lunes, 20 de junio de 2011

Recuerdo de un recuerdo

recuerdo caminar bajo la lluvia, por calles laberínticas, borracho y feliz, de regreso a casa; recuerdo que no pensaba nunca en nada y lo comprendía todo; conversaba con las estrellas, testigos mudos de mis euforias repentinas y de mis tristezas de no poder atrapar al ladrón del entusiasmo, que dejó desolación; recuerdo borracheras gloriosas por las calles laberínticas del casco antiguo de León: fui muy feliz caminando borracho de regreso a casa. escribí entonces muchos poemas sobre las luces de las farolas viejas que iluminaban las calles, laberínticas y desiertas, las calles de las seis o las siete de la mañana, cuando regresaba a casa, las calles silenciosas; y ahora lo recuerdo, tal vez imaginándolo, como una época feliz en mi existencia atribulada. tenía entonces dieciséis o diecisiete años y no pensaba nunca en el futuro y, aunque en mis poemas me representara como un frágil muñeco suicida, lo cierto es que lo pasaba muy bien y no pensaba nunca en el futuro, tal vez porque una Wendy imaginaria me protegía por las noches, una Wendy que no olvidó cómo volar y me protegía por las noches con su sonrisa imaginaria. recuerdo que sobre la mesita de noche tenía un libro de Borges que me gustaba leer cuando llegaba a casa borracho, y conservo el recuerdo de ese Borges leído borracho como un tesoro en mi memoria: un mundo de laberintos, espejos y tigres fantásticos con el que soñaba despierto, con mi conciencia dulcemente alterada por el alcohol; y es que la mejor almohada es Ficciones, de Borges, aunque yo entonces casi no comprendía nada de lo que leía, ni siquiera sobrio, pero igual me gustaba, porque me provocaba la sensación de estar espiando un mundo irreal a través del ojo de alguna cerradura, como si fuera un mundo secreto al que sólo unos pocos acceden, y mi mayor deseo era ver ese mundo, entrar en él, al igual que Alicia quiere entrar en el jardín y Alejandra quiere entrar en la noche. Wonderland. en fin, tenía dieciséis o diecisiete años y me gustaba Borges y caminar borracho por las calles mojadas, viejas y laberínticas del casco antiguo de León y a veces iba cantando en voz muy baja: ir cantando solo, en voz muy baja, por las calles vacías, a altas horas de la noche, es una sensación extraña, como si fuera otro el que canta (yo es otro) y como si todo el mundo en sus casas, dormidos ya, fueran capaces de oír tus susurros de adolescente borracho. a veces, en lugar de cantar, iba recitando poemas improvisados que, al estar borracho, me salían solos, sin pensar, y probablemente ninguno tuviera el menor sentido. estos poemas que dictaba a la noche, de regreso a casa, solo y borracho, por las calles mojadas, sintiéndome el único hombre despierto en el mundo, el único al que al llegar a casa le esperaba Borges sobre la almohada, eran poemas que invariablemente trataban de la fascinación que me provocaban las luces lejanas de las estrellas, las luces amarillas de las farolas y el sonido de la lluvia, hermoso como una rosa suicida. traté de escribirlos, de día y sobrio, pero ya no era lo mismo, la magia había desaparecido, yo ya no era un ángel caído cantando la belleza de las farolas viejas sino un ser aburrido viendo videoclips frente al televisor: el éxtasis poético había dejado paso al nihilismo de los sábados y ya sólo podía echarme en el sofá sintiendo que me habían expulsado del no-lugar donde reina el rey decapitado de la realidad, que me habían expulsado y que pasaría mi vida buscando el modo de regresar, de crearlo, porque yo sólo quería entrar en ese mundo que no existe, nada más entrar
y qué extraño, puesto que Peter Pan no existe, es ver a las palabras empeñarse en crear una llave que abra la puerta que nos cierra la entrada.

PD: de nuevo en 2005

4 comentarios:

  1. Repito: Que gran año!! ;p

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  2. jeje, gracias, aunque algunas frases me hacen merecedor de recibir amenazas de muerte, como "y es que la mejor almohada es Ficciones, de Borges" ¿La mejor almohada? Por favor, queda horrible, pero bueno

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  3. Anónimo10:07 p. m.

    En lo personal, no me importaría cambiar esas amenazas por un beso.. =P

    (ahora la que recibirá amenazas seré yo..)

    En fin.. Besos!! xD

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  4. En lo personal, prefiero los besos a las amenazas... cursi que es uno XDD

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