miércoles, 22 de febrero de 2017

12:48

Empecé a escribir un poema 
en el que decía: «soy más tímido
que Morrisey, pero a mí
me gustan las hamburguesas».
No terminé de escribirlo. Son
las 11:20 de la mañana y ya 
he tomado tres cafés. 
«Hay demasiada cafeína 
en mi torrente sanguíneo».
El poema podía haber continuado 
así: «hablo solo, bebo café
y a veces, sin querer, pienso en ti».
En un poema siempre queda bien
echar de menos a alguien.
Ahora son las 11:47. El tiempo
es la única violencia, dice Simone Weil.
Desgarra el alma, y por su desgarro
entra la eternidad. Tengo una constante
sensación de déjà vu mientras escribo
esto (es raro). Quizá porque me he puesto
a escuchar Is This it. Como si estuviera
otra vez en el instituto. Pero justo ahora
acaba de terminar el disco. 
Son las 11:53. Intento prestar atención
al presente, a lo que estoy haciendo ahora,
a lo que me rodea, a mi cuerpo.
Pero mi mente se empeña en divagar,
se balancea entre la nostalgia del pasado
y el miedo al futuro. A veces se confunde
y añora el futuro y teme al pasado. 
Quiero redimir el pasado con el poder
de mi mente. Ahora son las 12:00.
El sol, radiante, puro, astro generoso,
esparce su luz sobre la superficie
de todas las cosas. Lo esencial es visible
a los ojos. «Mis ojos proclaman
que todo es superficie». Volvamos
al poema inacabado. «Pienso en ti, tú que eres
sombra y sonrisa, realidad intangible».
No conviene decir «realidad intangible»
en un poema. Lo mejor sería
eliminar todo rastro de metafísica. 
Escribir, por ejemplo, «sueño inalcanzable»
en vez de «realidad intangible».
Quedaría así: «Pienso en ti, tú que eres
sombra y sonrisa, sueño inalcanzable».
Pero queda muy clásico, muy cursi.
Son ya las 12:08. Ahora no sé qué hacer
ni qué escribir. Otro café creo que sería 
pasarse de la raya. Si no se me ocurre nada 
tendré que hacerlo, por el bien 
de la poesía improvisada.
(Siempre puedo citar a alguien, es un recurso
que nunca falla. A algunas personas le molestan
las citas. A mí no. A mí me chiflan.
Está en desuso la palabra chiflan, ¿verdad?)
Vale, son las 12:15, sigamos con el poema 
inacabado (el poema dentro de poema, ya saben). 
«apenas un recuerdo, un hermoso cactus 
en medio del desierto». Sí, ya sé que estoy 
obsesionado con los desiertos, y que la comparación 
con el cactus tal vez no sea muy adecuada.
Cambiémoslo: «lirio blanco en medio de la noche».
La verdad es que no sé cómo son los lirios...
Ahora sí, acabo de mirar fotos de lirios en Google
(y de descubrir que lirio blanco es símbolo
de castidad y de pureza, y que se asocia
con la Virgen María, lo que no sé si le viene bien al poema).
Cardos, lirios... de nuevo he tenido que acudir a Google
para citar unos versos de El cantar de los cantares:
«como un lirio entre los cardos 
es mi amada entre las jóvenes». 
Los versos estaban rondando por mi subconsciente, supongo,
de ahí las referencias a cardos y lirios.
Ahora son las 12:27. Tengo un cactus en mi habitación,
un cactus real, un cactus fuera-del-texto
(que al parecer quiere colarse en los poemas
y adquirir algún tipo de simbolismo).
Es hora de tomar el último café de la mañana.
Así a lo bobo llevo más de una hora
engolfado con la escritura de este poema/lo que sea.
(La poesía es palabra en el tiempo. Son las 12:31).
(Por la tarde tengo que estudiar, ya noto la culpa 
reconcomiéndome por dentro por haber perdido el tiempo
esta espléndida mañana de febrero en León).
Ya estoy de vuelta. Tengo una café recién hecho
al lado del ordenador. Son exactamente las 12:37.
Bien, ¿por dónde íbamos? El dichoso poema, sí.
«Como un lirio imaginario, 
como una muchacha indecible
que danza en medio de la noche,
y dibuja con su cuerpo filigranas de fuego,
es mi amada para mí...». 
Ahora viene la parte autoconsciente y crítica.
Estoy literalmente haciendo muecas de disgusto
y emitiendo sonidos guturales de desaprobación.
No me acaba de convencer. «Filigranas de fuego»
me suena guay, pero el tono sigue siendo
muy clásico y muy cursi. ¿Hay un ligero matiz irónico?
(Yo creo que sí. Para mí sí lo hay)
En fin, no sé. Ahora son las 12:46. Estoy a punto
de acabar el café. Y creo que ahora, justo ahora,
debería terminar este poema. Exactamente
a las 12:48.

2 comentarios:

  1. Anónimo4:16 a. m.

    Sr.S, siempre me he preguntado si algún día ira a publicar algún libro, ¿que tal un poemario? o ¿qué tal un libro electrónico, qué tal un pdf? por que me encantaría leerlo, digo, no es que no pueda hacerlo por aquí, pero es algo que quiero tener. Por supuesto, no es exigencia.

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  2. Anónimo1:23 p. m.

    jeje, pues no sé... me lo pensaré :)

    Sr.S

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