miércoles, 30 de abril de 2014

¡Viva el analfabetismo espiritual!

Cristóbal Serra.
Di disparates, hombre, di disparates.

¿Obra de arte o broma?

Hay personas que no se interesan lo más mínimo por el arte contemporáneo aunque, eso sí, les encanta juzgarlo (y, generalmente, condenarlo). Cómo se las arreglan para saber, pese a su notoria falta de interés, que ese arte (aunque tendríamos que preguntar cuál, si las vanguardias clásicas, si el arte actual, si... un montón de cosas más) es una farsa sin valor, es algo bastante misterioso. No acierta uno a saber por qué están tan interesados en juzgar algo que no les interesa. Y una pregunta que suele plantearse es la que titula este post. Pero, ¿por qué habría de ser una disyunción exclusiva? Quiero decir, ¿por qué no podría algo ser, a la vez, una broma y una obra de arte?

Egon Schiele, en la cuerda floja

Aquí.

martes, 29 de abril de 2014

Los poetas

Otro problema con algunos poetas es que, en ocasiones, dicen cosas totalmente absurdas, como, por ejemplo, que desgraciadamente no nos gobiernan poetas. A ver, que no se nos vaya la pinza tanto. Cualquier persona con un mínimo elemental de cordura sabe que lo cierto es todo lo contrario: menos mal que, al menos, no nos gobiernan poetas. En fin, no hace falta ser Platón para que a uno le entren ganas, cuando oye estas insensateces/demagogia de baratillo, de expulsar a los poetas de la ciudad.

PD: De hecho, lo primero que habría que hacer si la poesía se alía con el poder es echarse a temblar.

Los recitales de poesía

Mi problema con los recitales de poesía es, sencillamente, que soy incapaz de entender un poema si en lugar de leerlo lo escucho. Además, los poetas suelen poner una voz afectada que me parece bastante ridícula. Y, aunque seguramente esté equivocado, me parece que los poemas sin rima ni métrica no están destinados a ser escuchados sino leídos. Aunque seguramente algún tipo de métrica deberían de tener, para ser poemas y no regurgitaciones de palabras yuxtapuestas al azar. O tal vez no. En fin, los poemas en prosa de Rimbaud son poemas ¿no? Pero, continuando con mis deslavazadas ocurrencias matutinas, la poesía contemporánea es -mejor dicho: me parece a mí- demasiado compleja como para poder ser comprendida en una primera escucha. Yo necesito, ya digo, leer, tener a la vista las palabras. Eso me permite, por ejemplo, concentrarme en la impresión que me produce un verso, dejar que mi imaginación vagabundee un rato, que se demore y ramifique. Si estuviera escuchándolo no podría hacer eso. No sé si esto solo es cosa mía, pero creo que para que un poema funcione al ser recitado debe estar compuesto de una determinada forma, en la que primen los aspectos rítmicos sobre la complejidad y densidad simbólicas. Todos nos sabemos de memoria el de con cien cañones por banda... Ese sí es recitable. 

lunes, 28 de abril de 2014

No es fácil

No, no es fácil escribir. Es duro como partir rocas. Pero saltan chispas y astillas como aceros pulidos.
Clarice Lispector

Fríos ángeles del alba y otros ángeles

EL ÁNGEL 
Al amanecer,
cuando la dureza del día es aún extraña,
vuelvo a encontrarte en la precisa línea
desde la que la noche retrocede.
Reconozco tu oscura transparencia,
tu rostro no visible,
el ala o filo con el que he luchado.
Estás o vuelves o reapareces
en el extremo límite, señor
de lo indistinto.
No separes
la sombra de la luz que ella ha engendrado.
José Ángel Valente


¿Quién sabe? Un ángel podría extraviarse entre nosotros.
Mallarmé


¡Señor, gracias! ¡A ti que nos cambias
las noches de exilio por días bendecidos!
¿No bastaba tu coro de ángeles,
cisnes puros de los celestes nidos?
Mallarmé


EL ÁNGEL 
Inclinada su frente, aparta
lejos de sí aquello que obliga y limita,
pues en su corazón va, erguido y potente,
aquel que verá en lo eterno y rueda de ello en torno.
Ante él están los cielos profundos
plenos de imágenes, y cada una puede llamarlo:
¡Oh! Ven y reconoce. No dejes nada
de tu peso en sus frágiles manos
para que lo sostengan. De noche acudirían
a ti, para afirmarte en la lucha, y vagar
irritados por casa, y agarrarte, como si te hubieran
creado, rompiendo la forma en ti
Rilke


Todo ángel es terrible
Rilke


Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en que vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
Alejandra Pizarnik


Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento
Alejandra Pizarnik


LOS ÁNGELES MUERTOS 
Buscadlos, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota
o una estrella pisoteada
Rafael Alberti


Durante toda la noche
en una vigilia superior a mis fuerzas
que, de tarde en tarde, un ángel
descendía a avivar
(a veces lo confundía
con el alba, pero
el alba no podía venir)
pensaba: la adolescencia tiene
un ojo fijo, sometido a la muerte,
un ojo suicida y cruel
José Ángel Valente


Al fin, sobre el torso desnudo
brilló el acero al aire,
puro como el ala de un ángel.
Mas no era un ángel.
José Ángel Valente


Y, por último, Ángeles, de Juan Eduardo Cirlot