domingo, 8 de enero de 2012

Apariencia y melancolía


He aquí a Warhol deconstruyendo la profundidad metafísica en que estaban envueltas las imágenes melancólicas de De Chirico. La melancolía de Warhol es pura superficie, pura apariencia, sin remisión posible a esencias ocultas. Warhol es absolutamente superficial. Lo cual, por supuesto, no implica que rehúse tratar grandes temas. Pero lo hace sabiendo que detrás no hay nada. Que la vida no es sino una serie de imágenes que cambian al repetirse. El ser reducido a su apariencia, desprovisto de esa ilusión de profundidad, producto del empeño fáustico de seguir imaginando espacio más allá de lo que imponen los límites de la luz. Así, los objetos que presenta Warhol no aparecen como signos de otra cosa que los explique y les de significado. La superficialidad pura, la apariencia pura implican, como no podía ser de otra forma, una pura intrascendencia. La vida es intrascendente.

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