domingo, 30 de enero de 2011

Como un hechizo

La palabra actúa, no como fuerza ideal sino como una fuerza oscura, como un hechizo que constriñe las cosas, las hace realmente presentes fuera de ellas mismas.

Maurice Blanchot

Caer

Vi estrellas rotas alejándose
lágrimas que salpican.

Me escondía en un rincón
lejos de las miradas
más quieto que una roca
y más callado
esperando que alguien
me empujara para caer.

Las palabras se quedaban
atrapadas en mi garganta:
no sabía ya gritar ni morder
ni llorar ni reír ni nada
sólo huía con un temblor de flores muertas
y ojos de nieve derretida.

Por las calles vacías
retumbando en mis oídos
un sabor a despedida
y una mano fría de mentira
dibujaba mis labios
pero ni la mano ni yo ni nada
servía para nada.

Simplemente me dejaba caer.

jueves, 27 de enero de 2011

Inland Empire

¿De qué va la historia de ‘Inland Empire’? De una actriz que se siente una puta, tanto dentro como fuera de la película, como mujer y como profesional del cine. Y punto. Es lo único que hay que entender.

De un blog de cine


Alternativa:

¿De qué va Inland Empire? De la insuficiencia esencial de la la puta realidad, tanto dentro como fuera de la película, como simbolización y como lo siniestro que la precede. Y punto. Es lo único que hay que entender.

PD: Por otra parte, yo soy un espectador de cine totalmente convencional. Al final de 500 days of summer -warning: spoilers- no me podía creer que la protagonista se casase con un tipo que ni siquiera ha aparecido en pantalla. Las reglas exigen que quien no aparece en pantalla es un ser totalmente insignificante. Además, el protagonista sale con una camiseta con la portada de Unknow Pleasures, que es un signo evidente de su gusto superior. Por lo que sabemos del otro tipo, lo único que sabemos del otro tipo, ha leído Dorian Gray. No hay punto de comparación.

Fake Empire

Desarraigo trascendental

El lenguaje nunca
morderá los labios del ser.

miércoles, 26 de enero de 2011

Irremediable

Todo es irremediable: la luz que no se filtra en el poema
y el coro de gargantas rotas a la sombra,
el canto mudo de las ramas que se abrazan
y el fulgor inútil de un rostro urdido en la noche.
Todo es irremediable: alegraos.

lunes, 24 de enero de 2011

Voluntad de poder en ascenso

Yo conozco la alegría que da saltos alocados en medio del desgarro,
que muerde el viento, respira, se desliza y aplaude enfebrecida,
la melodía que avanza tejiendo el ciclo de los instantes eternos.

Mogwai



Llevo toda la tarde escuchando esta canción, compulsivamente, en modo eterno retorno.

domingo, 23 de enero de 2011

Visiones del frío y la distancia

En invierno el calor de los cuerpos cruza pasadizos secretos.
Manos frías ardiendo en la oscuridad a la espera de un encuentro.
A la espera de que, por fin, un día, pase algo.
Un acontecimiento que se inscriba en la línea de Aión.
Que estalle. Las chispas se quedarán girando en el aire.
Y danzarás con los ojos cerrados.
Buceando en la helada claridad del cielo.
En la nitidez feroz de unos labios de cristal.

Godspeed You! Black Emperor: World Police and Friendly Fire (tercer movimiento de Static)



PD: Del mejor disco de la década, Lift your skinny fists like antennas to heaven

sábado, 22 de enero de 2011

Proyecto vital

Que se yerga ligera la sonrisa que mis ojos se beben ahora que atardece y no hay nadie.

viernes, 21 de enero de 2011

Variaciones de Rimbaud

Senté a la belleza en mis rodillas
pero no la encontré.

Quizá

Quizá regresar
con los ojos enrojecidos
los labios partidos
las manos vacías
y volver a gritar
palabras que se quiebren
en la piel estremecida
de la noche

Necesidad y libertad

Ellos [los artistas] saben demasiado bien que justo cuando no hacen ya nada voluntariamente, sino todo por necesidad, es cuando llega a su cumbre el sentimiento de libertad, de finura, de omnipotencia, de establecer, disponer, configurar creadoramente, en suma, que entonces es cuando la necesidad y la libertad de la voluntad son en ellos una sola cosa.

Friedrich Nietzsche, Más allá del bien y del mal

Port O'Brien

jueves, 20 de enero de 2011

Donde el grito triunfa

Me mudaré donde el grito triunfa
y el mundo estalla
y la garganta conquista el viento
y el instante reclama
su derecho a la eternidad
y fumo y me consumo
pero salto alegre como pez desquiciado
o corriente devastadora
y nada permanece
pero igual cantamos a voces

Las espumas viven

La esfera una ha implosionado, ahora bien, las espumas viven

Peter Sloterdijk


La nube de humo alrededor de tu boca
saliva de mar donde nadan
peces que no existen y que saltan alegres
al lugar donde antes había un rostro
y ahora queda la ceniza de tu risa

saltan hasta ahí son espuma
esquirlas desvanecidas de lo vivido
esculturas flotantes abandonadas
al vaivén del viento solitarias

pero besan la luz con los ojos
deshechos en ríos de aguanieve

una luz fría como piedra líquida
baña tus manos ausentes

desperdigados por el aire resuenan
trazos de espuma huellas
clavadas a mi piel

y hoy la luz crujiente del cielo me basta y me sobra
aunque desaparezca
también

PD: Escrito sin pensar y escrito, descaradamente, después de leer a Aleixandre. Trato tan sólo de cuidar las imágenes. El sentido se cuida solo. Creo. Espero. De Derrida a mí lo único que me gusta fue lo que dijo sobre los poemas: que corren el riesgo de carecer de sentido, y que no serían nada sin ese riesgo.

Lo nuestro es pasar

Todo pasa.
La realidad transcurre
como un pájaro alegre.
Me lleva entre sus alas
como pluma ligera.

Vicente Aleixandre

lunes, 17 de enero de 2011

Internet ontológico

Teddy Bautista ha declarado que lo importante no son los elementos tecnológicos sino el Internet ontológico. También ha dicho que Internet no es un invento y que se reforzarán las labores de educación del consumidor. Ardo en deseos de ser educado -¡sapere aude!- y de que se me explique qué es Internet, ya que, siguiendo al filósofo Bautista:

a) Lo importante es el ser de Internet

b) El ser de Internet no es un invento

Creo que Teddy tiene que abandonar la SGAE y encerrarse en casa a leer como un cosaco a Heidegger. Sólo nos ofrece una definición negativa. Definición que, además, oscurece y envuelve en brumas misteriosas el ser de Internet, que es lo que le importa al filósofo Teddy. Claro que es posible que la lectura de Heidegger no le aclare mucho las cosas.

Si Teddy está pensando en escribir un tratado de ontología sobre el ser de Internet, creo que el primer capítulo debería investigar el concepto de información y su reproductibilidad en la era digital (parafrasear a Benjamin siempre queda bien.)

Estoy seguro de que concluirá que la identificación de copiar y robar es una falacia propia de personas a las que no les interesa el Internet ontológico. Vamos, lo que vendría siendo chusma inmunda necesitada de educación.

sábado, 15 de enero de 2011

Baco y Ariadna


Es tarea de Dionysos hacernos ligeros, enseñarnos a danzar, concedernos el instinto del juego. Hasta un historiador hostil, o indiferente a los temas nietzscheanos, reconoce la alegría, la aérea ligereza, la movilidad y la ubicuidad como otros tantos aspectos particulares de Dionysos. Dionysos lleva al cielo a Ariadna; las pedrerías de la corona de Ariadna son estrellas. ¿Reside ahí el secreto de Ariadna? ¿La constelación surgida del famoso lanzamiento de dados? Dionysos es quien echa los dados. Él es quien danza y se metamorfosea, quien se llama «Polygethes», el dios de las mil alegrías.

Gilles Deleuze, Nietzsche y la Filosofía

viernes, 14 de enero de 2011

Respirando el aire de las alturas

Ahora el viento entra a raudales y oxigena el alma
que sobrevuela la noche a toda velocidad
transformando el caos en una estrella danzarina.

La ventana ha devenido trampolín,
casi rozamos la corona de Ariadna.

La imaginación creadora

(Advertencia: el siguiente post es confuso, impreciso y falto de rigor)

Antes de Kant la metafísica vivía su sueño dogmático plácidamente. Eran buenos tiempos. Con Spinoza podía pasarse del conocimiento confuso mediante imágenes, intuiciones sensibles, al conocimiento supremo, las intuiciones intelectuales. Era un paso difícil, pero posible. De la ignorancia a la sabiduría, del miedo a la alegría y a la felicidad, de la servidumbre a la libertad, libertad que suponía la plena posesión de nuestro poder de pensar, de ser y de actuar. Los viejos buenos tiempos, ya digo. Pero, en fin, viene Kant. Todos quisiéramos que Kant no hubiese existido, pero lo sucedido, como sabían los griegos, ni los mismos dioses pueden hacer que no haya sucedido: el tiempo es irreversible, los dioses están sometidos al destino.

Kant se carga la continuidad de la sensibilidad y del entendimiento, y dicha continuidad era la que permitía el paso de las afectos a la sabiduría feliz. Ahora hay una señal de prohibido el paso. Las intuiciones intelectuales son fantasías. Wittgenstein también pondrá una señal de prohibido el paso. Para Kant la intución depende del objeto, es pasiva, receptiva, no puede ser creadora, es derivada. Se pueden construir conceptos en matemáticas, eso sí, pero sólo en matemáticas. Por ejemplo, el concepto de círculo hace intuible en una figura todas sus propiedades universales. Pero si la filosofía hace esto produce fantasmas. La sustancia de Spinoza, por ejemplo, sería un fantasma.

Así, la metafísica no aporta conocimiento. Despierta de su sueño un poco atontada, no sabe muy bien qué ha pasado, no sabe por qué Wittgenstein quiere destruir la filosofía y la manda callar, por qué le niega el derecho a crear. Sus creaciones no tendrían sentido, dice. Luego viene la triste historia del positivismo lógico, que ni entiendo ni me interesa lo más mínimo, así que no se la voy a contar. Deleuze, sin embargo, no se arredra ante tan poderosos enemigos. Da un paso al frente (un nietzscheano paso al frente) y dice: sí, bien, las intuiciones intelectuales sólo pueden ser fantasías, pero esas fantasías no pueden ser declaradas irreales, patológicas o inexistentes. Sólo mediante ese desvarío de la razón indisciplinada puede el pensamiento alcanzar el punto de génesis del concepto, el fondo preconceptual desde el cual los conceptos se crean. Siempre y cuando se trabaje adecuadamente sobre esa fantasía.

Lo que distingue a la obra de arte de la enfermedad, de la locura empírica, es el tipo de trabajo que se realiza sobre esa fantasía. Gracias a ese trabajo, la fantasía se convierte en intuición intelectual. La imaginación creadora es el puente que une sensibilidad y entendimiento. Por eso la estética es crucial en el sistema filosófico de Deleuze, no es un refugio. Deleuze siempre ha dicho que para que el pensamiento se produzca necesita ser forzado por una necesidad exterior a él mismo. El hombre no aspira por naturaleza al saber. El hombre es forzado a pensar, y es esta fantasía lo que le fuerza. Al menos esto es lo que he entendido de una conferencia sobre Deleuze que dio Jose Luis Pardo.

Aprender a jugar

Saber afirmar el azar es saber jugar. Pero nosotros no sabemos jugar: «Tímido, vergonzoso, torpe, semejante a un tigre que ha perdido su impulso: así es, hombres superiores, como os he visto a menudo deslizaros hacia un rincón. Habíais perdido una tirada. Pero ¡qué os importa a vosotros jugadores de dados! No habéis aprendido a jugar y a provocar del modo que hay que jugar y provocar». El mal jugador confía en varias tiradas, en un gran número de tiradas: de esta manera dispone de la causalidad y de la probabilidad para conseguir una combinación deseable; esta combinación se presenta en sí misma como un objetivo a obtener, oculto tras la causalidad. Es lo que Nietzsche quiere decir cuando habla de la eterna araña, de la tela de araña de la razón: «Una especie de araña de imperativo y de finalidad que se esconde tras la gran tela, la gran red de la causalidad — podríamos decir como Carlos el Temerario en lucha con Luis XI: "Lucho contra la araña universal"». Abolir el azar cogiéndolo en las pinzas de la causalidad y de la finalidad en lugar de afirmar el azar, confiar en la repetición de las tiradas; en lugar de afirmar la necesidad, confiar en una finalidad: he aquí todas las operaciones del mal jugador. Tienen su raíz en la razón, pero, ¿cuál es la raíz de la razón? El espíritu de venganza, nada más que el espíritu de venganza, ¡la araña!. El resentimiento en la repetición de las tiradas, la mala conciencia en el creer en una finalidad. Pero así nunca se obtendrán más que números relativos más o menos probables. Que el universo no tiene finalidad, que no hay ni finalidades que esperar ni causas que conocer, ésta es la certeza para jugar bien.

Gilles Deleuze, Nietzsche y la Filosofía


PD: Esto, por cierto, tiene que ver también con el Amor Fati, la fórmula que le sirve a Nietzsche para expresar la grandeza del hombre. La afirmación del azar y de la necesidad, del azar y del destino, su correlación y no su oposición. Ya en Spinoza la libertad no se oponía a la necesidad, al contrario, no se puede ser libre sin asumirla. Necesidad, pero no finalidad. A mí todo esto me parece extraordinariamente liberador. La vida ya no es objeto del juicio de Dios, no está sometida a modelos trascendentes y no tiene finalidad. Lo cual no quiere decir que carezca de sentido, sino que su sentido es inmanente, es el juego mismo. Muerte del idealismo. Incipit Philosophia.

jueves, 13 de enero de 2011

Dialéctica y Diferencia

Que la dialéctica sea un trabajo y el empirismo un placer, ya es caracterizarlos suficientemente. Y, ¿quién se atreve a decir que hay más pensamiento en un trabajo que en un placer? La diferencia es el objeto de una afirmación práctica inseparable de la esencia y constitutiva de la existencia. El «sí» de Nietzsche se opone al «no» dialéctico; la afirmación a la negación dialéctica; la diferencia a la contradicción dialéctica; la alegría, el placer, al trabajo dialéctico; la ligereza, la danza, a la pesadez dialéctica; la hermosa irresponsabilidad a las responsabilidades dialécticas. El sentimiento empírico de la diferencia, en resumen, la jerarquía, es el motor esencial del concepto más eficaz y más profundo que todo el pensamiento de la contradicción.

Más aún, debemos preguntarnos: ¿qué es lo que quiere el propio dialéctico? ¿Qué quiere esta voluntad que desea la dialéctica? Una fuerza agotada que no posee la fuerza de afirmar su diferencia, una fuerza que ya no actúa, sino que reacciona frente a las fuerzas que la dominan: sólo una fuerza así sitúa al elemento negativo en primer plano en su relación con la otra, niega todo lo que ella no es y hace de esta negación su propia esencia y el principio de su existencia.


Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía.

miércoles, 12 de enero de 2011

Cómo convertirse en Herman Hesse en siete cómodos pasos

Paso 1

Vivir en plena naturaleza, feliz y despreocupado.

Paso 2

Tener que estudiar latín. Que te lleven a un colegio interno.

Paso 3

Encontrar a un amigo que te diga que eres poeta.

Paso 4

Ir a las tabernas, beber mucho.

Paso 5

Tener amores frustrados (y volver a las tabernas si procede)

Paso 6

Que tu amigo se muera.

Paso 7

Alcanzar la redención espiritual.

Los líricos griegos aconsejan

¡Bebe, Asclepíades! ¿Por qué ese llorar? ¿Qué te ocurre?
No eres entre los hombres el único a quien Cipris
cautivó ni al que el dardo y el arco atacaron de Eros
el amargo. ¿Por qué muerto estás en vida?
El don puro de Baco bebamos, que un dedo de noche
queda. ¿O bien esperamos que la luz nos acueste?
Bebamos y nada de amor, que, tras breve jornada,
toda una larga noche descansar podremos.

Asclepíades


Escena y farsa es la vida entera. O aprende a actuar
sin tomártela en serio, o soporta los dolores.

Páladas de Alejandría

martes, 11 de enero de 2011

Fortín

Mi ventana es un fortín. Sigo aquí
atrincherado, resistiendo
contra algo
y, de vez en cuando, levanto la mirada,
le agradezco al viento
que pase sin más,
sin decir nada,
que se vaya y vuelva siempre.
Ahora ya no le insulto
por no llevarme con él, le saludo
cuando viene.
Así es mejor.
Y el silencio vibra, sereno,
punteado apenas por el rumor de los coches,
persianas bajándose.
Quizá sea hora de cerrar la ventana.
Hace frío. Hace tanta soledad,
pero las palabras, hoy, no quieren suicidarse,
quieren trepar
hacia las nubes.

A la libertad por la belleza (Schiller dixit)

Discretos haces de luz se inmiscuyen entre las nubes grises, como una alegría clandestina, arrebatada, ligera, fugaz. La danza rumiante e interminable de los elementos prosigue, se despereza, se despliega, canta, susurra al oído, a los ojos, a la piel que recibe el frescor del aire, envoltorio de un pasado que no fue nunca presente, espasmo liberador, ajeno a la nostalgia, brinco involuntario de la mente, felizmente arrojada fuera de sí.

Alegría, hermosa chispa de la divinidad

Schiller

Festín

Cuando me gustaba volverme loco y escribir con la ventana abierta a la noche y bien provisto de litronas y cigarrillos y al día siguiente recorrer las calles de Salamanca con cadavérico porte la vida era un festín. Era caótica en grado sumo, pero era un festín.

Ya es el colmo

Ya es el colmo que tu imagen
destilada por un sueño febril
me despierte por la noche
y del naufragio de los horizontes
insista en rescatar tu risa
que reverbera en el mar
hecha mil pedazos inasibles

domingo, 9 de enero de 2011

Estética solar

Por fin sale el sol. Cine clásico y ducados rubio y sol es todo lo que necesito.

¿Hay algo más bello que la luz que, aun no teniendo color en sí misma, sin embargo hace aparecer los colores de todas las cosas iluminándolas?

Hugo de San Víctor

sábado, 8 de enero de 2011

¡Viva el progreso!

Como estoy medio griposo, me voy a quedar en casa. Pero, al menos, voy a poder fumar resguardado del frío, en mi casa, antes de que la bipolítica neofascista recientemente instaurada en España me lo prohíba. Si Dios no existe, nada está permitido. De este modo corregía Lacan a Dostoievski. Evidentemente, Lacan tenía razón. Por desgracia. ¡Viva el progreso!

viernes, 7 de enero de 2011

miércoles, 5 de enero de 2011

A favor de Feyerabend

Traer una leve sonrisa a las caras de los que han sido heridos, deprimidos o desilusionados, a los que han sido paralizados por alguna "verdad" o por el miedo a la muerte, me parece un logro infinitamente más importante que el descubrimiento intelectual más sublime.

Feyerabend

Ni miedo ni esperanza



Definiciones de los afectos, parte tercera de la Ética.

XII. La esperanza es una alegría inconstante, que brota de la idea de una cosa futura o pretérita, de cuya efectividad dudamos de algún modo.

XIII. El miedo es una tristeza inconstante, que brota de la idea de una cosa futura o pretérita, de cuya efectividad dudamos de algún modo.

Explicación: De estas definiciones se sigue que no hay esperanza sin miedo, ni miedo sin esperanza.

Spinoza.


Puedo hacerte asimismo partícipe del logro de hoy; te diré que he encontrado en nuestro Hecatón que el fin de los deseos significa igualmente el fin de los temores. " Si terminas de esperar, terminarás también de temer". Puedes decirme: ¿Cómo es que cosas tan dispares pueden ir de lado? Así es, querido Lucilio; con todo y parecer divergentes, van juntas. Tal como la misma cadena ata al preso al soldado, así vemos que estas cosas tan dispares caminan la una en pos de la otra: el temor sigue a la esperanza. No me maravilla que sea de este modo, ya que ambas son propias de un alma carente de resolución, angustiada ante el porvenir. La causa principal de aquellos dos sentimientos es que no sabemos acomodarnos a las circunstancias presentes.

Séneca, Cartas morales a Lucilio.

PD: De todas formas, para Spinoza el deseo es la esencia misma del hombre (esencia entendida, eso sí, como un grado de potencia, cantidad intensiva: derrocamiento triunfal del aristotelismo), por lo que no se trataría, en ningún caso, de suprimirlo, sino de progresar desde los afectos pasivos hasta los activos (quien comprende sus afectos padece menos por su culpa), ya que son los afectos quienes efectúan la potencia, que es siempre en acto.

martes, 4 de enero de 2011

Spinoza, El Príncipe

Ni odio, ni resentimiento, ni esperanza.

PD: En el próximo post se desarrollarán los motivos y se demostrarán según el orden geométrico.

domingo, 2 de enero de 2011

Y comenzamos el año metiéndonos spinozismo en vena

Llamo servidumbre a la impotencia humana para moderar y reprimir sus afectos, pues el hombre sometido a los afectos no es independiente, sino que está bajo la jurisdicción de la fortuna, cuyo poder sobre él llega hasta tal punto que a menudo se siente obligado, aun viendo lo que es mejor para él, a hacer lo que es peor.

Baruch Spinoza


Ahora soy independiente