jueves, 27 de febrero de 2014

Unos cuantos borradores en los que abundan majaderías, migajas filosóficas y disparates mesiánicos

Sabemos que hay personas muy serias que siempre comprenden las cosas con profundidad y a derechas. Nos alegramos por ellos, pero no son de los nuestros. Nosotros balbuceamos, tartamudeamos. En ocasiones las palabras, las pobres, se nos resquebrajan entre los dedos, se convierten en un polvo muy fino e informe, caótico. Otras veces se nos atragantan, se convierten en piedras pesadas que oprimen la garganta y no son capaces de levantar el vuelo.

*

Si es cierto que esta mosca que ahora se posa sobre tu nariz es la misma mosca que se posó sobre la nariz de Cleopatra, si esta mosca es todas las moscas, si es la mosca platónica, arquetípica, la mosca paradigmática, la idea en sí de mosca, la mosca inmune al tiempo, a las contingencias y al olvido, entonces esta mosca mesiánica zumbará en el instante pleno del fin, aquel en el que se cumplen los destinos que no se llevaron a cabo.

*

Ni siquiera Dios conocería los futuros contingentes, porque no tienen valor de verdad. 

*

El poder no es algo que se posea. No es un mercancía, no se intercambia. Se conquista, se ejerce. El poder es la guerra. La política es la continuación de la guerra por otros medios.  

*

-¿Qué haces? ¿Lees a las mejores mentes de tu generación?
-No, a las poetas que más se fotografían a sí mismas de mi generación.
-¿Y qué tal?
-Bueno, están posando para la posteridad, según parece. Yo no me preocupo del mañana, igual que Jesús.
-¿Qué tal escriben?
-No tengo ni idea. No he entendido una palabra. Quien tenga oídos que oiga. A lo mejor yo no tengo oídos. Puede que sus palabras sean perlas y yo un puerco. Sea como fuere, no entiendo nada.
-¿Todas tus respuestas van a incluir referencias bíblicas?
-En el mundo tendréis tribulación, pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.
-No entiendo que un fan de Nietzsche sea también un flipado del Evangelio de San Juan.
-Pues está clarísimo: si Nietzsche luchaba contra el Crucificado, hay que ver a los dos bandos en acción para comprender la pelea.

*

La navaja de Ockham no dice nada sobre la sencillez de las explicaciones: entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem. Dice que no hay que multiplicar los entes sin necesidad. Es un proposición ontológica y, si se quiere, una regla metodológica, pero no una invitación a la pereza intelectual.

*

Citando a Stanley Cavell: si la filosofía es esotérica, no lo es porque unos pocos hombres acaparen su conocimiento, sino porque la mayoría de los hombres se resiste a conocerla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario