sábado, 21 de marzo de 2020

21/03/2020

Si bien ayer hablaba de cierta necesidad de seriedad trágica, de confrontar lo real traumático sin la distanica de seguridad irónica, no deja de ser verdad que sigo haciendo bromas o comentarios irónicos. Hoy he hablado de nuestra situación calificándola de eremitismo global contemporáneo y de nuevo régimen monacal internacional. Y ayer, mientras hablaba por teléfono con mi hermano, cuando mis vecinos empezaron a salir a los balcones y sonaron los primeros aplausos dije: «¡Hostia, personas tridimensionales! Se hace raro ver gente que no está en una pantalla». 

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