jueves, 9 de junio de 2011

If my honey comes back sometimes



He aquí la potencia de la repetición. Si, además, esta canción se escucha repetidamente, obsesivamente, durante días, la intensidad del efecto se multiplica. Quizá sea la culpable de que me haya vuelto adicto a un ritmo de escritura frenético. Cuanto más rápido, mejor. Sé que esto no es necesariamente así. También puede suceder que el resultado de escribir a toda hostia sea lamentable, pero, al menos, no habrás perdido mucho tiempo. Lo mismo estás diez años para escribir una gran novela y al final te sale una mierda. En ese caso qué haces.

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