Vuelve la esperanza
pérfida como solo ella es
con sus dientes afilados
clavándoseme en el cerebro.
Vuelve la esperanza
como un pequeño incendio
ardiendo en mis párpados
y ya casi veo las cenizas.
Vuelve la esperanza
y en vano insistes
en que tú la desprecias
porque sus labios
aunque crueles
te nublan el cerebro.
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