viernes, 22 de julio de 2011

Asiste lo vivido

En las calles frías, ya casi del todo iluminadas por el sol, cada paso de vuelta a casa sonaba a despedida, cada paso tejía, con una especie de hilo invisible, una distancia insalvable, y al llegar a casa, vencido por el sueño y por el cansancio, intentaba, sin éxito, antes de dormirse, no pensar en nada, deshacerse de una vez de su imagen, no recordar, no pensar, solamente dejarse llevar, poco a poco, hasta que el sueño le atrapara por fin, y al día siguiente qué, nada, tedio, recuerdos, qué hacer, nada, no hacer nada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario