lunes, 12 de diciembre de 2022

Priests - Appropriate

The Strokes - The Modern Age EP [Full album]


ASÍ deberían haber sonado siempre los Strokes. 

Apología del plagio

Desde que se impuso —no hace más de tres siglos— la creencia en la propiedad intelectual, los movimientos underground y alternativos, así como las vanguardias más radicales, la han criticado en nombre del “plagio” creativo, de la estética del cut-up y del sampling, de la filosofía do it yourself. Un vistazo retrospectivo nos llevaría del hip hop al punk al protosurrealista Conde de Lautréamont (“El plagio es necesario. El progreso lo implica. Retoma la frase de un autor, se vale de sus expresiones, cancela una idea falsa y la sustituye por la idea correcta”). En nuestros días esta vanguardia es de masas.

Durante decenas de miles de años las civilizaciones humanas han prescindido del copyright, del mismo modo que han prescindido de otros axiomas falsos semejantes, como la “centralidad del mercado” o el “crecimiento ilimitado”. Si hubiera existido la propiedad intelectual, la humanidad no habría conocido La epopeya de Gilgamesh, el Mahabharata y el Ramayana, la Ilíada y la Odisea, el Popol Vuh, la Biblia y el Corán, las leyendas del Santo Grial y del ciclo artúrico, el Orlando enamorado y el Orlando furioso, Gargantúa y Pantagruel, todos frutos felices de un amplio proceso de mezcla y combinación, reescritura y transformación, es decir, de lo que se denomina plagio.

Wu Ming, Contra el copyright