jueves, 23 de junio de 2011

Buenas noches, cometas suicidas

otra vez las manos frías, el alma fría, vacía, hueca. ya nada se mueve en este escenario abandonado, en ruinas, donde sólo soplan los vientos.

la melancolía soy yo, esta sonrisa triste arrastrándose por los tejados. tal vez algún día me tire del tejado. aún no lo he pensado, pero no es tan mala idea como parece. he sentido un pavor muy dulce estremeciendo mi piel al asomarme, jugando con la idea de arrojarme. caer en la noche, romper la jaula. pero no quiero tirarme, quiero desaparecer, sólo eso.

cerrar los ojos y desaparecer.

la noche es también un bosque y yo miro.

Alicia cae en el fondo de la noche, pero la noche no tiene fondo.

tus ojos se derriten. ahora ya son lluvia, pero no puedo bebérmelos de un trago largo. guardaré tu recuerdo bajo la almohada, para que las noches de insomnio no estemos solos mi cigarrillo y yo.

no sabría cómo ser sin este vértigo perenne que habita en mi estómago, sin esta inquietud mordisqueándome el alma. se puede estar triste y contento a la vez. a veces casi no me atrevo a existir, y otras veces soy un pájaro entusiasmado que incendia los cielos, un pájaro de fuego en el frío universo de la noche y el pecho me estalla de ensueños indecibles. el viento me lleva, el ritmo se acelera, corre, grita, enloquece. ya no hay barrotes, el miedos se desvanece, las luces aún tenues de una ciudad despuntan entre la niebla.

escribo cartas a nadie, sin destino posible, salvo quizá otros destinos rotos, otros ojos abiertos en esta noche azul, mirando estrellas caer a lo lejos.

vengan a beber conmigo a los tejados. recorreremos la ciudad, y caeremos, y beberemos.

hace un viento muy frío, pero así es mejor.

las palabras, espadas desenvainadas en la noche.

los gatos ebrios y yo velamos el cadáver de la realidad. fumamos y escuchamos música y el viento helado atraviesa nuestra piel. se está bien aquí. y qué placer acomodarse en esta tristeza extraña, esta belleza que se nos escapa de los dedos, esta noche de invierno, de insomnio, noche azul, esta música apagada derramándose por la piel, este anhelo imposible, parecido a un rostro que intenta escapar de una fotografía, de una jaula invisible.

lanzo botellas al mar de la noche.

muchas veces me gusta estar solo, pero la soledad es algo muy distinto.

¿soy un gato ebrio saltando de noche por los tejados?

y ya casi no me queda noche ni tabaco. se me olvida decir algo, pero no sé qué. buenas noches, gatos ebrios, buenas noches, cometas suicidas.

PD: 2004, y ya dejo de recuperar textos viejunos

2 comentarios:

  1. Anónimo6:00 p. m.

    ahh Sr.S me ha encantado esta entrada
    y todaaas las demás, lo admiro o_o
    podría leer y releer este blog 20 veces sin cansarme ^_^
    un saludo, hasta pronto.
    Ha se me olvidaba, yo lo acompaño a beber en los tejados xDD

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  2. Muchas gracias... haremos funambulismo por los tejados XDD

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