jueves, 30 de enero de 2014

miércoles, 29 de enero de 2014

Supersubmarina - Los Campanilleros

Eros versus Hermes

En lugar de una hermeneútica, necesitamos una erótica del arte
Estefanía Dávila Martín, Imágenes anacrónicas, tiempos heterogéneos: la poética cinematográfica de Gilles Deleuze como estudio de la crisis de la representación en el arte
Experimentad, no interpretéis jamás.
Gilles Deleuze, Diálogos 

Los Planetas - San Juan de la Cruz

Parálisis

Más de trescientos borradores. De la autocrítica a la parálisis permanente. Tal vez he perdido la capacidad para hablar con coherencia sobre cualquier cosa. Tal vez me he vuelto tan vago que hasta hilvanar frases me da por saco. Quién sabe. Adaptaré mi sintaxis. Fragmentaria. Entrecortada. No doy más de mí. Es lo que hay. Como tantos otros. Especie de imitadores de Beckett. Todos la misma sintaxis. Un asco y una desesperación. Sí, todos iguales. Todos reflejando en su verbo aséptico el tedio contemporáneo. El espejo de sus escritos reflejando el zeitgeist, acogiéndolo en su seno inmaculado. Más aburrido leerlos que vivir. Y el espíritu sopla donde quiere, como siempre. El espíritu que es soplo, un soplo tenue, apenas material, el espíritu que sobrevuela la carne y todo lo de aquí abajo y existe desde siempre y se encarna, se hace carne, se inscribe en el cuerpo corruptible de la escritura. Así San Juan. Y el logos era en el principio y el logos era dios. Pero no, no es así. Quién sabe, de todas formas. Dudoso, en cualquier caso. El espíritu que existe desde siempre, la presencia plena, que desciende y se encarna. ¿No será exactamente al revés? Y estas cuestiones, ¿a quién le interesan? Y, ¿las estaré formulando bien? ¿Cómo puedo saberlo? ¿Qué quiero decir cuando digo si no será al revés? ¿A qué me refiero? ¿Ven cómo pierdo la capacidad para hablar con coherencia?

viernes, 24 de enero de 2014

Supersubmarina - XXI



Somos herederos de algo que ya no queremos, de algo que hace mucho tiempo establecieron cuatro viejos. Así es.

jueves, 23 de enero de 2014

Aforismos de un diletante nihilista y perezoso

Inútil merodear alrededor de tediosos fárragos verbales perpetrados por académicos sistemáticos para, por fin, volver a encontrarme felizmente con el bueno de Cioran, ese viejo amigo. Alejémonos de los buscadores de la Verdad. Seamos más lúcidos. Disfrutemos de la lectura.

Es un imperativo del honor filosófico no discutir jamás. Algunos calificarían esta actitud de dogmática. Que digan lo que les parezca bien. No vamos a discutir con ellos.

El descuidado estilo de innumerables filósofos debiera servir como argumento en contra de lo que dicen. La independencia del significado respecto del significante es, desde luego, una ilusión metafísica. Puro idealismo, pura mentira, pura tontería. 

La honestidad del diletante, del vago, del desganado. Algún día me veré obligado a escribir un mamotreto sobre esta cuestión. Algún día siempre por venir, claro.

La pereza es la más poderosa de las pasiones, como sabía Beckett. El vitalismo me da pereza: tanto moverse por la carretera de un lado a otro, como en cierta novela.

Ser algo ya es un exceso. Con ser basta.

Diseñar una tabla de categorías, estructuras, todo muy sincrónico y sistemático, y a continuación forzar a la realidad a pasar por tu embudo mágico. Bien está, pero que nos dejen a nosotros cazar algún instante desgajado, suelto, algún pequeño instante que flote ingrávido y luminoso, sustraído al furor del tiempo. 

El gran desfile del espíritu hegeliano atraviesa la Historia. Apartémonos, dejémosle pasar. Que siga su curso sin nosotros. Permanezcamos siempre al margen de tales estruendos.

lunes, 13 de enero de 2014

Girls

-Girls no está tan mal.
-La fiebre te hace delirar, Girls es lo peor que le ha pasado al siglo XXI.
-Ya, que Lena Dunham es un poco odiosa.
-¿Un poco? Por favor.

Se comenta

Que la tercera temporada de Homeland es aún peor que las anteriores. Nos extraña; puesto que no creíamos posible empeorar una seria tan rematadamente mala. Mala mala mala mala.

jueves, 9 de enero de 2014

Matrix reloaded

Ni idea de que hubiese seres humanos a los que no les gustase esta gran obra. Aunque yo hubiese puesto en boca del Arquitecto un discurso derridiano: Te equivocas, Neo, no hay significado trascendental, no hay una verdadera realidad fuera de la cadena de signos. Solo hay huellas de huellas, hasta el infinito. Huellas que no remiten a un origen. No hay origen, Neo. No hay principio ni fin. Solo diferencias, Neo. Acepta la verdad: que no hay verdad, que todo tu forma de pensar no es más que el efecto producido por años de metafísica platónica, de oposiciones binarias, dentro/fuera, interior/exterior, inteligible/sensible. Neo, debes comprender que la iterabilidad de los signos y su capacidad de significar en diferentes contextos les aboca estructuralmente a una ineludible y constitutiva polisemia. Solo pensamos mediante signos. ¿Qué es Matrix? La infinita proliferación de simulacros sin original, texto sin afuera, en el que no es posible inscribir una marca que no sea una nueva marca. Tejido sin centro. Matrix, Neo, es un universo sin Dios.
Tú no eres el Mesías