Cuando uno se ve obligado a leer montones de majaderías idealistas, cursis y edificantes sobre las bondades de la Cultura, con mayúscula, no puede evitar acordarse de Gustavo Bueno y pensar que la Cultura es un mito, un mito tan oscurantista como el de la Gracia de Dios, pero mucho más cutre, porque la Gracia de Dios tiene, al menos, el aura sublime del fideísmo religioso radical. A su lado, el Reino de la Cultura parece —seamos sinceros— algo propio de socialdemócratas paniaguados.
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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