viernes, 31 de enero de 2020

31/01/2020

Acontecimientos en apariencia nimios e intrascendentes —lo infraordinario, que diría, tal vez, Perec— que por alguna razón se te quedan grabados en el cerebro. Recuerdo, por ejemplo, tomar chocolate con mi hermano, en Astorga, en una cafetería cualquiera, hace unos cuantos años, en carnavales...

31/01/2020

Vivir la vida como algo cuyo propósito no fuera la verdad sino la ternura. La idea, por supuesto, es de Proust, quien por algo y no por nada es el mejor escritor de todos los tiempos.

31/01/2020

El extraño poder desgarrador de la música y de la poesía: un ateo como tú, que dejaste de ir a clase de religión en sexto de EGB, completa y absurdamente emocionado al escuchar a Cohen cantar que Jesús fue un marinero

Emocionado y además convencido de que all men will be sailors...

Y eso que nunca, por desgracia, has vivido cerca del mar (qué lejos sigue el mar de nosotros, qué lejos el ser).

sábado, 25 de enero de 2020

25/01/2020

¿Por qué los miembros de la secta gustavobuenista hablan y gesticulan igual? Resolvamos el misterio de una vez por todas: no son sujetos operatorios reales sino marionetas movidas por el Ego Trascendental Supremo, el mismísimo don Gustavo, quien, convertido en esencia terciogenérica, maneja los hilos a su antojo y se expresa materialmente en las morfologías dinámicas de sus discípulos.

25/01/2020

El mejor grupo de la historia: The Smiths.

25/01/2020

Ahora eres mucho más sociable que antes. Hablas más, mucho más, con mucha más gente, todos los días, que antes. Ahora tienes trabajo, ganas dinero, eres un adulto funcional. Ya no puedes escribir tus tonterías desesperadas de antes: destinos rotos, noches azules. Ya no te supone un problema llamar por teléfono a desconocidos, por ejemplo. Te has acostumbrado. Pero sientes que has perdido algo. Algo importante. Como si al abandonar tu estupidez, desesperacion y desequilibrios emocionales (pos)adolescentes que tanto odiabas también hubieses abandonado una parte importante de lo que eras, algo indefinible que ya nunca volverás a sentir, una cierta intensidad que se diluye lentamente, con el paso del tiempo. Te gustaría saber expresarte mejor, decir mejor, de manera más precisa, lo que sea que quieres decir, pero esto es lo que hay: realmente no sabes qué quieres decir, ni para qué, ni por qué, ni a quién...

viernes, 10 de enero de 2020

10/01/2020

Dices que en realidad los recuerdos siempre se están perdiendo como lágrimas en la lluvia y que cualquier hora es la hora de morir. Que ya sientes una vaga nostalgia, sin duda prematura, por recuerdos de hace apenas un par de semanas. Y recuerdas recordar, huellas de huellas, la dirección difícil, la que usa el salmón. Dices que nunca llegaremos a ninguna parte y que en el camino habrá cerveza, cigarrillos, música y risas. Y que eso es suficiente, que eso debería bastar. Mientras, sueños lunáticos acerca de muchachas indecibles a veces nublan tu cerebro atolondrado...