martes, 14 de abril de 2009

Un mero divertimento: poemas intraducibles para pasar el rato en las noches de insomnio

El cielo descendía azul ceniciento deslizándose hacia la zona
de la tierra de rocas rojizas rozando ramos de raras rosas
entre ronquidos feroces de ciegos brontosaurios veloces
zambulléndose en las piscinas de las princesas de ceniza
esparcidas por el horizonte celeste de luciérnagas fosforescentes
cenando en el cementerio de los azules cielos descendentes.

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