Tu vida consiste en dejarte vivir. Huyes del conflicto, huyes del futuro, acoges como puedes las puñaladas del pasado y sobrevuelas la realidad asido a tus libros alados. Tu capacidad para perder el tiempo es infinita. Te pasas las horas perdiendo minutos. Lamentas cada segundo que arde en vano, pero sabes, grandísimo bellaco, que en realidad te sobran horas para sufrir. No te importa que los días caigan imparablemente; lo que te jode es que caigan sobre tus espaldas, convirtiéndose en lastre adicional, nueva brecha, la peor en verdad, pues el tiempo cura todas las heridas salvo la que el propio tiempo produce.
Alberto Olmos, A bordo del naufragio.
martes, 12 de abril de 2011
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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