miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ahora

Ahora el sol desciende como una promesa indeterminada que flota ingrávida en la atmósfera. Se insinúan ya las sombras acogedoras. Qué hermoso sería si el mundo se acabase ahora, no con un gran estallido sino como quien desaparece sin ser visto, escabulléndose a hurtadillas, sin hacer ruido, como algo que se difumina en el aire hasta perder del todo su forma.

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