viernes, 7 de febrero de 2020

07/02/2020

No sé si os habías fijado, pero ahora ya casi solo escribo los viernes. Después de trabajar durante toda la semana, de estar inmerso en esa cotidianidad de término medio a la que ya he aludido bastantes veces, de estar inmerso en el mundo común, socializando y atendiendo al público, el viernes se ha convertido en el momento de la soledad y la escritura, de la nostalgia, de la reflexión. Escribir es participar de la afirmación de la soledad donde amenaza la fascinación, como dijo Blanchot. 

Es verdad que no estoy escribiendo gran cosa, nada excepcional, pero bueno, algo es algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario