viernes, 30 de noviembre de 2018

El último de la fila - Aviones plateados



No sé si será por haber estado a punto de morir atropellado en un paso de cebra, dicho sea con énfasis dramático, o por estar lejos de León —si me sacan de León yo no sé cantar, yo no sé reír*—, pero al escuchar El último de la fila he tenido un episodio proustiano de rememoración involuntaria de la infancia perdida y me he acordado de cuando lo escuchaba de pequeño, en el coche de mi tía —un glorioso Seat 127 verde— que era muy fan.

*Tampoco nos pasemos, los lenoeses podemos reír lejos de León, aunque lo echemos de menos.

Todo el mundo fantasea con una muerte dramática

Hace un rato, al salir del trabajo, casi me atropella un coche en un paso de peatones. El conductor se disculpó, dijo que no me había visto, y yo le creí y acepté sus disculpas diciendo que suponía que no tenía intención de atropellarme, pero que menudo susto me había llevado. 

Después de que se me pasara el susto, recordé la certera sentencia de algún filósofo medieval de cuyo nombre no logro acordarme, a saber, que nuestra vida no nos pertenece, solo nos es dada en usufructo, y también, cómo no, me acordé del estar a la muerte heideggeriano. 

lunes, 26 de noviembre de 2018

Love

Una serie horrible sobre dos parejas irritantes. No sé por qué la estoy viendo.

PD: ¿No iban a hacer un serie de Dune? Necesito ciencia ficción de la buena

domingo, 25 de noviembre de 2018

Breves notas sobre Scream 4

Una gran obra del autorreferencialismo y la metaironía. 

PD: El problema con la ironía, como sabemos, ya fue perfectamente diagnosticado por DFW. Ahora tal vez lo que nos toque sea averiguar cuál es el problema con la nueva sinceridad y el arte postirónico...

viernes, 23 de noviembre de 2018

¿Me contradigo?

Dos de las cosas que más me gustan son a) la música pop superficial y b) la profundidad abismal de la mística tipo Eckhart, que viene a identificar a Dios con la nada*.

*Un materialista cabal diría que la nada es una pseudoidea, pero yo, ay, no soy demasiado cabal... (Dios existe, Dios no existe, un caso de contradictorios verdaderos, diría Simone Weil)

Sobre Joe Crepúsculo

Es un genio.

Apoteosis bibliotecaria

Trabajar en un biblioteca y estudiar movidas biblioteconómicas en los ratos libres y, para colmo, soñar una noche que me quedaba a dormir en la biblioteca. 

PD: Creo que yo también puedo decir, como DFW, que no soy un tipo interesante, porque básicamente me paso la vida en una biblioteca.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Brevísimas y totalmente insustanciales notas sobre comunismo y fascismo

Veo a los comunistas de tuiter explicando que el comunismo es una ideología que respeta los derechos humanos y el fascismo una que no lo hace.

Sin entrar en esta alucinante simplificación —y extraña caracterización del comunismo—, seguramente fruto de algún acalorado debate, marcado por los medios de comunicación, entre militantes/activistas/opinadores, hay que recordar, mal que les pese a algunos jóvenes ideologizados que parecen no hacer caso a Marx y pasan olímpicamente del estudio de la historia*, que en la URSS —también hay que aclarar que la URSS no es el comunismo— el proceso de industrialización provocó la muerte de millones de campesinos (y si los comunistas tuiteros no son capaces de reconocer esto, pues, en fin, habrá que decir que son unos miserables)

PD: Sobre el concepto de comunismo en el joven Marx, me remito otra vez a mi reseña de los Manuscritos de economía y filosofía, que escribí con unos veinte años, así que sed buenos. AQUÍ.

PD2: Recomiendo fervorosamente, a quien quiera dejar de lado los debates chorra sobre la URSS y el comunismo, propios de periodistas, el magnífico libro 1917. La revolución rusa cien años después.

*Dicho sea con cariño, pues yo también fui un joven extremadamente ideologizado y con una fe ciega en la revolución y el comunismo.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Días en que valdría más no salir de la cama

Hay días en que valdría más no salir de la cama. 

Días en los que, por ejemplo, se te estropea el calentador y no puedes ducharte, y como ha estado lloviendo toda la noche y tú has dejado la ropa tendida, está empapada, y además es domingo y todo está cerrado y no has ido a hacer la compra y casi no tienes comida, y afuera sigue lloviendo y es un día gris y no te apetece bajar a comprar el pan ni cocinar ni nada, y tendrías que fregar los platos, con agua fría, porque el maldito calentador no enciende, y hacer algo con el montón de ropa que se acumula en la silla de tu habitación. 

Pero decides hacer un café, encender un cigarro* —café y cigarros, esa es la combinación—, leer un poco Nuestro grupo podría ser tu vida: escenas del indie underground norteamericano (1981-1991), de Michael Azerrad, y escuchar un directo de Black Flag y esperar absurdamente que lo del calentador y lo de la falta de víveres se solucione por arte de magia.

*Has vuelto a fumar a diario aunque tienes planeado volver a dejarlo.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Confesiones

Últimamente estoy leyendo poquísimo, menos que nunca. Es una sensación rara porque, aunque esté mal que yo lo diga, y sin que esto signifique me crea un tipo superinteligente ni nada por el estilo —me estremecería de horror sonar como uno de esos deplorables tipejos pretenciosos que van por ahí presumiendo de lo listos que son por el mero hecho de que leen un montón— yo siempre he leído muchísimo (porque la lectura siempre fue un refugio, un vicio, una cueva mágica, un viaje maravilloso, fantástico, inagotable, con paradas en la posada del Poney Pisador, caídas en madrigueras tan profundas en las que mientras caías podías hacer reverencias, podías perderte en senderos que se bifurcaban, esconderte en habitaciones para sentir y pensar, cosas ambas muy tristes y que requerían cierta intimidad, irte de aventuras con los cinco, una dicha extraña, infinita, algo tal vez muy parecido a la felicidad, la manera de darle sentido y forma y una peculiar intensidad a lo vivido)

Pero, en fin, estoy en un raro periodo de sequía lectora...

PD: Como también es posible que sea un carca y una especie de moralista, he de decir que creo sinceramente que la bondad es una virtud muy superior a la inteligencia, y si esto suena espantosamente ñoño —a mi yo de otro tiempo le hubiese sonado horriblemente ñoño y tonto, lo admito— lo siento, pero en las trincheras del día a día de la vida adulta, como diría DFW, se trata de, a mi modo de ver, simplemente la verdad.

Extremoduro - La hoguera



Supongo que no digo nada nuevo, pero no está de más señalar, ahondando en la idea de que el cristianismo es una especie de anarquismo, la conexión entre la no preocupación por el futuro como condición de posibilidad de ser extremoduro y el hermoso discurso mesiánico sobre los lirios (Mateo 6, 25-34) en el que explícitamente se dice: no os preocupéis por el mañana.

PD: Ama y haz lo que quieras/Ama y ensancha el alma.

Sobre Robe Iniesta

Para mí Robe Iniesta es infinitamente más grande y legendario que Elvis. 

PD: He vuelto a escuchar Iros todos a tomar por culo y me sigue pareciendo tremendo. En el primer año de universidad teníamos un póster gigantesco de ese disco fundamental en el salón (en el segundo año, en otro piso*, teníamos un póster, también gigantesco, de Los Verdaderos Kreyentes de la Religión del Hip-Hop). 

*Así, a lo bobo y como el que no quiere la cosa, contando los años universitarios y los de mi errática vida laboral, he vivido en nueve pisos diferentes.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Sobre Rosalía

Dicho sea desde mi abismal ignorancia acerca del flamenco y desde mi absoluto desinterés por los debates sobre el apropiacionismo, El mal querer me parece una obra maestra brutal.

Tenía que pasar

Devolver libros con retraso a la biblioteca a la que voy a trabajar a diario.

En fin.

PD: Mañana, con motivo del día mundial de la Filosofía, voy a hacer un centro de interés con montones de libros de filosofía cuidadosamente seleccionados, entre los cuales estará el Capital en versión manga, porque es maravilloso que esa marcianada exista.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Reconstruyendo el amor romántico

Hay que romantizar el mundo. Romantizar no es más que una potenciación cualitativa, como bien dijo Novalis.