la religión del Hip-Hop, al Club de los Poetas Violentos, a Ariana Puello, a la Mala y a un montón más. El inicio. Ahí estábamos.

jueves, 2 de abril de 2020

02/04/2020

Sin ánimo de ser insensible, ¿hasta cuándo va a durar lo de poner Resistiré a todo volumen a las ocho de la tarde? ¿No puedo yo poner un poco de shoegazing triste y ruidoso para compensar? 

02/03/2020

No tengo tan claro que, como dicen algunos, la pandemia acabe con el relato de la excepcionalidad humana. Al fin y al cabo, y soy consciente de que esta pregunta puede sonar ingenua o tonta, ¿qué otras especies intentan controlar una pandemia? 

Quizá, hablando en general, más que ante el fin de x (donde x puede significar un modo de producción, un sistema político, una conducta moral), como quieren tantos discursos de tono apocalíptico, lo que se produzca sean transformaciones, reformulaciones o redefiniciones de x, no fines abruptos ni revelaciones repentinas.

02/04/2020

Caigo en el trap. Ayer me dediqué a escuchar a Bejo, hoy a Somadamantina. Caigo también en la moda de raparse el pelo. Look de confinamiento.

Veo Contagio, de Soderbergh. Veo The Knick. Pongo en mi lista de Netflix películas sobre virus, extinciones, sobre el final de todo... 

No sé si será buena idea, pero a mi juicio, en tiempos de pandemia y ansiedad global, lo mejor es abordar el consumo compulsivo de ficción audiovisual con una doble estrategia: por un lado, evadirse con comedias del estilo de Luna nueva y cine clásico alejado completamente de nuestra realidad, o viendo Seinfeld por millonésima vez; por otro lado, teniendo en cuenta que no podemos ni debemos desconectar completamente de la actualidad, también hay que ver ficciones que de alguna manera reflexionen sobre de ella (aproximación oblicua o distanciada a la realidad traumática).

miércoles, 1 de abril de 2020

01/04/2020

Reconocer la vulnerabilidad de nuestros cuerpos, de nuestras vidas, está bien; regodearse en ella quizá ya no lo esté tanto. Hay una especie de antiestoicismo generalizado, de condena moral del afán de invulnerabilidad. Ni el sabio ni nadie se basta a sí mismo, estoy de acuerdo. No hay mismidad sin alteridad. La autosuficiencia es una ilusión. Pero cierto grado de autosuficiencia tal vez no nos venga mal. No digamos, como esos exagerados estoicos, «todos mis bienes están conmigo y, por tanto, no puedo perderlos, pase lo que pase»; limitémonos a decir «algunos de mis bienes siempre están conmigo» (estoicismo minimalista o débil).  

Digo todo el rato quizá o tal vez porque no estoy seguro de lo que digo. Igual que el Yo pienso acompaña todas mis representaciones, el quizá acompaña todos mis juicios.

lunes, 30 de marzo de 2020

30/03/2020

Se me ocurren tonterías. Que esto parece una obra de Beckett, por ejemplo. Todos aislados, esperando, en un tiempo suspendido. Esperando qué, pregunta una voz. No lo sé, nunca lo he sabido. Mejor dicho, no lo sabemos. Usemos el plural. Es un momento inmejorable para usar el plural. Si no es ahora, ¿cuándo? Afeitarse solo para pasar el rato. Tiempo del fin, fin del tiempo. Pero no nos pongamos escatológicos, por favor. No hagamos retórica. Mejor sería callar. Sigamos hablando. Etcétera. Fregar los platos, eso luego. Palabras gastadas, casi todas. Hagamos limpieza. Seamos precisos, concisos. Intentémoslo, al menos, ya que todos vamos a seguir con nuestros balbuceos, nuestras canciones idiotas, de todas formas. Afuera llueve. Otro café. Otro cigarrillo. No deberías fumar, dice. ¿Quién? Llueve, eso ya se dijo. Ya lo dijimos. Sigamos. Etcétera.

domingo, 29 de marzo de 2020

29/03/2020

Lo de seguir horarios y rutinas se ha ido al carajo. Ayer me quedé hasta las siete de la mañana viendo películas de Fritz Lang —Perversidad y La mujer del cuadro—, Bergman —Sonrisas de una noche de verano— y Howard Hawks —Luna nueva—. Ahora son las cuatro. Acabo de tomar un café. No tengo hambre. El sol entra por la ventana. Es domingo. Da lo mismo

Registrar lo infraordinario. Poco más puedes decir. Aunque, en medio de tanto ruido discursivo, incluso decir que poco puedes decir parece ser ya decir demasiado. Algo hay que decir, sin embargo. Y algo hay que hacer. Otro café. Liarse un cigarrillo. Poner la lavadora. Por ejemplo. Gestos mínimos, inevitables.

sábado, 28 de marzo de 2020

28/03/2020

No sé cuánto tiempo llevo escuchando la canción Una especie de costumbre, de El último vecino, pero mucho. La he puesto en bucle. Estoy bastante seguro de que soy el ser humano que más veces seguidas ha cantado la frase Cógeme bien de la mano y llévame otra vez a donde está lo sagrado.

jueves, 26 de marzo de 2020

26/03/2020

Escucho a The Cure, veo pelis de Bergman. Necesito, supongo, afectos resplandecientes. Nunca me había emocionado tanto la escena de El séptimo sello en que Antonius Block se encuentra con los comediantes y comparten un cuenco de fresas y leche.  

26/03/2020

Llamo a casa. Mi padre me está haciendo un mesa para el salón —uso una muy cutre, que improvisó mi padre con una parte de una repisa cuando me vine a vivir aquí, al ver que en el salón solo había una mesa para comer— y me manda abrazos virtuales. Me invade una oleada de ternura. Pienso: «Aún estamos aquí, quién sabe por cuanto tiempo, resplandecientes con nuestro afecto, con su canción permanente». Esto lo escribió Maggie Nelson y lo publicó hace unos días Luna Miguel en su canal de youtube, que estos dias está haciendo unas lecturas maravillosas de autoras maravillosas. Hablo con mi madre. Estamos todos bien, dentro de lo que cabe. Mis hermanos y mi hermana, mi sobrino y mis sobrinas, mis tías, mi abuelo y mis abuelas, mis primos y mis primas.

miércoles, 25 de marzo de 2020

25/03/2020

Vistas las lamentables intervenciones de filósofos de renombre internacional —Agamben, Zizek, Byung-Chul Han— que están teniendo lugar estos días, me aterra que pudiera considerarse lo que estoy escribiendo como una muestra más de filósofo desnortado diciendo chorradas. O, casi peor, como un diario del coronavirus que muestra a un yo sufriente y singular. Los filósofos ni saben lo que va a pasar, pese a que a algunos les guste jugar a ser profetas, ni gozan de una posición privilegiada para analizar el presente. ¿Qué estoy escribiendo, entonces? ¿Por qué estoy escribiendo? No lo sé, creo que simplemente tengo la necesidad de escribir, sin más. Diría que son Notas irrelevantes de un cualquiera en estos días extraños, o algo así.

25/03/2020

El miedo y la esperanza son, como nos enseñó Spinoza, las dos pasiones ético-políticas fundamentales. Ambas se orientan hacia un futuro incierto. Pero tal vez habría que invertir el famoso dictum «ni miedo ni esperanza» y afirmar ambos a la vez: miedo y esperanza. 

Hay muchas razones para tener miedo —la crueldad criminal de la Unión Europea, que se niega a emitir eurobonos y pretende, una vez más, machacar a los países del sur de Europa— pero también algunos signos esperanzadores: ingenieros colaborando a nivel internacional para fabricar respiradores, por ejemplo, y todo tipo de iniciativas cooperativas y solidarias.

martes, 24 de marzo de 2020

24/03/2020

Se me funde una bombilla del salón. Me pongo a gritar: ¡PUTO piso de mierda, todo el PUTO día igual! ¡HOSTIA PUTA! Quizá estoy un pelín irritable, aunque es verdad que el piso es viejo y no paran de fundirse las putas bombillas. Hace un tiempo se fundió la del baño, del salón he cambiado unas tres. En una de las habitaciones también se me fundió la bombilla, hace bastante tiempo, aunque no la he cambiado porque esa habitación no la uso. Ahora tengo muy poca luz en el salón. 

24/03/2020

Me hago un café y me pongo a ver La Resistencia

Si antes hacían posentrevistas autorreferenciales, ahora hacen una especie de preprograma desestructurado que no comienza nunca —igual que la filosofía, podríamos decir, tampoco comienza, teniendo en cuenta que la Crítica de la razón pura, El discurso del método o Ser y tiempo pueden ser vistos como preámbulos; que El Capital no está terminado; que no existe la prometida segunda parte de Ser y tiempo; que Platón, quizás, nunca llegó a escribir el diálogo con el que culminaría su obra, que habría aplazado, tras escribir El sofista, El político, y que se habría titulado, precisamente, El filósofo; discurso, entonces, inclausurable, insistente, que está siempre comenzando, que no comienza ni termina, que vive en un estado de perpetua digresión. 

El presente, ya sea pre o pos, está siempre diferido, eludido. Podemos, por tanto, considerar a quienes hacen La Resistencia los Derrida de la televisión, los deconstructores de la metafísica de la presencia catódica.

Además, muchos no vemos los programas completos de La Resistencia, solo cachos en youtube. Dadas estas condiciones de recepción, el programa alcanza cotas de fragmentarismo y ruptura de la linealidad apoteósicas. Al final de cada programa Broncano nos informa de que podemos ver todos los programas completos y sin cortes. Pero todos estos conceptos que he enfatizado —totalidad, completud, continuidad— para mí arruinarían su esencia derridiana diseminante. Esa completud, esa totalidad, son espectros de la época dorada de la metafísica, la promesa de un Sentido Definitivo. Pero la verdad —y soy consciente de estar usando venerables término de la tradición metafísica como esencia y verdad, pero hay que señalar que la deconstrucción opera en el interior de la metafísica, como no podia ser de otra manera— del programa reside más bien en sus márgenes, en los cortes insignificantes...



Más allá de estas pajas mentales derridianas, también es interesante ver el dilema ético en que están envueltos y que, dada su afición a la autorreferencia, se hace explícito —he aquí otra definición de filosofía: hacer explícito lo implícito— en el mismo programa, a saber, cómo hacer comedia en la situación actual.

lunes, 23 de marzo de 2020

23/03/2020

He leído a varios filósofos muy preocupados por el uso de la retórica bélica por parte de nuestros políticos. Santiago Alba Rico dice que una pandemia no es una guerra sino una catástrofe, y obviamente tiene razón en que no es, literalmente, una guerra. Ernesto Castro recuerda la crítica de Susan Sontag de la retórica bélica en La enfermedad y sus metáforas. Y está claro que un virus no tiene agencia ni propósitos. Aun así, aun siendo verdad que no luchamos contra nadie, y estando de acuerdo con la crítica de Susan Sontag, me parece que en cierta medida el uso de las metáforas bélicas, en esta ocasión, podría estar justificado. ¿En qué medida? Pues sencillamente en la medida en que estamos en una economía de guerra y tendremos que afrontar desafíos económicos y sociales parecidos a los que tendríamos que afrontar si esto fuera una guerra.

sábado, 21 de marzo de 2020

21/03/2020

Si bien ayer hablaba de cierta necesidad de seriedad trágica, de confrontar lo real traumático sin la distanica de seguridad irónica, no deja de ser verdad que sigo haciendo bromas o comentarios irónicos. Hoy he hablado de nuestra situación calificándola de eremitismo global contemporáneo y de nuevo régimen monacal internacional. Y ayer, mientras hablaba por teléfono con mi hermano, cuando mis vecinos empezaron a salir a los balcones y sonaron los primeros aplausos dije: «¡Hostia, personas tridimensionales! Se hace raro ver gente que no está en una pantalla». 

viernes, 20 de marzo de 2020

20/03/2020

Ahora llueve y yo estoy solo, como tantos otros, quizás como todos. Todos estamos solos. Ahora compartimos la soledad. Quizás por eso no me siento solo. Es raro. He puesto This is the end. Cierto tono apocalíptico tal vez sea inevitable. Algo se termina. Este es el fin, el fin de una era. O puede que esté exagerando, quién sabe. No sabemos, eso es lo único que sabemos. Las certezas se desmoronan delante de nuestras narices. Me refugio en la música. Solo la música es desgarradora, decía Pascal Quignard. Querer huir de la soledad es cobardía, decia la gran Simone Weil, una pensadora verdaderamente esencial. 

Se habla mucho estos días de la necesidad de afrontar esta situación con humor, y no niego que haga falta el humor, cierto distanciamiento, pero yo, aun siendo un fanático de la comedia —venero a los Monty Python, lloro de risa con la trilogía en cinco partes de Douglas Adams, etcétera— creo que también hace falta, o al menos a mí me hace falta, un poco de, digamos, seriedad trágica y desgarradora, de cercanía con la realidad traumática. Las bromas que hasta hace unos días yo mismo hacía respecto al coronavirus hoy me suenan futilidades pueriles. 

Estas mismas palabras que ahora escribo me suenan fútiles, inútiles. Sé que no sirven de nada. Y me gustaría saber escribir mejor, decir algo más relevante. Pero, robándole las palabras a Clarice Lispector, diría que escribir no es una elección sino una íntima orden de batalla.

20/03/2020

Llamo a mi hermano por teléfono. Le hablo de ESTE artículo de Juan Torres López en el que expone la necesidad imperiosa de cerrar la bolsa y controlar los capitales. Me dice que eso lo venía diciendo él hace unos días. Coincidimos. Hay que cerrar la bolsa y controlar los capitales. No queda más remedio. 

Socialismo o barbarie: tertium non datur. 

Hablamos de mil cosas más. Aunque la crisis del coronavirus es como un centro de gravedad alrededor de lo cual gira todo. No podré ir para semana santa, pasaremos meses confinados, no hay vuelta posible a la normalidad, esto va a tener consecuencias, cambios en nuestras formas de vida, en el modo de relacionarnos...

Aunque, desde luego, no tenemos ni idea de cuáles van a ser las consecuencias. La incertidumbre es la stimmung fundamental de todos nosotros ahora mismo, nuestro modo existencial fundamental.

jueves, 19 de marzo de 2020

19/03/2020

Fragmentos de conversaciones oídas al azar entre mis vecinas tras los aplausos de las ocho de la tarde: «la serenata que le montamos ayer al principito», «el rey no suelta las perras, no», «se ve mucha vida en el barrio, la gente no se lo toma en serio y es muy serio».

A mí, sin embargo, no me parece que haya mucha vida en el barrio. Gente que sale a sacar la basura y a comprar, poco más. Al menos eso es lo que visto cuando he estado asomado a la ventana, escuchando a los pájaros, pequeños servidores del gozo inmaterial, que decía Messiaen.

19/03/2020

Estos días no he comprado papel higiénico porque me daba vergüenza parecer uno de esos zumbados que lo acumulan de manera absurda, pero lo cierto es que solo me queda un rollo y más pronto que tarde voy a tener que comprar.

19/03/2020

Depués de comer me he duchado y puesto, emulando al bueno de Maquiavelo, mis mejores galas (chandaleras, por supuesto), para estar en presencia de los clásicos. He leído un rato a Kant. Creía haber entendido bastante bien la distinción entre trascendente —lo que está más allá— y trascendental —las condiciones de posibilidad de algo— porque uno de mis profesores insitía en esta cuestión continuamente, pero ahora ciertos pasajes de la Crítica de la Razón pura se me antojan un tanto oscuros al respecto. Los conceptos puros de la razón, dice Kant, son ideas trascendentales, pero las ideas están más allá de la experiencia posible, y en este sentido son trascendentes

En fin, tiempo —la condición formal de todo conocimiento— habrá estos días de seguir dándole vueltas al asunto.


También he estado leyendo Prins, de César Aira. En esta novela, un escritor de novelas góticas se retira de la actividad literaria para ocupar su tiempo dedicado al consumo de opio. En un momento dado, el protagonista tiene visiones ordenadas alfabéticamente. El azar objetivo de sus visiones es ordenado por el inconsciente, que está estructurado como un lenguaje (tesis lacaniana que yo no acabo de pillar pero que ahí está).

También leí, hace unos días, El Santo, también de César Aira. Una maravilla total de novela. Me habría gustado que el Gran Confinamiento me pillara con más libros de César Aira. Y con más libros, en general. El 99% de ellos están en León y los echo de menos. Aunque tengo varios que quiero leer y aún no he leído. Europa Central, de William T. Vollman y Hombres en el espacio, de Tom McCarthy, por ejemplo. 

Es difícil abstraerse del inquietante ruido de fondo con el que todos convivimos estos días, pero no creo que sea mentalmente saludable estar constantemente pendiente de las noticias, así que  aprovechar estos días para leer —y para escuchar música y ver películas y series, al fin y al cabo las actividades a las que yo ya dedicaba casi todo mi tiempo libre— me parece una buena opción.

martes, 17 de marzo de 2020

17/03/2020

Nota mental: necesitas rutinas, lo sabes de sobra. Sin rutinas estás perdido. Siempre ha sido así. Las rutinas aportan orden y estructura. No sabes vivir sin rutinas. Crea nuevas y superestrictas rutinas para sobrellevar este Gran Confinamiento... 

Creía que habría pocas personas tan preparadas como yo para estar encerradas en casa, porque la verdad es que normalmente no salgo mucho de casa. Me gusta estar solo en mi casa, leyendo o viendo series y películas. Pero me estoy dando cuenta de que una cosa es no salir de casa y otra no poder salir de casa. Tenían razón mis vecinas al decir que basta con que no puedas salir de casa para que te entren más ganas de salir.

También creía que no tener que trabajar y poder dormir hasta tarde sería una situación idílica. Pero en estas circunstacias no lo es. Seguramente una razón para trabajar sea que simplemente es aún peor no hacerlo.

En cualquier caso, al menos de momento, no siento ansiedad ni nada parecido. Supongo que habrá gente que sí (de nuevo, creo que mis sabias vecinas tenían razón al comentar que mucha gente estará sintiendo ansiedad).

17/03/2020

Salgo a comprar, porque necesito víveres esenciales, tales como café, cerveza, pasta, huevos, tomate frito y latas de atún. Al ir a pagar, me doy cuenta de que soy imbécil y se me ha olvidado la tarjeta. Dejo la compra en el Día y vuelvo a casa a por la tarjeta. Voy pensando todo el rato en que justo hoy se me ha tenido que olvidar la tarjeta y en lo que le diré a la policía si me para por la calle, que soy un tipo extramadamente despistado y olvidadizo y que no estoy paseando por placer. 

Llego a casa, no encuentro la tarjeta por ningún lado. Ante todo mucha calma, me digo. Tiene que estar en algún sitio. Hay un breve momento de pánico. Miro en uno de mis pantalones vaqueros y nada. Miro en otro, nada. Miro en en un tercero, nada. Finalmente, encuentro la tarjeta en una cazadora de entretiempo (tengo una cantidad absurda de cazadoras de entretiempo, no tanto porque sean muchas, siete u ocho, sino porque no me da tiempo a usarlas todas; el entretiempo es un periodo breve, siempre hace demasiado calor o demasiado frío para poder usarlas). Vuelvo al Día, pago mi compra. 

No había casi nadie, por cierto, haciendo la compra. Se ve que la gente acumuló provisiones a lo loco los primeros días. Hablo con el cajero. Le pregunto qué tal lo lleva. Ahora mejor, los primeros días fueron una locura, me dice. Imagino, digo yo. Le digo que ánimo. 

De vuelta a casa me cruzo con una compañera de trabajo. También ha salido a hacer la compra. También nos damos ánimos. Son días rarísimos. Es inevitable sentir miedo, incertidumbre y preocupación, pero también empatía y solidaridad.

17/03/2020

He aquí algunas notas filosóficas deslavazadas, unos comentarios apresurados e irrelevantes. Con algo tengo que entretenerme, no todo va a ser escuchar a Tool obsesivamente (aunque, de hecho, estoy escuchando Fear Inoculum mientras escribo).

He oído por ahí a algún filósofo decir algo así como que la crisis del coronavirus acaba con el carácter fetichista de la mercancía, porque la gente compra legumbres, por ejemplo, artículos esenciales, y no zararandajas (estoy parafraseando). Entiendo lo que quiere decir, pero no estoy seguro de que esto baste para acabar con el fetichismo y demás sutilidades metafísicas de la mercancía. 

Lo que quizás sí pone de manifiesto la crisis es que respecto al Estado Hegel tenía razón, no Marx. Solo nos queda el Estado. Agamben, en un análisis lamentable y conspiranoico, decía hace apenas un mes que los Poderosos se habían inventado una epidemia para controlarnos. A mi juicio, en lugar de intentar entender el acontecimiento en sí mismo, Agamben se limitaba a aplicar un esquema preconcebido, su teoría sobre el Estado de excepción como modo de gobierno. Pero ni se planteaba que el coronavirus de hecho exija medidas excepcionales y que el Estado tenga el deber de tomarlas.

17/03/2020

He escuchado un par de minutos de Stockhausen y ahora Tool me parece un grupo convencional...

No, Tool me siguen pareciendo la puta hostia. Ayer escuché todos sus discos, y todos son apoteósicos.

17/03/2020

Los días del Gran Enclaustramiento Colectivo. Los días a los días son iguales. Café, cigarrillos, escuchar música en youtube. Ladridos de perros (mi vecino saca a pasear a sus dos perros diecisiete veces al día como mínimo). Conversaciones entre vecinas: ya veremos a ver, está habiendo mucha gente con crisis de ansiedad. Basta con que no puedas salir para que te apetezca más. Me asomo a la ventana. Miro la ropa tendida ondeando al viento. Siempre me ha parecido un bello espectáculo ver la ropa tendida. Más aún si el viento, ese diosecillo que no cesa, la anima, le insufla vida. 

lunes, 16 de marzo de 2020

16/03/2020

Para mí, lo más difícil es no tocarme la cara. En una situación normal yo calculo que me toco la cara unas setencientas ochenta y siete veces al día, o más. 

16/03/2020

Al final no tendremos que ir a trabajar a la biblioteca. Lógico. No tenía ningún sentido. Tampoco, evidentemente, puedo volver a mi casa a León. Así que pasaré la cuarentena en absoluta soledad. Como un auténtico monje. Monachos: solo, único, solitario. 

Tengo pensado estudiar, y leer la Crítica de la Razón pura, pero de momento me he pasado tres días escuchando música, básicamente. Ahora mismo estoy escuchando el Lateralus, de Tool. 

viernes, 13 de marzo de 2020

13/03/2020

Creer que dios ni existe ni puede existir y que eso da igual porque dios dice la pura nada, el gran afuera intotalizable, el espacio sin extensión más allá del ser, trascendencia absoluta, lo que no tiene lugar en el lugar del logos, lo totalmente otro, lo impensable, lo radicalmente inexistente que, no obstante, como si de una flor azul imposible que brillara en el esplendor abismal de la noche se tratara, deseas.

13/03/2020

Para mí, a pesar de todos los pesares, la palabra comunismo sigue nombrando un bello sueño, una hermosa posibilidad, la de unirnos para hacer frente a las dificultades y problemas que nos conciernen a todos.

13/03/2020

Días extraños. Han cerrado la biblioteca al público, pero los trabajadores tenemos que seguir acudiendo y cumplir nuestro horario habitual. Sería infame que nos quejáramos. Nuestro puesto de trabajo está asegurado. En ese sentido, somos unos privilegiados. No hablemos ya del nivel de estrés que estará sufriendo el personal de los hospitales. 

Pero es una sensación extraña estar en la biblioteca sin los usuarios de la misma, sin la razón de ser de la biblioteca. Tendremos que capear oleadas de tedio e incertidumbre. Las siguientes semanas aprovecharemos para hacer inventario, ordenar las salas, expurgar, etc. Pero hoy, el primer día de cierre, qué raro se hacía estar en la biblioteca vacía, estando por estar, sintiendo el paso del tiempo, denso y absurdo, sintiendo el tedio y la inquietud, apenas disimulados por las conversaciones banales y las bromas ocasionales. Porque aunque la situación es grave, los temperamentos esencialmente irónicos no podemos evitar bromear. Por ejemplo, justo antes de fichar, al ver que me faltaban unos minutos para completar las horas semanales reglamentarias, no he podido eviar comentar que suponía que estando en medio de una pandemia global la Junta de Extremadura no se tomaría a mal que debiera unos míseros minutos de trabajo. Todos nos hemos reído. 

Días extraños. Fuerza y ánimo para todos.

viernes, 6 de marzo de 2020

06/03/2020

Creo en lugares que no existen porque muchas canciones me han llevado hasta ellos, dijo él.

06/03/2020

A veces —esto va a sonar tal vez pedante o petulante o delirante— me duermo pensando en los tres niveles o dimensiones de la subjetividad trascendental tal como los estableció Kant en la Crítica de la Razón pura: la estética, lógica y dialéctica trascendentales. La estética se refiere a las intuiciones sensibles, la lógica a los conceptos del entendimiento y la dialéctica a las ideas de la razón. Sensibilidad, entendimiento y razón son, pues, las tres dimensiones del sujeto trascendental. Las intuiciones de la sensibilidad las recibimos pasivamente a través de los sentidos. El entendimiento la configura activamente por medio de las categorías. Las intuiciones sin conceptos son ciegas, los conceptos sin intuiciones están vacíos. Entre las intuiciones y los conceptos, posibilitando la referencia de los conceptos abstractos a las intuiciones sensibles singulares, hay que situar la imaginación trascendental. Lo que hace la imaginación básicamente es temporalizar las categorías. Por ejemplo, la categoría de sustancia la imagino, proyectándola al fuuro, como aquello que permanece, lo que subyace a los cambios. Las ideas de la razón, las clásicas ideas metafísicas de Dios, yo y mundo, por ejemplo, no pueden referirse a ninguna intuición sensible. No constituyen, por tanto, conocimiento. Son ilusiones trascendentales. No obstante, son importantes y pueden cumplir una función regulativa.

(Hasta aquí mi radicalmente concentrada exposición de la Crítica de la razón pura. La obra de Kant, desde luego, es infinitamente más compleja).

viernes, 28 de febrero de 2020

28/02/2020

Admito que fantaseo con ganar millones de euros en la primitiva. La verdad, no sabría en qué gastarlos, porque ya tengo zapatillas y camisetas de sobra y, aparte del alquiler y la comida, apenas tengo gastos. Mi fantasía consiste simplemente en no tener que trabajar —a pesar de que, en general, me gusta bastante mi trabajo— para no tener que madrugar. 

28/02/2020

Me vine muy arriba al llamar gratuitamente —e injustamente— imbécil a Nietzsche. Eso hay que reconocerlo. Nietzsche no es imbécil ni por asomo. Así habló Zaratustra es una obra literaria acojonante. No obstante, para mí, en la maravillosa narración que hace Platón de los últimos instantes de la vida de Sócrates, en el Fedón, no se aprecia ni rencor ni odio a la vida ni nada parecido. Las últimas palabras de Sócrates son irónicas. Sócrates gasta una puta broma antes de morir. Se despide sin temor y con buen humor de la vida. El talento literario de Platón no tiene parangón. El demiurgo creó a Platón y rompió el molde.

lunes, 24 de febrero de 2020

24/02/2020

Solo a un imbécil como Nietzsche se le ocurriría pensar que Sócrates se despide con rencor de la vida en el maravilloso e irónico final del Fedón.

viernes, 21 de febrero de 2020

21/02/2020

Adorar las flores de la locura, nuestras flores favoritas, las de la insensatez de vivir, de seguir viviendo, de estar aquí, ahora, simplemente, en este preciso instante del tiempo, efímero como cualquier ahora, como cualquier otro ahora que más tarde será recordado otra vez con toda la ternura y el desgarro de lo irrecuperable, el canto idiota del que sabe que ya nada volverá a ser como antes, porque ya vivió y sintió todo lo que había que vivir y sentir, y sabe que todo antes es un lugar que ya no existe, que jamás retornará, el aroma de las flores imposibles que a pesar de todo respiramos...

21/02/2020

Extraña sensación de bienestar. Acuerdo categórico con el ser. Una magnífica levedad. La nostalgia, mi fiel compañera, hoy se disuelve entre la bruma de una aún no dibujada sonrisa que todavía, lo sé, me espera... 

Y disculpen si mis palabras carecen de sentido —solo merece la pena hablar de lo que no se puede hablar—...

sábado, 15 de febrero de 2020

14/02/2020

De vuelta a la lectura feliz, compulsiva y frenética. Tras la preocupante sequía lectora de la que ya he hablado en este verídico diario, estos últimos días he leído Sepulcros de vaqueros, de Roberto Bolaño, Necesidad de la ironía, de Valeriano Bozal, Soñando monstruos: terror y delirio en la modernidad, de Vicente Serrano Marín y Desconocida raíz común, de Felipe Martínez Marzoa. Y ahora estoy con Mac y su contratiempo y con Esa bruma insensata, ambos de Enrique Vila-Matas, y con Interpretación y sobreinterpretación, de Umberto Eco.

Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía tantas, tantísimas ganas de leer. Lo echaba de menos. Querer leer y nada más, leer sin parar. Todo el rato. 

Leer para pensar y también, cómo no, leer para sentir, digan lo que digan los iracundos y severos filósofos materialistas. ¡Qué estrecha y gris la experiencia lectora de quien solo capta las ideas objetivadas en un texto! Bajo las formas razonables siempre hay un murmullo incesante, indomesticable, abismos en los que es dulce sumergirse, la bruma insensata que difumina el contornos de las cosas, esa espacialidad indómita, inubicable, refractaria a la cartografía sensata, un lugar sin coordenadas, un lugar que no es un lugar, el lugar del arte, de la literatura...

(Tal vez me he venido un poco arriba con el último párrafo. La culpa, por supuesto, es de Derrida. He estado leyendo al perverso posmoderno por antonomasia y tal vez se me haya pegado algo de su estilo enrevesado y paradójico. La expresión espacialidad indómita, estoy casi seguro, es, en la medida en la que pueda atribuírsele, suya. Y supongo que se refiere al espacio del arte, digamos, por concretar un poco, al espacio literario. Una novela no sucede en ningún lado. Por supuesto, mensaje para materialistas cerrirles, esto no significa que los signos sean inmateriales, que no haya signos efectivamente inscritos, impresos en papel o codificados en bits. Claro que los hay, es precisamente la iterabilidad de los signos, su repetibilidad en distintos soportes materiales, el fundamento de su idealidad. Y perdón si he me puesto demasiado críptico y pedante.)

viernes, 7 de febrero de 2020

07/02/2020

No sé si os habías fijado, pero ahora ya casi solo escribo los viernes. Después de trabajar durante toda la semana, de estar inmerso en esa cotidianidad de término medio a la que ya he aludido bastantes veces, de estar inmerso en el mundo común, socializando y atendiendo al público, el viernes se ha convertido en el momento de la soledad y la escritura, de la nostalgia, de la reflexión. Escribir es participar de la afirmación de la soledad donde amenaza la fascinación, como dijo Blanchot. 

Es verdad que no estoy escribiendo gran cosa, nada excepcional, pero bueno, algo es algo.

07/02/2020

Siempre se es a la vez más joven y más viejo. Más joven de lo que nunca serás, más viejo de lo que nunca has sido hasta ahora. Todo ahora está escindido en las direcciones opuestas del pasado y del futuro. No existe un presente pleno, un presente que no esté configurado por un pasado retenido y un futuro proyectado. El sujeto es la sede de esta tensión que le atraviesa. Ser es ser en el tiempo. No ser ya lo que se era, no ser todavía lo que se será.

sábado, 1 de febrero de 2020

01/02/2020

En los siete primeros minutos —no he aguntado más— de Deforme Semanal 3x03 Isa Calderón y Lucía Lijtmaer nos cuentan lo que no les interesa. No les interesa, por ejemplo, ni David Broncano* ni llevar New Balance en pleno 2020 ni comer cachopo ni Reservoir Dogs ni Calamaro ni comer cochinillo. A mí, por el contrario, sí me interesa Broncano, no veo por qué no se pueden llevar New Balance en pleno 2020, el cachopo me parece que debería ser un bien nacional objeto de especial protección, el cochinillo una delicia suprema, Reservoir dogs una obra maestra total y Honestidad Brutal uno de los mejores dicos en español de la historia.

*Viniéndonos muy arriba, podríamos decir que Broncano es el Derrida de las entrevistas. Broncano deconstruye la entrevista tradicional. Broncano hace una especie de posentrevistas autorreferenciales que están bastante bien, ¿eh?

01/02/2020

El curioso caso de Benjamin Button, de lejos la peor película de David Fincher. Una pelicula que a mi juicio no le puede interesar a ningún ser humano. Menos mal que luego hizo una obra maestra como La red social.

viernes, 31 de enero de 2020

31/01/2020

Acontecimientos en apariencia nimios e intrascendentes —lo infraordinario, que diría, tal vez, Perec— que por alguna razón se te quedan grabados en el cerebro. Recuerdo, por ejemplo, tomar chocolate con mi hermano, en Astorga, en una cafetería cualquiera, hace unos cuantos años, en carnavales...

31/01/2020

Vivir la vida como algo cuyo propósito no fuera la verdad sino la ternura. La idea, por supuesto, es de Proust, quien por algo y no por nada es el mejor escritor de todos los tiempos.

31/01/2020

El extraño poder desgarrador de la música y de la poesía: un ateo como tú, que dejaste de ir a clase de religión en sexto de EGB, completa y absurdamente emocionado al escuchar a Cohen cantar que Jesús fue un marinero

Emocionado y además convencido de que all men will be sailors...

Y eso que nunca, por desgracia, has vivido cerca del mar (qué lejos sigue el mar de nosotros, qué lejos el ser).

sábado, 25 de enero de 2020

25/01/2020

¿Por qué los miembros de la secta gustavobuenista hablan y gesticulan igual? Resolvamos el misterio de una vez por todas: no son sujetos operatorios reales sino marionetas movidas por el Ego Trascendental Supremo, el mismísimo don Gustavo, quien, convertido en esencia terciogenérica, maneja los hilos a su antojo y se expresa materialmente en las morfologías dinámicas de sus discípulos.

25/01/2020

El mejor grupo de la historia: The Smiths.

25/01/2020

Ahora eres mucho más sociable que antes. Hablas más, mucho más, con mucha más gente, todos los días, que antes. Ahora tienes trabajo, ganas dinero, eres un adulto funcional. Ya no puedes escribir tus tonterías desesperadas de antes: destinos rotos, noches azules. Ya no te supone un problema llamar por teléfono a desconocidos, por ejemplo. Te has acostumbrado. Pero sientes que has perdido algo. Algo importante. Como si al abandonar tu estupidez, desesperacion y desequilibrios emocionales (pos)adolescentes que tanto odiabas también hubieses abandonado una parte importante de lo que eras, algo indefinible que ya nunca volverás a sentir, una cierta intensidad que se diluye lentamente, con el paso del tiempo. Te gustaría saber expresarte mejor, decir mejor, de manera más precisa, lo que sea que quieres decir, pero esto es lo que hay: realmente no sabes qué quieres decir, ni para qué, ni por qué, ni a quién...

viernes, 10 de enero de 2020

10/01/2020

Dices que en realidad los recuerdos siempre se están perdiendo como lágrimas en la lluvia y que cualquier hora es la hora de morir. Que ya sientes una vaga nostalgia, sin duda prematura, por recuerdos de hace apenas un par de semanas. Y recuerdas recordar, huellas de huellas, la dirección difícil, la que usa el salmón. Dices que nunca llegaremos a ninguna parte y que en el camino habrá cerveza, cigarrillos, música y risas. Y que eso es suficiente, que eso debería bastar. Mientras, sueños lunáticos acerca de muchachas indecibles a veces nublan tu cerebro atolondrado...