jueves, 6 de octubre de 2011

We had met the enemy and he is... us

En mis primeros análisis sobre el 15-M y el movimiento de los Indignados, mi principal preocupación fue la de demostrar que estos no eran más que fenómenos sociales diseñados, creados e impulsados por laboratorios de ingeniería social de la oligarquía neoliberal.
Antimperialista.blogia.com

Este es un ejemplo perfecto de cierta clase de supuestos izquierdistas profundamente paranoicos. Aplican machaconamente la misma lógica a todos sus análisis. Supersujetos misteriosos hipostasiados que está detrás de todo y que lo explican todo (todo lo que se les ponga en la punta de las narices). Se trata, en realidad, a nivel formal, de una teología muy pueril. El Gran Otro Maligno que lo controla todo. Es la lógica conspiranoica en estado puro, un atajo para dar sentido a lo que ocurre, sin que haya que pensar mucho. O sin que haya que pensar, directamente.

El cristianismo, Star Trek y Watchmen nos servirán para ilustrar la inexistencia del Gran Otro simbólico.

Tal como dice Zizek, no es Jesucristo, como representante de Dios, quien muere en la cruz, es Dios mismo. Lo que implica una inversión del esquema tradicional: Dios creyó en la humanidad, realizó un acto de fe, un acto sin garantías, está implicado, por tanto, en la historia de la humanidad, no la contempla desde las alturas, no habrá compensación final del sufrimiento ni integración de este en un gran significado: estamos solos, somos libres, somos responsables. Dios ha muerto.

Star Trek: we had met the enemy and he is us.


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