sábado, 15 de enero de 2011

Baco y Ariadna


Es tarea de Dionysos hacernos ligeros, enseñarnos a danzar, concedernos el instinto del juego. Hasta un historiador hostil, o indiferente a los temas nietzscheanos, reconoce la alegría, la aérea ligereza, la movilidad y la ubicuidad como otros tantos aspectos particulares de Dionysos. Dionysos lleva al cielo a Ariadna; las pedrerías de la corona de Ariadna son estrellas. ¿Reside ahí el secreto de Ariadna? ¿La constelación surgida del famoso lanzamiento de dados? Dionysos es quien echa los dados. Él es quien danza y se metamorfosea, quien se llama «Polygethes», el dios de las mil alegrías.

Gilles Deleuze, Nietzsche y la Filosofía

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