sábado, 9 de abril de 2011

Cerveza para el camino

Y si somos un desastre no nos importa; no demasiado, al menos. Llevaremos cerveza para el camino y no nos va a temblar el pulso cuando nos enfrentemos cara a cara a la nada: posaremos los labios, una tarde de lluvia, muy despacio, sobre el precipicio, y nos reíremos hasta que se nos salten las lágrimas. Abrazos a tu figura, atados a tus ojos, cayendo sin más, como las hojas. Y si nada vale nada nos dará igual, fumaremos el último cigarro, haremos un gesto de despedida, quizá echemos de menos algo, diremos bueno, pues nada, nos encogeremos de hombros, y trazaremos rutas nuevas al azar, que es el destino. Aunque nos hubiese gustado que las cosas fuesen de otra forma. En el fondo sí. No estamos a la altura del Amor Fati, bien lo sentimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario