miércoles, 27 de febrero de 2019

Argumentaciones extrañas

La filosofía es la invención de argumentaciones extrañas, necesariamente en el límite de la sofística, que sigue siendo su doble oscuro y estructural. Filosofar consiste en efecto en desplegar siempre una idea que, para ser defendida y explorada, impone un régimen argumentativo original, cuyo modelo no se encuentra ni en una ciencia positiva (así fuese la lógica) ni en un arte del buen razonar que se supone ya dado.
Quentin Meillassoux, Después de la finitud 

viernes, 22 de febrero de 2019

Estar un poco hasta el gorro como condición de posibilidad de acceso al universo artístico

Cuando uno ama la vida, no lee. Ni tampoco va mucho al cine. Digan lo que digan, el acceso al universo artístico queda más o menos reservado para los que están un poco hasta el gorro. 
Michel Houellebecq, H. P. Lovecraft: Contra el mundo, contra la vida 

Un libro breve, pero maravilloso, de un autor más o menos reaccionario sobre otro indudablemente racista. 

PD: Sigo estancado en una alarmante sequía lectora, apenas rota por la lectura de este librito. Como estoy estudiando, con la remota esperanza de sacar algún día una plaza de bibliotecario y abandonar la incertidumbre del interino al que cuaqluier día pueden poner de patitas en la calle, últimamente leo, sobre todo, normas ISO, fechas, historia del MARC, metadatos, sistemas de clasificación y montones de acrónimos. También leo un poco a Kant. A Kant hay que leerlo despacio y en dosis pequeñas, de lo contrario te arriesgas a sufrir un trombosis cerebral. Kant dice que la voz del deber acalla los cantos de sirena de la felicidad, y yo estoy con el solitario de Königsberg. La libertad no consiste en hacer lo que uno quiere —eso supondría ser esclavo de los deseos*— sino en hacer lo que uno debe. Y nadie, que yo sepa, dijo que ser libre fuera fácil. En fin, divago...

PD2: Sea como fuere, pese a mi fascinación por Lovecraft, he de decir que mi tonalidad afectiva fundamental no es tanto la del terror cósmico ni, desde luego, la del odio y el miedo —qué horrible sería vivir así— sino la de algo que podríamos llamar, viniéndonos muy arriba, melancolía cósmica, algo que late en el fondo de ciertas canciones, de ciertos paisajes, algo que huye y que que no podemos dejar de perseguir... ¿El pasar de las cosas que nos pasan? ¿El tiempo, el anhelo de lo que pudo ser y no fue, de lo que ya nunca será? Quién sabe...

*El deseo, según Deleuze, se produce por una concatenación de objetos. Véase, por ejemplo, la publicidad. Nos muestra una serie de objetos deseables. No se trata de una carencia, sino de una producción. Ahora bien, la mayoría de esos deseos se nos han impuesto, más o menos. ¿Qué libertad, qué autonomía puede haber en desear lo que nos han inducido a desear? 

La transmutación de los afectos: ¿Cuántas veces he terminado por AMAR apasionadamente canciones y películas que antes había declarado ODIAR con vesánica furia?

Ya ni sé. Innumerables.

martes, 19 de febrero de 2019

Los cielos serán glaciales y estarán vacíos

Pocos se han sentido tan impregnados como él [Lovecraft], tan calados hasta los tuétanos por la nada absoluta de cualquier aspiración humana. El universo no es nada más que una furtiva disposición de partículas elementales. Una figura de transición hacia el caos. Que termnará arrastrándolo consigo. La raza humana desparecerá. Aparecerán otras razas, que desaparecerán a su vez. Los cielos serán glaciales y estarán vacíos; los atravesará la débil luz de estrellas medio muertas. Que también desaparecerán. Todo desaparecerá. Y los actos humanos son tan libres y están tan desprovistos de sentido como los libres movimientos de las partículas elementales. ¿El bien, el mal, la moral, los sentimientos? Meras «ficciones victorianas». Solo existe el egoísmo. Frío, intacto y resplandeciente.
Michel Houellebecq, H. P. Lovecraft: Contra el mundo, contra la vida 

Aceleracionismo cósmico, extinción y nihilismo



domingo, 17 de febrero de 2019

José Luis Fernández Barbón - El fin del espacio-tiempo



Dicho sea sin dejar de venerar a Kant, no se pueda ya pensar el espacio y el tiempo como intuiciones puras a priori de la sensibilidad. 

sábado, 16 de febrero de 2019

Hidrogenesse - Enigma

Habitus

¿No son los hábitos una especie de algoritmos conductuales? ¡Humanos y máquinas, al fin hermanados!

PD: Esta no es la pregunta más rara que me he hecho hoy. También me he preguntado si el principio de no contradicción seguirá siendo válido cuando la humanidad se haya extinguido. 

viernes, 15 de febrero de 2019

Muse - Origin of Simmetry



Otra tremenda obra maestra. 

PD: Me pregunto, por deformación filosófica, si el título tendrá algo que ver —ya sea oblicuamente, o remotamente— con la obra de Husserl. Pero, como filósofo perezoso que soy —mejor dicho, como ser humano extremada, alarmantemente vago que soy— no respondo ni intento responder a la señalada pregunta.

At the Drive-In - Relationship of Command



Tremendísima obra maestra. 

jueves, 14 de febrero de 2019

Todo lo que siempre quisiste saber sobre la teoría del amor cíclico de Roland Barthes pero nunca se te ocurrió preguntarle a Reza Negarestani

Guillermo de Haro - El terraplanismo es lo normal

AQUÍ

Yo de pequeño creía que si dormías en una habitación con plantas morirías de forma súbita y terrible. Mi abuela me transmitió esta creencia. Considerar a las plantas como terribles entidades primigenias que acechan en la oscuridad con la intención de succionar todo el oxígeno de una habitación hasta matarte me parecía lo normal. 

PD: Evidentemente, que un minúscula parte de la población crea una idiotez tan monumental como que la tierra es plana no tiene ninguna importancia. 

Alfredo González Reynoso - Introducción al realismo especulativo

sábado, 9 de febrero de 2019

La grandeza de España

Nada más grande que España puede ser pensado. La idea de España es la grandeza en sentido absoluto. Algo sublime que sobrecoge al espíritu humano, que en vano se esfuerza en concebir con la imaginación tamaña grandeza. Lo sabía Rajoy, el gran filósofo gallego, al hablar de muy españoles y mucho españoles. 

La grandeza de España va más allá de la experiencia posible y por eso Rajoy se vio obligado a contorsionar la sintaxis, pues no es fácil exponer verbalmente la innacesible sublimidad de España. 

España lo trasciende todo, lo es todo, el valor absoluto, trascendencia infinita. 

España es la nación suprema, existía antes que nada y seguirá en pie en los instantes finales del universo. Cuando las galaxias se alejen unas de otras y su resplandor se pierda en la fría y oscura noche, la llama viva de España seguirá encendida, por los siglos de los siglos. 

miércoles, 6 de febrero de 2019