La luz tentada por sinuosas sombras anhelantes
lanza dentelladas furiosas y moribundas
mordiscos de luz enloquecida cavando
la imposible transparencia de nuestros cuerpos
demasiado opacos y demasiado ciertos
sangrando en esta batalla sin enemigo a la vista,
pero es hermosa la sangre fluyendo en lo dorado
del crepúsculo que desde siempre se avecina.
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