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La historia de la ambigua relación entre los hombres y las ninfas es la historia de la difícil relación entre el hombre y sus imágenes.Giorgio Agamben, Ninfas
La historia de la ambigua relación entre los hombres y las ninfas es la historia de la difícil relación entre el hombre y sus imágenes.Giorgio Agamben, Ninfas
La puerta (ostium) —continúa Isidoro, con una definición que Kafka habría podido suscribir sin reservas— es aquello gracias a lo cual alguien nos impide entrar, y los ostiarii, los porteros, "son aquellos que en el Antiguo Testamento les impiden a los impuros la entrada en el Templo"Giorgio Agamben, Desnudez
Porque los niños poseen una abundante vitalidad, porque tienen un espíritu intenso y libre, por consiguiente prefieren las cosas repetidas e invariables. Siempre dicen «hazlo de nuevo» y el adulto vuelve a hacerlo hasta el límite de sus fuerzas. Pero tal vez Dios es lo suficientemente fuerte para regocijarse en la monotonía. Es posible que Dios le diga todas las mañanas al sol: «hazlo de nuevo».Chesterton, citado en El títere y el enano: el núcleo perverso del cristianismo, Slavoj Zizek.
Pero ahora el snark está cerca, ¡os lo vuelvo a repetir!Lewis Carroll
y buscarlo es nuestro glorioso deber.
La vida no puede coincidir consigo misma y se escinde en una vida que vivimos (vitam quam vivimus, el conjunto de eventos que definen nuestra biografía) y una vida por la cual y en la cual vivimos (vitam qua vivimus, lo que vuelve la vida vivible y le da un sentido y una forma). Vivir en el mesías significa revocar y volver inoperosa en cada instante en todo aspecto la vida que vivimos, hacer aparecer en ella la vida por la que vivimos.
Si hay un campo específico donde el conocimiento técnico ha expulsado a los sujetos sociales reales de su interés manifiesto éste ha sido el de la economía formal y sus disciplinas anejas, la gestión de empresas y la investigación de mercados; donde una maraña de sofisticadísimos aparatos conceptuales —basados en los muy elementales principios psicológicos, conductistas y utilitaristas que fundamentan el horrendo Homo oeconomicus— sólo sirven para legitimar un liberalismo ontológico que define como racionales a las diferentes formas de depredación (del medio ambiente, de los grupos sociales débiles, de los conocimientos y saberes colectivos) que han impuesto históricamente las élites capitalistas sobre sus entornos naturales, sociales y cognitivos.Luis Enrique Alonso, Prácticas económicas y economía de las prácticas: crítica del postmodernismo liberal
Tuvimos apenas unos días, pero fueron muy largos.
La luz cambiaba sin cesar.
Unos días, repetidos a lo largo de los años,
en el transcurso de una década.
Y cada encuentro estuvo cargado de cierta exactitud,
como si hubiéramos viajado, por separado,
una gran distancia; como si hubiéramos tenido,
a través de esos años nómadas,
un destino, al fin y al cabo.
No un lugar, sino un cuerpo, una voz.
Unos días. Una intensidad
a la que no se le permitió nunca volverse
tolerancia o afecto adormecido.
Y así creí, durante años, que era una absoluta maravilla;
en mi cabeza volvía una y otra vez a esos días,
convencida de que eran el núcleo de mi vida amorosa.
Los días eran muy largos, como lo son ahora.
Y los intervalos, las separaciones, fervientes,
teñidas por una especie de júbilo apasionado que parecía,
de alguna forma, prolongar aquellos días, inseparable de ellos.
Para que unas pocas horas abarcasen la vida entera.
Unas horas, un universo que ni se desplegaba ni se encogía,Louise Glück
al que, en cualquier momento, era posible acceder,
para que mucho después del fin, pudiera volver a él sin problemas,
pudiera vivir casi por completo en la imaginación.
La doctrina fundamental de la política posmoderna es que no hay ningún acontecimiento, que «nada ocurre realmente», que el acontecimiento-verdad es un cortocircuito pasajero, ilusorio, una identificación falsa que será dispersada un poco antes o un poco después por la reafirmación de la diferencia o, en el mejor de los casos, con la promesa efímera de la «redención por venir», respecto de la cual debemos mantener una distancia adecuada, para evitar consecuencias totalitarias catastróficas; contra este escepticismo estructural está perfectamente justificado que Badiou insista en que los milagros ocurrenSlavoj Zizek, El espinoso sujeto: el centro ausente de la ontología política