domingo, 19 de junio de 2016

Turista balla danza classica in strada a Trieste


La belleza es la armonía entre el azar y el bien
Simone Weil, La gravedad y la gracia 

PD: DFW sostenía que la belleza cinética de los deportes resultaba tan atractiva porque nos reconciliaba con el hecho de tener un cuerpo, y probablemente tuviera razón. Pero la danza va más allá y tematiza el movimiento en cuanto tal, sin subordinarlo a un fin. En los deportes el movimiento está subordinado a la victoria. La belleza no es un fin en sí en el ámbito deportivo. En la danza, sin embargo, hay una gestualidad pura, libre, es un medio sin fin, que diría Agamben. La danza crea la ilusión de un cuerpo ingrávido, la fusión perfecta de lo corporal y lo espiritual. 

PD2: Lo más interesante del vídeo es, desde luego, que no sea un encuentro premeditado. La chica, al principio, se resiste a bailar, pero se presiente la inminencia temblorosa del acontecimiento en las palabras de ánimo de su padre «Yalla yalla, Rima» («Vamos vamos, Rima»). Bellissimi.

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