domingo, 14 de abril de 2013

Viva Deleuze, cabrones

Mejor sería que no comentara esto. Me deprime, francamente. Para entender lo que escribe Deleuze hay que hacer un gran esfuerzo, cierto. Parra no lo ha hecho, evidentemente. Entonces, ¿de qué habla? No sé si queda clara mi argumentación. Voy a repetirla, en aras de la claridad expositiva: si Parra no ha entendido a Deleuze, a mí qué narices me importa lo que diga sobre él. Creo que esto lo entiende hasta un niño de diez años, pero repitámoslo de nuevo: si leo algo que no entiendo, lo único que puedo decir es que no lo entiendo. Es decir, no puedo decir nada sobre ese algo, del que nada sé. Digo algo sobre mí: que no lo entiendo. Por ejemplo, yo no entiendo nada de mecánica cuántica. Si leo un libro de física teórica avanzado que presupone unos conocimientos que yo no he adquirido lo más normal es que no entiende nada. Diferencia y repetición, de Deleuze, no es un libro de divulgación, ni un ensayo, es un libro de filosofía, y desde luego te vas a perder si no sabes, por lo menos, algo de Aristóteles, de Kant, de Hegel y de Nietzsche. ¿Hay que hacer un gran esfuerzo? Pues claro.

Pero, siguiendo el razonamiento de Parra, habría que rechazar su propio texto por ininteligibilidad manifiesta. Veamos, yo no entiendo qué quiere decir con que hay que invertir mucha energía cognitiva en entender la literalidad de lo expuesto (si tengo que entender literalmente a un Hegel barbudo se me van a fundir las neuronas y ya no podré emplear energía cognitiva en nada de nada). Para mí esto es muchísimo más oscuro que decir que el ser es unívoco, pero que lo que es difiere y el ser se dice de la diferencia, porque esa tesis tiene un contexto teórico que Deleuze expone y unos referentes claros: Duns Scoto, Spinoza, Nietzsche. La tesis, así formulada difícilmente comprensible, cierto (sin contexto no se entiende nada: si yo ahora me vengo arriba y digo que ser es ser el valor de una variable, pues eso, no me entiendo ni yo... si, con gran sufrimiento por mi parte, me pusiera a estudiar a Quine para explicarlo, tal vez avanzáramos algo), se desarrolla ampliamente en el libro de Deleuze. Otra cosa, perfectamente entendible, es que a la mayoría de los mortales disquisiciones ontológicas de índole tan técnica y abstrusa les aburran mortalmente y pasen de ellas (la vida es breve, no va a estar uno todo el rato escudriñando los avatares de la ciencia del ente en cuanto ente). Pero la frase de Parra no la entiendo. ¿Energía cognitiva es una expresión literal o metafórica? ¿Por qué usa el plural cuando dice que ya no podemos, después del gasto cognitivo, entender en tanta (¿está haciendo una comparación?) profundidad lo expuesto? No puede él. Y no digo que yo pueda, ojo, porque para mí los textos de Deleuze son gloriosamente superficiales e intrascendentes (si se atiende a la literalidad de lo expuesto con superficialintrascendente y no se inventan trasfondos metafísicos, ilusiones de profundidad, se entenderá mejor lo que digo). Ya puestos en plan quisquilloso (la filosofía es una dama impertinentemente litigiosa, que dijo Newton, creo), ¿qué significa esa supuesta profundidad del sentido (o del significado, pero no del significante, que supongo sería el nivel de la literalidad) a la que parece aludir Parra? ¿Platonismo para el pueblo?

De Julia Kristeva, creo que puede leerse perfectamente El lenguaje, ese desconocido. Bueno, no sé si a los niños de diez años les interesará mucho la concepción del lenguaje que tiene Platón en el Cratilo o la concepción del lenguaje que hay en el Génesis, y menos aún cuestiones tales como la lógica de los enunciados. Vamos, yo con diez años estaba leyendo libros de Leo-leo y cosas así.

Y, en fin, que los textos (aunque no sé muy bien a cuáles se refiere) hay que interpretarlos, pues sí, pero no como si fueran textos literarios sino que hay que interpretarlos como lo que son, textos filosóficos. Volviendo a una de las tesis básicas de las que parte Diferencia y Repetición, decir que el ser es unívoco remite inmediatamente a Duns Scoto y el referente polémico obvio es Aristóteles. Además de por Duns Scoto, el desarrollo de la proposición ontológica que expone Deleuze pasa por Spinoza y por Nietzsche. Este es el contexto básico en el que se enmarca la tesis de Deleuze y desde donde hay que interpretarla. Otros referentes polémicos obvios son Platón y Hegel. Si tener claro contra qué y contra quién se dirige Deleuze, y para qué (para hacer una filosofía moderna, por cierto, no posmoderna ni ninguna chorrada semejante), pues seguramente no se entienda nada y además sea un coñazo insufrible, pero eso no es culpa suya (es curioso, dicho sea entre paréntesis, que un tipo tan luminoso, con una filosofía tan alegre y liberadora, tenga un grupo tan nutrido de lectores cuya mezquindad no conoce límites, pero como él mismo diría: qué se le va a hacer).

2 comentarios:

  1. Anónimo4:56 p. m.

    pues no creo que ningún lector de zafon, ni de nadie, te odie, la verdad. Como mucho les darás pena, o risa, segun se mire, por lo pedante, bobo y esnob que demuestras ser. Que triste ser alguien como tú, chaval.

    ResponderEliminar
  2. Lo de Zafón no lo decía yo. Era más bien la voz de un personaje, un fragmento de algo que no llegó a ser nada y que por eso estaba como "borrador"... lo de "cabrones", pues bueno, yo no me lo tomaba en serio, tengo amigos que no soportan ni a Deleuze ni a Malick, entonces yo les llamo "cabrones desalmados" y seguimos tan amigos

    Saludos, chaval

    ResponderEliminar