lunes, 18 de diciembre de 2023

viernes, 1 de diciembre de 2023

La sagrada independencia del poder judicial

¿Hasta qué punto no cabría atribuir a la Iglesia inquisitorial una gran parte en la conformación del concepto moderno de «poder judicial»? Podría afirmarse que, en gran medida, el concepto de poder judicial de la sociedad política es una pseudomórfosis del poder judicial de la Iglesia. Funcionalmente, al menos, el juez instructor desempeña los oficios del confesor, con secreto del sumario incluido; el ministerio fiscal colegiado corresponde a los tribunales inquisitoriales. El cumplimiento de las sentencias, a cargo del ejecutivo, corresponde puntualmente a la «entrega al brazo secular». Más aún: el concepto de «sagrada independencia» atribuido al poder judicial podría verse como un trasunto de la independencia de la Iglesia respecto de la sociedad política y, más aún, de su prevalencia sobre ella. Si nos atenemos a la experiencia española más reciente, la que desemboca en la Constitución de 1978, en la que tanta parte tuvieron personas educadas en tradiciones católicas y clericales, las semejanzas entre el tratamiento otorgado al poder judicial y el tratamiento a la Iglesia católica son tan notables que estaríamos tentados a hablar de un «concepto eclesiástico» del poder judicial en la Constitución del 78, como si los «Padres de la Patria» hubiesen tomado a la Iglesia como prototipo de lo que debiera ser un poder judicial autónomo e independiente respecto de los poderes ejecutivo y legislativo. De este modo ocurre como si en España el poder judicial hubiese llegado a desempeñar el papel supremo que ocupaba la Iglesia católica en una constitución en la cual el ordenamiento jurídico estaría también socializado como «voz del pueblo», trasunto de la ley de Dios. 

Gustavo Bueno, Crítica a la constitución (σύστασις) de una sociedad política como Estado de Derecho

viernes, 24 de noviembre de 2023

Condonar deuda a las comunidades autónomas sí, pero

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La cuestión no es tan sencilla como creen los cráneos privilegiados de la segunda restauración borbónica que se llevan las manos a la cabeza y se rasgan las vestiduras.

jueves, 23 de noviembre de 2023

El esperpento patrio

Las huelgas tienen que ver con la relación de antagonismo entre el capital y el trabajo. Una huelga contra la amnistía es un concepto absurdo, pero el delirio de la ultraderecha no conoce límites. 

Qué hay de nuevo en el Urquinaona facha

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Todo este grotesco circo no es, en el fondo, nada más que la rabia y el odio de los perdedores, expresión de su impotencia. En cualquier caso, siempre hay que estar alerta ante la rabia de la ultraderecha, más aún si además de atacar al parlamento buscan un caudillo... Es decir, si ya son descaradamente fascistas.

domingo, 12 de noviembre de 2023

República federal y unidad de España

Una república federal no solo no atentaría contra la unidad de España, sino que sería su mejor garantía. 

El carlismo y la unidad de España

A los que sacan banderas carlistas en las manifestación por la unidad de España habría que recordarles que el carlismo era federalista, no centralista. De hecho, era radicalmente anticentralista. En palabras del insigne carlista Valle-Inclán: «El mayor enemigo de España no es el nacionalismo, sino el centralismo de Madrid». O también: «Lo que tiene por contrario a la unidad de España es el centralismo actual, al que hay necesidad de matar. Hay que dar independencia y capacidad a las regiones para que puedan desenvolver sus energías».

Pepe Rubianes y la unidad de España


La verdad es que dan ganas de irse a vivir a otro país en el que no estén todo el santo día tocando los cojones con la unidad de España. 

Operación Violencia

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miércoles, 8 de noviembre de 2023

España, pura derecha

España es pura derecha, decía Umbral. España es un país en el que los ultras y neonazis que promueven la violencia contra un partido democrático son vistos con buenos ojos por la guapa gente de derechas. La guapa gente de derechas cuando se cabrea se convierte en fascista y querría acabar con los partidos, para que no haya partes, solo la gloriosa unidad nacional, aunque eso signifique eliminar al enemigo

España, martillo de herejes, luz de Trento, unidad de destino en lo universal.

España, un país para atravesar huyendo

España es un país para atravesar huyendo, decía William Gaddis en Los reconocimientos. Se refería a la España de posguerra, pero ahora que la ultraderecha española va a salvar su patria (la suya, donde los antiespañoles no tienen cabida), no me extrañaría que se convirtiera de nuevo en un país endemoniado, del que más vale salir huyendo. 

Es triste y aterrador asistir al retorno de la violencia fascista en España... Sí, historia triste la de España.

sábado, 21 de octubre de 2023

En defensa del argumento de la agonía de Derek Parfit

Dice un tal Manuel Bares Partal, criticando el argumento de la agonía de Derek Parfit —existen siempre buenas razones objetivas para actuar evitando una agonía futura, aunque no se tengan deseos de hacerlo—, que solo un loco o un inconsciente podría no desear evitar su agonía futura. 

Pero no hace falta ser un loco, para nada. Veamos un ejemplo para entender bien el argumento de Derek Parfit: existen buenas razones para dejar de fumar y evitar una agonía futura, aunque en el presente yo no tenga ningún deseo de dejar de fumar. Pero ninguno. Es más, uno puede haber dejado de fumar y seguir teniendo un gran deseo de fumar, sobre todo después de beber una cerveza. 

martes, 17 de octubre de 2023

Qué es capitalismo y qué no

El capitalismo no consiste en tener cosas, sino en la autovaloración del propio capital. Todas las críticas ad hominem que ignoren esto son esencialmente estúpidas.

domingo, 15 de octubre de 2023

Apología del conservadurismo

Prefiero la injusticia al caos

Goethe

PD: La frase no es exactamente así, pero así es como debería ser. 

sábado, 23 de septiembre de 2023

Sobre la sala infantil de las bibliotecas

¿Su existencia es realmente necesaria? ¿No sería mejor que se cerraran para siempre? ¿Por qué no consideramos las Bibliotecas lugares no aptos para menores? 

Seamos serios: en la Atenas de Pericles no existían salas infantiles. Por tanto, para volver a una época de esplendor intelectual y salir de esta época más bien tontica, debemos cerrar las salas infantiles*.

*La lógica que hay detrás de este argumento es, por desgracia, falaz.

Esterilizad a vuestros hijos

 Esterilizad a vuestros hijos

Siniestro total, Pueblos del mundo, extinguíos


Yo soy decidido partidario de la esterilización de los hombres —nótese que no digo castración— y del aborto legalizado.

 Arno Schmidt, Los hijos de Nobodaddy

domingo, 17 de septiembre de 2023

Escritos sobre poesía

Lo mismo, un pequeño texto escrito hace quince años, o más, quién sabe.



Sobre los colmillos del caos


El poema no comunica nada, no explica nada. No tiene mensaje. Funciona o no funciona. Produce un efecto o no lo produce. Se ve o no se ve, no hay nada que pensar. Es una máquina revolucionaria. No es irracional en el sentido que le da la estrecha y banal consideración de la razón ilustrada, que sólo se considera razón a sí misma, segura dentro de sus límites. El poema está en el borde de la razón, desquiciándola, sacando a la superficie de las palabras su ausencia de fundamento: el principio de razón no tiene razón. El poema está en la frontera de lo expresable. Habita el misterio del símbolo. Danza con una sonrisa sobre los colmillos del caos

Escritos sobre tecnología

Este es breve. También fue escrito hace quince años.



El ser humano, naturalmente tecnológico


La cultura y la tecnología son nuestra naturaleza. La identidad de lo humano no se enfrenta a la tecnología, porque la tecnología es constitutiva de lo humano, forma parte de su circunstancia, de su estar en el mundo. El ser humano es un ser tecnológico desde siempre. Incluso el Gran Pensamiento Abstracto, al que rinden pleitesía los que han sido seducidos por la Alta Teoría que no se ensucia las manos, es posible gracias a invenciones técnicas, ya sea un palo para dibujar números sobre la arena, papel y lápiz, ordenadores o aceleradores de partículas. Tomemos como ejemplo dos disciplinas muy abstractas, que aparentemente no necesitan el apoyo de la tecnología para desarrollarse, sólo el pensamiento: la lógica y las matemáticas. Nadie puede avanzar hoy en lógica sin usar programas informáticos, y en matemáticas supongo que sucede lo mismo.

Escritos sobre Foucault

Los escribí hace quince años. Para mí era totalmente obvio —y lo sigue siendo— que creer en un Gran Sujeto, llámese Dios o Modos de Producción, era una forma de delirio. 



El alma es la prisión del cuerpo


No venimos de ningún origen privilegiado, fuente de sentido y de identidad, y tampoco hay una teleología histórica. El presente es un presente de dispersión, de desplazamiento, de diferencia. No se trata de hallar fundamentos, sino de describir multiplicidades, las formaciones que se han ido dando en la historia. Pero el método arqueológico no sigue un proceso reconstructivo. Es más bien una cierta forma de pragmatismo, en el sentido filosófico, no peyorativo, del término, dado que se trata de describir una serie de prácticas que nos constituyen. No se trata de investigar la racionalidad teórica, sino la de nuestras prácticas. El hombre es constitutivamente práctico, no contemplativo; y no hay a priori histórico que determine esas prácticas.


En la noción de “práctica” Foucault sigue al Heidegger de El ser y el tiempo. Si estamos inmersos en la realidad como seres prácticos, constantemente estamos, lo queramos o no, cambiando el mundo. Hay que explicar genealógicamente cómo se han constituido estas prácticas, su racionalidad y sus reglas.


Estamos siempre ya en una serie de “campos de acción” regidos por reglas. Las reglas son anónimas, en el sentido de que no hay un sujeto detrás de ellas, no hay nadie sujetándolas, ni Dios ni el destino.


Entonces el saber, constituido por una serie de prácticas, no tiene tanto que ver con el campo semántico de la conciencia como con el de la acción. Y es en este campo, el de la acción, donde se establecen relaciones de poder. La clave de la realidad es el poder, noción que para Foucault no tiene solo un sentido de dominación, ni se entiende jurídicamente, institucionalmente, como formando parte de la “superestructura”. El poder es productivo, produce identidades. Es una red de relaciones (no designa una sustancia) presentes en los campos de acción y que nos constituyen como sujetos “sujetándonos” a algo. El saber no es el fondo de lo vivido captado por la intuición (fenomenología) sino un conjunto de relaciones.


Todas nuestras relaciones sociales son relaciones de poder.

La noción de práctica está ligada a la de voluntad. Voluntad de poder y voluntad de saber.


Hay una serie de prácticas que organizan nuestras vidas. Constituyen los “ámbitos finitos de empiricidad”, los campos de acción. Hay que descubrir esos mecanismos no conscientes que regulan nuestras vidas. La realidad misma es un campo de fuerzas.


Hasta aquí vemos bien que lo que hace Foucault es una crítica a las filosofías de la modernidad basadas en la conciencia. Un frente de lucha contra Descartes, en el que le acompaña Deleuze.


A esta concepción del poder Foucault la denomina “microfísica del poder”, oponiéndola a las concepciones soberanistas que acaban por ver al Poder como el Gran Otro, una especie de singularidad trascendente y autónoma, independiente de nosotros. Pero el Gran Otro no existe. Foucault echa por tierra esa concepción mitológica: las relaciones sociales son relaciones de poder. Y también de “biopoder”, pues regulan nuestras vidas, nos configuran como seres “normales”. Son las prácticas las que nos “normalizan”. Actuamos siguiendo normas. En un campo social como el Instituto, por ejemplo, si en medio de clase alguien se subiera encima de la mesa, se desnudara y empezase a gritar, el resto no lo consideraría “normal”, ya que no estaría cumpliendo las normas que rigen en ese campo (en una performance teatral, sin embargo, algo así sí podría considerarse normal). Las reglas, o normas, no son fijas sino que cambian con el tiempo: son históricas.


Y para quien no cumple las prácticas normales hay lugares de encerramiento: el manicomio, la cárcel, etc.


El gran tema de la filosofía de Foucault no es, sin embargo, como pudiera parecer, el saber o el poder, sino el sujeto, cómo se constituye en individuo. El sujeto como cuerpo, no al estilo de Merleau-Ponty o los existencialistas, sino en el sentido del espacio sobre el que operan las distintas prácticas, ya sean prácticas de saber (que descubre la arqueología) o de poder (genealogía) que configuran al individuo.

Las prácticas, como las normas, cambian. Por ejemplo, pasamos de la confesión cristiana a ese sustituto suyo que es el psicoanálisis.


La verdadera individualidad viene definida para Foucault por el cuidado de sí mismo, que nos remite a Heidegger y a las formas de individualización precristianas de los estoicos o los epicúreos. Las relaciones de poder configuran el sí mismo, que no tiene en el cuerpo su prisión, como pensaba Platón, sino que, al contrario, es el alma la prisión del cuerpo.




Una ontología del verbo


Toda la especie de los verbos se remite a uno solo, el que significa ser. Todos los otros se sirven secretamente de esta función única, pero la han recubierto de determinaciones que la ocultan (…). Toda la esencia del lenguaje se recoge en esta palabra singular (ser). Sin ella, todo hubiera permanecido silencioso.

Michel Foucault, Las Palabras y las cosas (p. 99)


Para Foucault la historia no es el escenario de algún Gran Sujeto, ya sea la Providencia o la Razón (Hegel). Es el teatro de la finitud, pero no estamos representando ante nadie. El protagonista es el individuo, no hay que buscar ningún sujeto trascendental, sino la positividad desnuda del hombre como acontecimiento singular. No hay Providencia, no hay Razón que al final lo legitime todo. No hay determinismo. No hay un elemento de continuidad subyacente a la multiplicidad, ni el espíritu ni los modos de producción. Hay rupturas, discontinuidades. No hay un significado de la historia predeterminado. No hay Odisea (Ulises no vuelve a casa) ni Juicio Final. Hay una pluralidad de viajes, series de acontecimientos. Las concepciones románticas de la historia han buscado la identidad tras las capas de la diferencia, ya sea la identidad en el origen (como los nacionalismo) o en el fin (cristianismo). Pero la historia es un proceso de diferenciación.


También hay una lógica y un sistema categorial de la diferencia. Foucault lo construye apoyándose en un análisis del lenguaje. Entiende el enunciado como núcleo del lenguaje, no desde la forma lógica de la proposición, ni desde la forma gramatical de la frase, ni en el sentido analítico de los actos de habla, sino desde el punto de vista de la ontología, como una función de existencia que pertenece a los signos en los que se enuncia. La modalidad de existencia de los signos se diferencia de la lengua como sistema de signos y de las cosas.


La modalidad de existencia de los signos es similar a la de los incorporales de los estoicos. Es una incorporalidad real. Hay que referirse aquí al materialismo técnico de Bachelar, que no considera las cosas como datos, sino como productos; los fines científicos son materias construidas que se pueden usar, el elemento técnico-práctico es el que dota de valor a un producto. Este valor es un incorporal real.


Hay que referirse también a Heidegger, quien habla de una topología del ser, de los lugares donde acontece el ser. Esto ocurre en los enunciados, que hacen presente algo. Un enunciado abre un campo de significación, un claro en el bosque. Y en este campo rigen unas reglas. De esta forma se crea el archivoa priori histórico desde el que se piensa, se habla, se actúa. Descubrirlo es la tarea del historiador o, mejor dicho, del arqueólogo.


Foucault usa el término archivo, para diferenciarlo de tradición. Los archivos son variables, espacios de posibilidad. A diferencia de la hermeneútica, no todo está dicho, no se trata de actualizar lo ya dicho. La historia no es ni memoria ni recuerdo, porque no hay identidad, no hay un origen privilegiado, hay diferencias, y entonces la historia es un duro trabajo y tenemos que construir el sentido a cada momento.


Forma desnuda de la historicidad, el hombre está expuesto a los acontecimientos. El sentido está flotando entre las palabras y las cosas. No hay sustancias aristotélicas. La clave del enunciado no está en el sujeto (sustancia) ni en el predicado (idea), sino en el verbo. De esta forma, Foucault escapa a la falsa dicotomía entre el realismo y el idealismo.

Disquisiciones teológico-dominicales

Debería estar santificando las fiestas, concretamente este domingo de septiembre, día diecisiete de Nuestro Señor, pero por desgracia me veo sometido a la condena del trabajo —ya se sabe, la naturaleza humana está corrupta después de que la engañada Eva mordiera el prohibido fruto, y desde entonces el ser humano se ha de ganar el pan con el sudor de su esforzada frente. 

(El pagano Aristóteles, Dios lo tenga en su limbo, consideraba el trabajo asalariado esclavitud a tiempo parcial. Ahí queda eso).

A decir verdad, el trabajo bibliotecario puede hacerse, por regla general, sin sudar demasiado, y no se parece mucho a una condena bíblica ni a la imagen prototípica de la esclavitud, ya que, de nuevo por regla general, no hay que construir pirámides en remotos desiertos mientras te azotan con restallantes látigos en la espalda, pero también es verdad que hoy he dormido poco y que ayer bebí, que yo me acuerde, por lo menos un par de cervezas y un gin-tonic y un chupito, así que debería, como decía al principio, estar santificando este domingo, yaciendo en el lecho con la dueña y señora de mis pensamientos, a poder ser, pero en lugar de ello estoy aquí, trabajando en la infernal sala infantil de la biblioteca y escribiendo, cuando me dejan, este post que por alguna razón o sinrazón está plagado de retórica cristianoide, seguramente bastante irónica* (lo que de verdad pienso es que Eva no fue engañada, que mordió el fruto en un acto de coraje y valentía sin parangón en la historia universal, que Eva dijo sí a la conciencia y a la sabiduría, a la mortalidad, a la expulsión del paraíso, que esa historia ha sido maliciosamente malinterpretada por los atolondrados y no poco misóginos doctores que tiene la Iglesia Santa de Roma... Eva debía morder el fruto).

*La ironía es esencialmente ambigua, decía, si no recuerdo mal, Hegel. No es, por tanto, mera broma, es broma y seriedad al mismo tiempo. 

jueves, 17 de agosto de 2023

miércoles, 2 de agosto de 2023

El mito de la Cultura

Cuando uno se ve obligado a leer montones de majaderías idealistas, cursis y edificantes sobre las bondades de la Cultura, con mayúscula, no puede evitar acordarse de Gustavo Bueno y pensar que la Cultura es un mito, un mito tan oscurantista como el de la Gracia de Dios, pero mucho más cutre, porque la Gracia de Dios tiene, al menos, el aura sublime del fideísmo religioso radical. A su lado, el Reino de la Cultura parece —seamos sinceros— algo propio de socialdemócratas paniaguados.

Frankie and the Witch Fingers - Electricide (Official Video)

lunes, 31 de julio de 2023

Los que dudan

Irónicamente, quienes defienden que hay que dudar de todo no suelen dudar de que hay que dudar de todo. Son dogmáticos, y se contradicen a ellos mismos.

Pulk/Pull Revolving Doors

El arco y la lira: encomio del Estado español

¿Es unitario? ¿Es federalista? ¿Ambas cosas? ¿Ninguna? Todos parecen odiar la estructura del Estado español; los unos por ser demasiado unitario, los otros por serlo muy poco... Sin embargo, el Estado español, a medio camino del centralismo y del federalismo, se mantiene estable, asombrosamente estable. Porque el Estado español —y para saber esto hay que leer a los presocráticos, no a los politólogos— es una armonía de tensiones opuestas, como el arco y la lira.

domingo, 30 de julio de 2023

Kafka lifestyle

Con frecuencia he pensado que la mejor forma de vida para mí consistiría en encerrarme en lo más hondo de una vasta cueva con una lámpara y todo lo necesario para escribir. Me traerían la comida y me la dejarían siempre lejos de donde yo estuviera instalado, detrás de la puerta más exterior de la cueva. Ir a buscarla, en camisón, a través de todas las bóvedas sería mi único paseo. Acto seguido regresaría a mi mesa, comería lenta y concienzudamente, y enseguida me pondría de nuevo a escribir. ¡Lo que sería capaz de escribir entonces! ¡De qué profundidades lo sacaría! ¡Sin esfuerzo! Pues la concentración extrema no sabe lo que es el esfuerzo. ¡No retrocedas ante el habitante de la cueva!

Franz Kafka 

domingo, 23 de julio de 2023

Contra el partidismo, contra el periodismo

1. Casi en todas partes, decía Simone Weil, en lugar de pensar uno se limita a tomar partido a favor o en contra. Esta lepra intelectual se originó en el mundo político y después de extendió por la tierra.

2. Los medios de comunicación convierten la extensión de esta lepra intelectual en un espectáculo grotesco.

jueves, 13 de julio de 2023

Apología de la reacción

Hay que ser absolutamente moderno

Arthur Rimbaud


Hay que ser absolutamente posmoderno

Elena Medel


Hay que ser absolutamente reaccionario

Señor S. 

jueves, 6 de julio de 2023

Soledad y silencio: contra la comunicación

En estos tiempos, en los que todo quisqui parece estar en manos de las redes sociales, esos dispositivos de odio y sobresocialización compulsiva, de comunicación constante, histérica, demencial; en estos tiempos terribles en los que asistimos al triunfo absoluto del tertulianismo como sustituto del pensamiento, tal vez no estaría de más recordar lo que decía Deleuze, que hoy estamos anegados de palabras inútiles, en cantidades ingentes, y que el problema no consiste en conseguir que la gente se exprese —¡Por el amor de Dios, si la gente no hace otra cosa!— sino en poner a su disposición vacuolas de soledad y de silencio a partir de las cuales podrían llegar a tener algo que decir.

Qué descansada vida
la del que huye del mundanal rüido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido

Fray Luis de León

sábado, 24 de junio de 2023

Breve nota sobre la espada y la palabra

La espada y la palabra, la biografía de Valle-Inclán escrita por el catedrático Manuel Alberca, es un soberano coñazo. Una obra desmitificadora, de acuerdo. Ese es el problema. ¿A quién le interesa ese Valle-Inclán desmitificado? Queremos el mito, o sea, el relato, la leyenda. Los biógrafos son muy pesados todos con esa manía de desmitificar. ¿A cuento de qué tanto afán desmitificador? Además, Valle-Inclán se inventa a Valle-Inclán, se crea a sí mismo como personaje, y ese sí mismo fabulado es, en cierto modo, el más verdadero, el más auténtico. En la biografía se nos llega a contar lo que cobraba Valle por no sé qué edición de no sé qué libro, y uno piensa «Madre del amor hermoso, ¿cómo se puede aburrir así al personal?» 

PD: A ver, tampoco es tan aburrida. Yo me leí sus chorrocientas páginas. Y tampoco veo yo que Valle quede tan desmitificado. Al fin y al cabo, creíamos que estaba como una chota, y que era un genio, y la biografía no desmiente ninguna de esas creencias.

domingo, 11 de junio de 2023

Notas (a vuelapluma) sobre literatura y filosofía

Prólogo para franceses (y para el resto de nacionalidades)

Los estudiantes de la sala de Consulta de la biblioteca están —como es lógico y natural— estudiando. No requieren para nada de mi sabiduría y experiencia bibliotequil, así que yo puedo dedicarme tranquilamente a escribir aquí para pasar el rato en esta tarde de domingo (sí, hay bibliotecas que abren los domingos; y sí, hay gente que trabaja en ellas; y no, no es verdad que tenga mucho morro por pasarme una tarde de trabajo mirando movidas en Internet y escribiendo).


Prólogo a modo de breve y concisa autobiografía

Como quizá sepan, o seguramente no, yo fui un joven estudiante perezoso, quiero decir que no hacía ni el huevo, y como consecuencia natural de este no-hacer-ni-el-huevo repetí segundo de bachillerato. He de decir, en mi defensa, que el instituto me aburría soberanamente. Ir a clase se me antojaba un castigo despiadado del que no era merecedor en modo alguno, así que no iba. Pero saqué buenas notas en Filosofía y en Literatura. De ahí que ahora esté plenamente capacitado para escribir notas a vuelapluma sobre ambas disciplinas en un blog. Naturalmente, cualquiera lo está. No hay editores ni nada. Uno puede escribir lo que le de la santísima gana. 


El día en que Platón inventó a sus precursores

No tenemos datos sobre qué día fue exactamente. Borges dijo célebremente que Kafka había inventado a sus precursores. Entre ellos cita a Zenón de Elea y cierta antología de literatura china. Omite, creo recordar, a Robert Walser, tal vez por ser demasiado obvio. 

Igual que Kafka, Platón también inventó a sus precursores. No hay filosofía presocrática, esos precedentes son un efecto retroactivo de la irrupción en escena de Platón y su teatro de las ideas.


Epílogo: un final abrupto

Iba a escribir más notas (a decir verdad, solo he escrito una), pero no se me ocurre nada. Además, he de estudiar, porque he tomado la razonable y razonada decisión  de que es mejor sacarse una plaza antes de la jubilación.


Posepílogo: de lo que en realidad hizo el Señor S. en lugar de estudiar

En fin, iba estudiar, de veras que sí, pero es domingo y eso. Así que he estado leyendo unos tebeos de Spiderman que casi no recordaba, como en la canción. Spiderman y la gata negra, de Kevin Smith. Tengo tres (creo) números de esa serie, pero nunca terminé de leerlo. También he hojeado por encima una tesis doctoral titulada Simbolismo e imagen en al obra narrativa de Thomas Pynchon. He ido a rellenar mi botella de agua. He ido al baño. Le he mandado a la Señora C. una foto con el número de devoluciones retrasadas (341), las veces que he sido suspendido (309) y cartas de reclamación que me han enviado (137). He pensado en lo mucho que me gustaría estar con la Señora C. y no aquí, partiéndome el lomo.

El peor género de la literatura y otras cuestiones

El peor género de la literatura

Sin ninguna duda, el de la literatura de viajes es el peor género literario que existe. No hace falta ni leer esa clase de libros para saberlo. Es un conocimiento intuitivo, evidente, inmediato, que se adquiere por ciencia infusa. Quizás, solo quizás, podríamos salvar de la quema Viaje a la Alcarria, pero al resto de libros de esa especie hay que condenarlos, sin mayores escrutinios ni remilgos, a la hoguera.


Más allá de la posmodernidad: de la crítica de la tontería a la tontería de la crítica

Por dar una definición más de posmodernidad, que ya iba haciendo falta, propongo la siguiente: la posmodernidad es la época que prefiere la tontería al análisis crítico de la realidad. Es una definición breve y fácil de usar, aunque no está exenta de problemas, de muchísimos problemas; de hecho, cuanto más lo pienso, peor me parece, pero ¿qué definición no está exenta de problemas? ¿Acaso no fracasan todos los primeros diálogos platónicos al buscar las definiciones esenciales de la virtud, del conocimiento, de la belleza? Y si el divino Platón fracasó, ¿qué puede hacer un pobre bloguero que solo está escribiendo para pasar el rato?

Bien, la cuestión es que esta dicotomía maniquea, tontería versus crítica, es en sí misma muy tonta y criticable. Muchos adalides del pensamiento crítico no paran de decir majaderías y cursilerías sobre las supuestas virtudes del pensamiento crítico, ese bálsamo de fierabrás con el que piensan deshacer todos los males y entuertos de la sociedad contemporánea. ¡Más lectura! ¡Más educación! ¡Más cultura! 

He aquí, pues, la tontería de la crítica; la asunción acrítica de los milagros y maravillas de la todopoderosa crítica. Uno sabe que ha llegado el momento de echarse las manos a la cabeza y rasgarse las vestiduras, de patalear y de implorar, cuando escucha a bienintencionados humanistas sermonear al personal,  desde sus poltronas mediáticas, sobre la necesidad del pensamiento crítico. 


Cretinismo parlamentario, versión extendida

Voy a usar el concepto de cretinismo parlamentario un poco como a mí me da la gana, no como lo usó Marx en El 18 brumario de Luis Bonaparte. Me refiero al deplorable espectáculo de los debates parlamentarios, concretamente a los momentos expresamente escenificados con la intención de alcanzar resonancia mediática, televisiva sobre todo. Esto, que ya de por sí incita a odiar la democracia, alcanza niveles grotescos en las propias tertulias televisivas. Aquí el cretinismo parlamentario, su versión extendida, no se acaba nunca. 


Literatura y Commedia

Seamos serios: la buena, la gran literatura de la edad moderna es cómica. Baste una sucinta enumeración: el Quijote, el Ulises, El arco iris de gravedad. Nadie sabe de qué va esta última novela —algunos pobres infelices creen saberlo, como esos hermeneutas audaces que arriesgan interpretaciones osadas sobre el simbolismo de los plátanos en ignotos foros de Internet— pero está claro que es una obra cómica. Mejoraría si Pirata Prentice hiciera más apariciones y nos contara más formas de comer plátanos. 

domingo, 4 de junio de 2023

Marx, entre Aristóteles y Hegel

AQUÍ

El no reconocimiento de que, más allá de su mera naturaleza instrumental al servicio de un grupo de poder, el Estado es la cristalización de la normatividad a la que no puede sustraerse ninguna comunidad humana que pretenda dar un mínimo de seguridad a sus miembros, no podía dejar de tener consecuencias catastróficas

La noche oscura de la política

Quizá no haya ningún mito en el presente que sorprenda tanto como el del emprendedor. Individuos solitarios, héroes audaces, genios insuflados por el viento mágico del espíritu que, desde sus garajes, se enfrentan a las trabas estatales y consiguen materializar sus fantásticas visiones, conquistar los mercados, hacer del mundo un lugar mejor...

Naturalmente, todo esto es una patraña, pura fantasía ideológica. Detrás de todas las tecnologías que supuestamente nos han brindado estos prometeicos líderes libertarios, detrás de todas y cada una de ellas, está la inversión estatal, empezando por el mismísimo Internet (por no hablar de la disparatada idea de más mercado y menos Estado, cuando el mercado no puede funcionar sin el Estado). Sin financiación estatal no habría Internet, ni ninguna de las tecnologías de la información. 

Y, sin embargo, pese a la evidencia de que la tecnología y el desarrollo requieren inversión a largo plazo —algo que la inversión privada no puede ni quiere hacer— este relato tan extravagante y falaz, legitimador de la ideología empresarial, sigue siendo, por desgracia, ampliamente aceptado y celebrado. Y así las élites, irónicamente, cuentan con el aplauso y el beneplácito de las clases populares. 

Nunca hubo noche tan oscura y tan triste para la acción política.

jueves, 16 de marzo de 2023

Finitud e infinitud

Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito.

Roberto Bolaño 

miércoles, 8 de marzo de 2023

Philip Roth o el lamento falologocéntrico

Philip Roth, el machirulo supremo de la literatura norteamericana, el misógino, el hombre a una polla pegado. Etcétera. 

Pero, señores del jurado, Portnoy se define como el Raskolnikov de los pajilleros. ¡El Raskolnikov, por Dios! Lean a Dostoyevski. Nada menos que como el protagonista de Crimen y Castigo. ¿En serio creen ustedes que simplemente se trata de una oda a la masturbación?

PD: Por cierto, en El Pecho —esa novela se podría haber llamado La Teta— Philip Roth demuestra que es un genio supremo de la comedia. Kafka se habría reído a carcajadas leyéndola, no me cabe la menor duda.

Apología de Michel Houellebecq

Si tenemos en cuenta que el neoliberalismo —es decir, el egoísmo, la sociopatía, la destrucción sistemática de todo lazo comunitario a excepción del mercantil— es el mal de nuestro tiempo, la obra de Michel Houellebecq, enteramente dedicada a diagnosticarlo y combatirlo, es, en el fondo, un ejercicio de bondad.

domingo, 5 de marzo de 2023

Descripción de la sala infantil de la biblioteca

La sala infantil es una modalidad del infierno. Los pobres y sufridos auxiliares que tienen la desgracia de que les toque esa sala pasan por un calvario. Los padres forman corrillos y hacen tertulias. Los niños gritan y corren como salvajes, los adolescentes, o preadolescentes, o lo que sean, se ríen de forma exageradísima, estridente, molesta, y se pelean entre ellos, medio en broma medio en serio. Siempre hay ruido de fondo. Los padres, quizá por que abrazan la posmodernidad y la tolerancia, generalmente no riñen a sus hijos ni les mandan callar sino que les dejan a su libre albedrío. Pueden tirar estanterías de libros, arrastrar sillas y dejarlas en cualquier lado, lo que sea. En fin, todo es un horror constante, un caos de voces, risas estridentes, sillas que se arrastran, teléfonos móviles a todo volumen... y más ruidos molestos inidentificables.

PD: Para más inri, ahora hace frío. La sala está helada, como el resto de la biblioteca, como el resto de locales, bares y restaurantes. Ahora hace frío en todos lados, vayas donde vayas. Han dejado de poner la calefacción. Vas a comer a un sitio y hace frío. Vas a desayunar a media mañana, en el descanso, y pasas frío. Ahora se pasa frío todo el rato en todos lados. 

miércoles, 25 de enero de 2023

Ateísmo - Gustavo Bueno - Tesela 063


La idea de Dios es autocontradictoria. No puede existir, igual que no pueden existir los círculos cuadrados.