miércoles, 5 de enero de 2011

Ni miedo ni esperanza



Definiciones de los afectos, parte tercera de la Ética.

XII. La esperanza es una alegría inconstante, que brota de la idea de una cosa futura o pretérita, de cuya efectividad dudamos de algún modo.

XIII. El miedo es una tristeza inconstante, que brota de la idea de una cosa futura o pretérita, de cuya efectividad dudamos de algún modo.

Explicación: De estas definiciones se sigue que no hay esperanza sin miedo, ni miedo sin esperanza.

Spinoza.


Puedo hacerte asimismo partícipe del logro de hoy; te diré que he encontrado en nuestro Hecatón que el fin de los deseos significa igualmente el fin de los temores. " Si terminas de esperar, terminarás también de temer". Puedes decirme: ¿Cómo es que cosas tan dispares pueden ir de lado? Así es, querido Lucilio; con todo y parecer divergentes, van juntas. Tal como la misma cadena ata al preso al soldado, así vemos que estas cosas tan dispares caminan la una en pos de la otra: el temor sigue a la esperanza. No me maravilla que sea de este modo, ya que ambas son propias de un alma carente de resolución, angustiada ante el porvenir. La causa principal de aquellos dos sentimientos es que no sabemos acomodarnos a las circunstancias presentes.

Séneca, Cartas morales a Lucilio.

PD: De todas formas, para Spinoza el deseo es la esencia misma del hombre (esencia entendida, eso sí, como un grado de potencia, cantidad intensiva: derrocamiento triunfal del aristotelismo), por lo que no se trataría, en ningún caso, de suprimirlo, sino de progresar desde los afectos pasivos hasta los activos (quien comprende sus afectos padece menos por su culpa), ya que son los afectos quienes efectúan la potencia, que es siempre en acto.

1 comentario:

  1. Muy buenas tardes! Es un agradable placer leer siempre, en cualquier blog serio y acertado, acerca de grandes autores. Desde mi limitado conocimiento en filosofía, le mando un saludo y también le quiero preguntar ¿Cuál de las cartas de Séneca se encuentra lo citado?

    ResponderEliminar