miércoles, 8 de mayo de 2013

Declaraciones exaltadas del mismo fanático de Malick al que venimos haciendo referencia

Malick es el más grande poeta del cine. Von Trier es un perturbado y un llorica. Adorno también era un llorica. De Haneke mejor no hablar.

5 comentarios:

  1. Lo de llorica el amigo Lars, seguramente, jeje, pero Rompiendo las olas a mí me dejó en estado de shock¡

    Y no entro ahora a valorar si es buena, mala y demás asuntos... simplemente me pareció muy original, un shock y tal vez de lo más iconoclasta que he visto en mucho tiempo...

    Por lo demás, de Malick no he visto nada, intentaré hacerlo un año de éstos ;-)

    Adorno lo tiene complicado (siempre lo tuvo) en estos tiempos en que lo que no se entiende a los 3 segundos es desechado...

    Señor S, su post me obliga a plantear la pregunta: ¿Es usted de los de Bergman y Allen o de los que no? jejeej¡¡

    Yo sí, de ambos¡ Del Séptimo Sello, Fresas Salvajes, ah qué delicia... Y de Allen de todas sus etapas: comedia, drama (september ohhh qué maravilla), negro (Match Point, entre mis favoritas de toda la vida jeje)

    Acerca de la calidad de experto de Pitt en semántica cognitiva, pues claro, ¿cómo podemos saberlo? :P

    Un saludo, Sr. S

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  2. jeje, bueno, se me ha ido un poco la olla, a mí Von Trier también me gusta y me parece uno de los grandes... lo que me produce cierta esquizofrenia estética, claro, si Malick y Von Trier son tan antagónicos (aunque creo que el arte muestra, más que proponer tesis, entonces bueno, cierto grado de esquizofrenia es lógico y tolerable... también me apasiona Juego de tronos, que no tiene nada que ver, evidentemente, con el lirismo exacerbado de malick)

    Rompiendo las olas o bailar en la oscuridad... a mí también me dejaron en estado de shock, no creo que pueda volver a verlas en mucho tiempo, son tremendas.

    Malick yo diría que propone una belleza más amable, aunque muchas veces se hable de lo sublime en su cine, y algo de eso hay (la apertura del sujeto a algo más grande, trascendente, pero no se presenta como terror delicioso, como fuerza amenazante)

    El séptimo sello es una de mis películas preferidas sin duda, y Fresas salvajes, y persona también... de Woody Allen he sido un fanático sin criterio, me gustaba absolutamente todo lo que hiciera, jeje. Fui dos veces al cine a ver Celebrity, por ejemplo. XD

    Supongo que se debe a mi falta de criterio, pero no veo ningún problema en que a alguien le guste un cine hiperlento y poco o nada narrativo en el que cuentan las imágenes, las sugerencias, las connotaciones, el ritmo, en las que pueda haber planos larguísimos de hojas mecidas por el viento sin que tenga esa imagen que significar nada más allá de sí misma, sin primeros planos (como el director de cuentos de la luna pálida, que dijo que odiaba los primeros planos, jeje) y, por otra parte, comedias descerebradas, o películas comerciales... en fin, que en cada género hay grandes obras, y cada obra exige, digamos, una determinada forma de abordarla...

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  3. Adorno, no niego que tenga algo de razón, pero me parece muy exagerado: divertirse es estar de acuerdo. Prohibido identificarse. La experiencia artística solo es autónoma cuando desecha el gusto placentero... un purismo exagerado

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  4. Sí, el mismo purismo en lo estético que el de Kant en lo moral (sólo se actúa por deber cuando no obtenemos ni placer ni beneficio, aunque la acción sea la misma).

    Tal vez, no obstante, lo plantearan a modo de utopía: de un camino a seguir, mas a no a hacerse efectivo jamás. Una mera brújula. ¿Quién sabe?

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  5. Sí, lo que pasa es que lo de Adorno no sé si es un camino a seguir. Quiero decir: sí, vale, experiencia autónoma y todo lo que quieras, pero cuando en la pantalla aparece Daenerys de la Tormenta, de la casa Targaryen, qué menos que levantarse del asiento y gritar de entusiasmo en Valyrio, ¿no? XDD

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