Hay metafísica, en su vertiente crítica, porque el ser está a una distancia inmensa de sí mismo. Haría falta ser Dios, esencia sin accidentes, Idea sin cuerpo, para poder recorrer esa distancia. Hay metafísica, en su vertiente metódica, porque el lenguaje y el pensamiento habitan esa distancia y aspiran a reducirla. Haría falta ser un diablo, accidente sin esencia, cuerpo sin Idea, para no emprender el camino. La metafísica distingue al filósofo del resto de los mortales en esto: él comprende y vive su fracaso, está seguro y –hasta cierto punto– feliz de fracasar, pues aunque la pregunta metafísica sobre el ser carezca de respuesta, no puede dejar de ser planteada, y aunque el problema metafísico de la escisión no pueda ser resuelto, el discurso filosófico, el diálogo acerca de la verdad del ser, es ahora el rito que actualiza, en cada una de sus escenificaciones, el mito del ser indiviso.Jose Luis Pardo, La metafísica: preguntas sin respuesta y problemas sin solución
martes, 31 de enero de 2012
Habitantes del entre
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
Esto me recuerda a Ambrose Bierce y su "Todos son locos, pero quien analiza su locura es llamado filósofo.".
ResponderEliminarjejeje, esta bien eso
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