miércoles, 3 de febrero de 2016

Wanderlust

Tras el fracaso de mi examen, vuelvo a mis quehaceres, a saber: el citacionismo desbocado, el diletantismo militante, la divagación vaporosa, la especulación ociosa... esas cosas.

Hoy traigo una cita de Wallace Stevens y otra de un tal Thomas Gray, ambas sacadas de Wanderlust: una historia del caminar, de Rebecca Solnit. Helas aquí:
En mi cuarto, el mundo supera mi comprensión, pero cuando camino, veo que consiste en tres o cuatro cerros y una nube.
Wallace Stevens, Of the surface of things

Al atardecer caminé solo hacia el lago por el lado de Crow Park tras la puesta de sol y vi emerger el solemne colorido de la noche, el último brillo del sol desvaneciéndse tras los cerros, la profunda serenidad de las margaritas, y las largas sombras de las montañas arrojadas sobre ellas, hasta casi tocar la orilla más lejana. Escuché el rumor a distancia de muchas cascadas, no audibles durante el día. Deseé ver la luna, pero estaba oscura y silenciosa, escondida en su caverna interlunar.
Thomas Gray, Diario de los lagos

PD: Mi pueblo se llama La Virgen del Camino, y el colegio al que iba se llama Camino de Santiago. Era lógico que algún día diera con un libro sobre la historia del caminar. Citemos, para acabar, a la propia Solnit:
Lo ideal sería caminar en un estado en el cual la mente, el cuerpo y el mundo están alineados, como si fueran tres personajes que por fin logran mantener una conversación, tres notas que de pronto alcanzan un acorde. Caminar nos permite estar en nuestros cuerpos y en el mundo sin que ni uno ni otro nos apremie a nada. Nos deja libre para pensar sin perdernos del todo en nuestros pensamientos.

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