Dice Ignacio Sánchez Cuenca, autor de La desfachatez intelectual, que no entiende que ningún lector pueda con los libros sobre política de Gustavo Bueno, que le resultan ininteligibles (sic), que hace (Gustavo Bueno) una especie de catálogo escolástico medieval (sic) aplicado a cuestiones contemporáneas que a él (a Ignacio Sánchez Cuenca) se le hace completamente indigesto.
Estas declaraciones son en sí mismas pura desfachatez intelectual. En lugar de aportar razones, Ignacio Sánchez Cuenca nos cuenta sus impresiones subjetivas. Que si se le hace indigesto y tal. Pura desfachatez.
PD: Este blog está en un estado de desfachatez intelectual y arbitrio subjetivo permanente, lo digo con la maquiavélica intención de blindarme ante posibles ataques del tipo «pues usted también es muy de sustituir la argumentación racional por las impresiones subjetivas, listillo». En efecto, este blog es acrítico y narcisista.
PD2: Ignacio Sánchez Cuenca también echa un rapapolvo a los filósofos, curiosamente haciendo algo muy propio de los estudiantes de filosofía (de primer año o así, luego, al contrario que ciertos profesores de Ciencias Políticas, aprenden que hay inferencias correctas e inferencias incorrectas), es decir, toma un solo caso y hace una inducción salvaje gracias a la cual extrae consecuencias generales. Puesto que Gustavo Bueno, según el juicio de Ignacio Sánchez Cuenca, es un sectario no comprometido con su tiempo histórico y se encuentra en un espléndido aislamiento (sic), todos los filósofos se encuentran en ese supuesto espléndido aislamiento y no dialogan con el resto de disciplinas. Aquí la desfachatez intelectual de Ignacio Sánchez Cuenca alcanza su máximo esplendor y da cuenta de su ignorancia supina respecto al materialismo filosófico de Bueno. Porque Gustavo Bueno concibe la filosofía como un saber de segundo grado, necesariamente conectado con otras disciplinas, que constituyen la base misma de la teorización filosófica.
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