AQUÍ Juan Soto Ivars parece sorprenderse de que Stalin ordenara matar a Trotsky siendo este un teórico de la dictadura del proletariado. No es nada sorprendente, en realidad. La dictadura del proletariado y la acaparación y concentración del poder que llevó a cabo Stalin son totalmente incompatibles. La dictadura del proletariado en teoría es lo contrario de la concentración del poder en el Partido y de la confusión de este con el Estado. De ahí que para Trotsky la burocratización sea un síntoma de degeneración. La dictadura del proletariado no tiene nada que ver, pero nada de nada, con las dictaduras en el sentido en que normalmente usamos el término en la actualidad. En la dictadura de Stalin los proletarios no pintaban nada. Así que difícilmente podían ser ellos los que dictaran lo que había que hacer. Por supuesto, Trotsky y Lenin se equivocaban al infravalorar el papel (la necesidad) de la burocracia en el desarrollo económico y en la satisfacción de las necesidades materiales de la gente. Tanto ellos como el propio Marx eran antiestatalistas. Marx consideraba al Estado un parásito del verdadero cuerpo social, que era la sociedad civil (léase el 18 Brumario para comprobar que no me invento nada). Sin embargo, como se demostró de hecho, Weber tenía razón: la burocracia es esencial en el mundo moderno, no un añadido superfluo que pueda eliminarse a voluntad.
PD: Sí, tengo la biografía de Stalin que escribió Trotsky, pero no la he leído todavía. La foto es pura pose, pero en mi defensa he de decir que ilustraba bien este —¿confuso?— post.
PD2: En Público leo que EEUU acabó con los nazis. Pues perdona pero fue la URSS. EEUU ayudó un poco si acaso. Pero vamos, que fundamentalmente fue la URSS. Hollywood nos engaña.
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.

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