viernes, 13 de marzo de 2020

13/03/2020

Días extraños. Han cerrado la biblioteca al público, pero los trabajadores tenemos que seguir acudiendo y cumplir nuestro horario habitual. Sería infame que nos quejáramos. Nuestro puesto de trabajo está asegurado. En ese sentido, somos unos privilegiados. No hablemos ya del nivel de estrés que estará sufriendo el personal de los hospitales. 

Pero es una sensación extraña estar en la biblioteca sin los usuarios de la misma, sin la razón de ser de la biblioteca. Tendremos que capear oleadas de tedio e incertidumbre. Las siguientes semanas aprovecharemos para hacer inventario, ordenar las salas, expurgar, etc. Pero hoy, el primer día de cierre, qué raro se hacía estar en la biblioteca vacía, estando por estar, sintiendo el paso del tiempo, denso y absurdo, sintiendo el tedio y la inquietud, apenas disimulados por las conversaciones banales y las bromas ocasionales. Porque aunque la situación es grave, los temperamentos esencialmente irónicos no podemos evitar bromear. Por ejemplo, justo antes de fichar, al ver que me faltaban unos minutos para completar las horas semanales reglamentarias, no he podido eviar comentar que suponía que estando en medio de una pandemia global la Junta de Extremadura no se tomaría a mal que debiera unos míseros minutos de trabajo. Todos nos hemos reído. 

Días extraños. Fuerza y ánimo para todos.

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