martes, 21 de mayo de 2013

Todo y más

Todo y más: breve historia del infinito, de David Foster Wallace. Pensaba que este libro nunca iba a ser traducido. Error. Lo está. Ya. Listo para leer. A pesar del terror fóbico que me han inspirado las matemáticas e incluso la lógica a lo largo de mi vida, este libro trata de temas que básicamente molan un montón, si estás interesado. El infinito, las paradojas, las temibles y mareantes regresiones viciosas que giran en círculos lógicos como mosquitos desquiciados por una especie de luz invisible. Yo confío totalmente en DFW: si en este universo, sea finito o infinito, ha habido alguien con la capacidad de explicar cualquier cosa, por abstrusa que sea, de forma divertida y apasionante, ese era él. Mi profesor de lógica me caía muy bien, pero cuestiones capaces de dejarte mareado, con el estómago revuelto y una vaga sensación de estar caminando sobre el borde de un precipicio le parecían triviales y no parecía comprender por qué una multitud de ojos muy abiertos y atónitos le miraban como si estuvieran contemplando a un extraterrestre que escribía a toda velocidad interminables secuencias de signos sobre la pizarra. Espero que DFW tenga algo más de empatía con quienes tardamos semanas en comprender por qué el barbero no puede cumplir lo que promete: afeitar a quienes no se afeitan a sí mismos, y solamente a estos.

Tarea para lectores desocupados que no conozcan la paradoja del barbero: piensen la solución, aunque en realidad no tiene solución. Reformulo la tarea: piensen por qué el barbero no puede cumplir lo que promete, contrariamente a la famosa frase de Lisa Simpson parece que cumple lo que promete.

PD: Hablando de frases de los Simpsons: la vida es una constante derrota tras otra hasta que terminas deseando que muera Flanders (Homer).

4 comentarios:

  1. Genial y enorme...
    Pensaré la paradoja.
    ¿Dónde está esa traducción?

    Saludos

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  2. En RBA, serie de divulgación científica, lo acaban de sacar... a mí las fórmulas matemáticas me pierden un poco, pero DFW se explica bien... análisis geniales de las paradojas de Zenón, en lo que llevo leído :)

    saludos

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  3. Lo del barbero, falta decir que en un pueblo solo hay un barbero, y este afeita a todos los que no se afeitan a sí mismos, y solo a estos. En la escoba del sistema, por cierto, DFW la menciona

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  4. Muchas gracias.
    Ya, ya, pues si el barbero se afeita existe la contradicción.
    ¿Que hará, pues? dejarse la barba crecer, para seguir pensando con ese gesto de deslizar la mano por ella, tan de pensador...
    Pero los conjuntos no pueden contenerse a sí mismos, y de ahí viene esto, Rusell y la contradicción de la teoría de conjuntos.


    Gracias, de nuevo,

    un placer pasar por tu blog siempre.

    Saludos.

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