viernes, 15 de julio de 2011

Palabra de Jarry

El supuesto poeta supuestamente lírico hizo una larguísima pausa antes de hablar: en el transcurso de la cual expulsaba lentamente, parsimoniosamente, el humo de su cigarro, y su rostro se contraía de tan reconcentrado que se hallaba buceando en las profundidades insondables de su alma atribulada, y sus mirada se arrojaba a otear lejanías inalcanzables, todo ello con el objetivo supremo de extraer palabras esenciales. Pero, con tanta pose, se olvidó de lo que iba a decir, y todo lo que dijo fue: ¡mierdra!

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