martes, 15 de mayo de 2012

Deleuze


El imperio idealista contraataca con su cúmulo de significaciones hipostasiadas y su metafísica dogmática, pero desde aquí resistiremos los torpes embates de la reacción conservadora, permaneciendo superficiales e intrascendentes, abiertos a las singularidades nómadas, al esplendor del se impersonal, de las estrellas danzarinas. Sería un buen gesto filosófico escupir en el rostro inmundo de los que lanzan acusaciones morales contra Deleuze, llamándole impostor. Diógenes, el socrático enfurecido, lo aplaudiría.

2 comentarios:

  1. Una enorme alegría leerte..
    Observo atónita las reacciones de la impertinente Doxa contra este extraordinario creador de conceptos y de belleza.
    Lo mejor para ti.

    ResponderEliminar
  2. Gracias

    El mismo Deleuze decía que ni caso a las críticas de los resentidos, de los inoculadores de pasiones tristes... gran creador, sin duda

    Lo mejor para ti también :)

    ResponderEliminar