Después de tomar café y de gritarle a la tele con inequívoco tono de sarcasmo mañanero: claro que sí, jarabe de palo para la juventud española, hay que apalear a los chavales de instituto, no sea que... Y después de comprobar, con fastidio, que se le había acabado el tabaco, en la mente del Señor S. empezó a sonar una canción, pero no sabía cuál. La canción se repetía y se repetía en su cafeinado pero falto de nicotina interior hasta que, finalmente, en un típico episodio epifánico, dio con las solución:
Honey siempre vuelve, es el eterno retorno, porque Dios castiga sin piedad. Hay quien dice que Moby es un trafullero y otras cosas peores, pero el caso es que canciones como esta la escuchas y no puedes olvidarla hasta el fin de tus días. Seguro que ya te he contado 40 veces que la tuve de despertador y que cada mañana sufría un amago de infarto. Otras canciones de este palo, que no llegan al nivel repetitivo-cíclico-hipnótico de Honey pero que pueden servir como sucedáneos...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Js3lgE6zVbc
http://www.youtube.com/watch?v=EGaBBX9hXMs
http://www.youtube.com/watch?v=rrBGUqNBEgE
Ha sido culpa tuya que la canción haya anidado en mi cerebro, que lo sepas :p
ResponderEliminarA un profesor de Estética que tuve le parecía que Stravinski usaba trucos efectistas y era bastante comercialoide. Ese profesor me caía muy bien, en cualquier caso, pero vamos, que todo lo que estuviera por debajo de Schonberg lo consideraba productos destinados al vulgo. También había que leer a Adorno antes de escuchar música. Vamos, que la gente dice un montón de cosas. A mi la canción de Moby me mola. Podría citar párrafos de "Diferencia y repetición" para que sea escuchada en plan intelectualoide de la muerte y desafiar a esos que consideran a Moby un trafullero XD
Voy a escuchar los enlaces