sábado, 31 de mayo de 2014

Sectarismo

Pensamiento sectario es aquel que impide ver que el partido político no solo es la organización técnica del partido en sí sino todo el bloque social del que el partido es guía porque es su expresión necesaria.
Antonio Gramsci

viernes, 30 de mayo de 2014

El capitalismo como religión

Walter Benjamin.

Y el comentario de Giorgio Agamben.

Foucault y la política

Su pregunta es: ¿por qué me intereso tanto por la política? Para responder de un modo muy simple diría: ¿por qué no debería interesarme por ella? ¿Qué ceguera, qué sordera, qué densidad ideológica tendrían que pesar sobre mí para impedir que me interesase por el problema sin duda más crucial de nuestra existencia, es decir, la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas con las que funciona, y el sistema que define las formas habituales de relación, lo que está permitido y lo que está prohibido, que rigen normalmente nuestra conducta? La esencia de nuestra vida está hecha, en último término, por el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos. Así pues, no puedo responder a la cuestión de por qué me intereso por la política, únicamente puedo responder preguntándome: ¿por qué no debería hacerlo?... Lo que sería un verdadero problema sería no interesarse por la política.
Michel Foucault

El poder de las palabras



Me sumo alegremente al proceso de repolitización ciudadana que estamos viviendo estos días. Yo soy un mindundi marginal con una capacidad de influencia nula, pero, en fin, lo poco que pueda hacer desde aquí lo haré.

PD: Hablando muy en general, el legado del giro lingüístico en filosofía consiste en transformar las preguntas ontológicas por preguntas sobre el significado de las palabras, aunque podríamos decir, con bastante plausibilidad, que ya en Aristóteles hay algo así como una visión lingüística de la filosofía, puesto que hay tantas categorías como modos de decir el ser. Y, claro está, la lucha por el significado de las palabras es una lucha política.

viernes, 23 de mayo de 2014

De una vez

Pero las imágenes, eternidades en la luz, solo dejan en la palabra la eternidad de su sombra, un rastro cronológico de aquello que los ojos contemplaron y aprendieron de una vez.
Valle-Inclán, La lámpara maravillosa 

La criminalización de la alegría

Aquí.

PD: Si acaso puntualizar que, para Spinoza, la alegría que surge del odio es una mala alegría, está lastrada por tener su origen en una pasión triste.

martes, 20 de mayo de 2014

Asnos rosados cantan en el cielo de Venus

Una revelación cuyo contenido –por absurdo que sea, por ejemplo que los asnos rosados cantan en el cielo de Venus– fuese algo que la razón y el lenguaje humano pudieran decir y conocer con sus propias fuerzas, dejaría de ser, por eso mismo, una revelación.

Simone Weil - Atención


viernes, 9 de mayo de 2014

Un gran paso

Entender lo difícil no es mérito, pero amar lo fácil de amar es un gran paso en la escala humana.
Clarice Lispector, Tempestad de almas 

Un barco, un mar, un viento

¿Qué hay? ¿Eres un caño de fuente, muchacha? ¿Qué, todavía con lágrimas? ¿Siempre diluviando? En un solo cuerpecito representas un barco, un mar, un viento: pues tus ojos, que llamaremos el mar, no hacen más que crecer y rebosar de lágrimas: el barco es tu cuerpo, navegando en esa inundación salada: los vientos, tus suspiros, que, luchando enfurecidos con tus lágrimas, y estas con ellos, sin una calma repentina, harán zozobrar tu cuerpo zarandeado por la tempestad.
Shakespeare, Romeo y Julieta 

jueves, 8 de mayo de 2014

Hablando de escritoras alucinantes

Clarice Lispector. Alucinante y alucinada. Una escritora rarísima. Leánla y flipen.

Allá arriba


El viento rizaba el lago funesto y los pensamientos mientras barrías las nubes, las desintegraba con el hacha, y allá arriba se entreveía el Juicio Final que culpaba de nada a cada uno de nosotros.
Fleur Jaeggy, Los hermosos años del castigo 

Mis manos son también unas manos de viejo, se pueden contar los huesos y las venas. Y entre las páginas de algunos libros también guardo flores secas. Están ahí para que adustos filósofos, demasiado serios, se conmuevan y dejen de pensar tanto. Pétalos secos contra la Filosofía occidental. Ahí es nada. Pero ya no fumo. Aunque, a veces, me da muchísima pena no fumar. Hay algo muy triste en el hecho de no fumar.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Fleur Jaeggy

Después de leer Los hermosos años del castigo casi salgo a la calle gritando que he encontrado a la mejor escritora de todos los tiempos. Casi.

Micrología matutina

Cuántas cosas inolvidables he olvidado. Algunas, no tengo más remedio, me las invento, porque creo que son importantes y sería horrible que simplemente se esfumaran. Me invento, pues, para que no se olviden, recuerdos de cosas que he olvidado.

Caminos de sirga, paredes estucadas, vestidos de tafetán rosas. Estas cosas aparecen solo en las novelas.

El sol matinal de mayo. El café. Afuera, los pájaros, no sé si gorriones o ruiseñores o qué clase de pájaros, se lo he preguntado a todo el mundo y tampoco saben. Solo sé que cantan, sobre todo por la mañana, y que hay muchos.

Nuevas obsesiones fermentan en mí. En realidad, viejas obsesiones que acuden a mí con renovado fervor.

La luz, las palabras.

Por la mañana, mirar los pájaros. Por la tarde, las nubes del atardecer. Lo que podríamos denominar el dulce sopor de una existencia sin ambiciones ni objetivos.

La modernidad, naturalmente, arruinó el ideal de la vida contemplativa. En su lugar puso la acción. Motivo más que suficiente para ser antimoderno. Dicho sea entre nosotros.

La secreta vibración que anima las cosas aparentemente quietas. No existe la quietud, solo una trémula serenidad.

Lo que pudo llegar a ser pero no fue, lo que estuvo a punto de pasar y no pasó, eso la memoria lo registra de forma implacable.

La loca idea de vivir como si el tiempo se hubiese cumplido ya. No el fin del tiempos sino el tiempo del fin. Un tiempo, en cierta manera, eterno. Pero no me pregunten qué significa todo este rollo.

Dejar a las cosas ser lo que son. Que se muestren, diáfanas. Este dejar no es pasivo ni activo, sino algo intermedio.

Yo tengo mucha fe en la lámpara eterna. El hecho de que no exista carece, para mí, de importancia.

martes, 6 de mayo de 2014

Oficios supuestamente alegres que pueden ser muy penosos

El supuestamente alegre oficio del escritor puede ser muy penoso, en ocasiones muy aburrido, muchas veces incluso peligroso. El hambre y el frío, la sed y la estrechez, las humedades y la sequía han sido siempre, en todas las épocas históricas y de la cultura, fenómenos conocidos en la variada vida de los héroes de la pluma, y lo seguirá siendo probablemente también en el futuro. Pero no menos sabido es que hay escritores que han ganado fortunas, construido villas palaciegas en las inmediaciones de algún lago y vivido rebosando buen humor.
Robert Walser

En la nieve de Appenzell

A veces pienso que es hermoso morir así, después de un paseo, dejarse caer en un sepulcro natural, en la nieve de Appenzell, al cabo de casi treinta años de manicomio en Herisau. Es una verdadera lástima que no hubiésemos conocido la existencia de Walser, habríamos recogido una flor para él. También Kant, antes de morir, se conmovió cuando una desconocida le ofreció una rosa.
Fleur Jaeggy, Los hermosos años del castigo