domingo, 19 de junio de 2011
Prestar libros
Prestar un libro no es una experiencia agradable, a no ser que sea de Pérez-Reverte. Si prestas El guardián entre el centeno, porque tu prima lo necesita para clase y nadie te toma en serio cuando aseguras que eres un ser lo suficientemente cruel como para preferir que tu prima suspenda a correr el riesgo de que el libro no te sea devuelto, lo mínimo que esperas es que te diga que el libro es una maravilla y que Holden Caulfield es su nuevo dios. Si va y suelta que menudo coñazo, ¿qué hacer?, ¿qué clase de mundo hemos creado, en el que a una adolescente El guardián entre el centeno le parece un coñazo?
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jajajajaja y que esperabas??
ResponderEliminarpor cierto... si prestar un libro y que se haga un comentario de ese tipo sobre el te desagarada tanto... reconoces que es mejor prestar mil libros y que pasen a formar parte de mi estanteria? yo les hago una críticas fabulosas! XD
ResponderEliminarEsperaba que, al menos, le hubiese hecho gracia la conversación con el taxista sobre los patos. Pero en fin, la juventud está alienada sin remedio. Con sus zapatillas Osiris, y esos flequillos. Cortaos el pelo de una vez.
ResponderEliminarEs mejor, sí, pero de todas formas siguen siendo míos, el titular soy yo y puedo reclamar mis derechos... :p
Es más, los reclamo ya mismo, jeje
ah, el libro de relatos que "robé" de la caja de la calle ahí en barcelona lo tenía también aquí...
ResponderEliminarjajaja ves porque te lo robo...tienes demasiados!Incluso repetidos... no vull dir mès!
ResponderEliminarTengo más repetidos, pero es porque algunas colecciones se solapan... no es que los compre a pares
ResponderEliminaren cualquier caso, no está justificado, de ningún modo, el robo de mis libros... y los recuerdo todos, ojo
aunque puedo prestar los repetidos a cambio de las debidas devoluciones... sería cosa de negociar el intercambio :p