jueves, 16 de abril de 2009

Diario de Irene Valinski (Sin sentido)

No tiene sentido, pero da igual. La razón, al menos la mía, no puede dominar las pasiones, al menos las mías, por mucho que Séneca. Quiero decir: la alegría y la tristeza acontecen, eso es todo. Ya no sé hablar, pero da igual. Tartamudearé, sin tener nada que decir, palabras a la pata coja, palabras, palabras, palabras. El resto es silencio. Algo huele a podrido en Dinamarca. Bien, dejemos de citar a Hamlet. Inmersión total en los caprichosos designios de afectos que se mueven en ondas expansivas, luego se contraen, se pierden, se agotan, se desmayan, resucitan, etc.

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