No tiene sentido, pero da igual. La razón, al menos la mía, no puede dominar las pasiones, al menos las mías, por mucho que Séneca. Quiero decir: la alegría y la tristeza acontecen, eso es todo. Ya no sé hablar, pero da igual. Tartamudearé, sin tener nada que decir, palabras a la pata coja, palabras, palabras, palabras. El resto es silencio. Algo huele a podrido en Dinamarca. Bien, dejemos de citar a Hamlet. Inmersión total en los caprichosos designios de afectos que se mueven en ondas expansivas, luego se contraen, se pierden, se agotan, se desmayan, resucitan, etc.
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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