miércoles, 7 de marzo de 2012

Antes de leer lea...

Ese viejo cascarrabias y humorista malhumorado que fue Schopenhauer aconsejaba, antes de acometer la lectura de El mundo como voluntad y representación, leer su tesis doctoral, sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente, un tratado filosófico, o algo así (no recuerdo el título exactamente), leer también un ensayo de Goethe sobre los colores, familiarizarse con la filosofía kantiana, al menos con las obras fundamentales de Kant, creo que también adquirir ciertos conocimientos sobre filosofía oriental y, una vez leído  El mundo como voluntad y representación, después de todos esos preparativos, volver a leerlo. Si no, decía, siempre puede servir como decoración en una estantería y ahí lucirá mucho. En fin, esto de leer su tesis y el ensayo de Goethe no lo hacen ni los estudiantes de Filosofía, aunque Schopenhauer tenga razón y todas estas lecturas previas ayuden a comprender mejor su obra. También podríamos seguir y decir que para comprender bien a Kant antes hay que familiarizarse con la metafísica dogmática, y antes con la escolástica, y antes con Aristóteles y, claro, con Platón, y no estaría nada mal tampoco saber algo de Newton, y mejor si lees a Schopenhauer en alemán, a Aristóteles en griego y los escolásticos en latín, y que tampoco puedes entender a los escolásticos sin saber algo de lógica y teología, y para saber algo de teología tienes que leer la Biblia, por no hablar de que para entender bien a Platón y Aristóteles no puedes olvidarte de leer antes a Parménides y a Heráclito, al menos. Pero mientras no seamos dioses el conocimiento, así todo de golpe, pues como que no.

Todo lo anterior viene a cuento porque en una Guía para perder el miedo al Ulises, de Joyce se aconseja leer, antes del Ulises, la Odisea, repasar la Biblia, hacerse con algunas nociones de griego y latín, y si puede también de inglés y gaélico, y armarse de paciencia. No sé si esto es irónico o qué, la verdad. Aparte de que la guía luego no es una guía ni es nada. Desde luego, seguro que si conoces la Odisea, la Biblia, sabes griego, latín, inglés y gaélico, disfrutarás mucho más leyendo a Joyce y captarás más significados, y todo lo que tú quieras, pero no es un requisito indispensable para leer el Ulises. Y, obviamente, esto no incita a perderle el miedo al Ulises.

El fragmento que esta supuesta guía cita, por cierto, se entiende muchísimo mejor si se lee el primer capítulo entero.Entiendes que ella es la madre de Dedalus y por qué se le aparece en sueños, por ejemplo.

Así que aquí está mi guía para perderle el miedo al Ulises:
Lo primero que llama la atención del lector al adentrarse en la obra de Joyce es que se trata de una comedia bestial en la que se alude a Dios como recaudador de prepucios.
Obviamente no es solo esto, pero si de perderle el miedo se trata... ¡Recuperemos al maldito Joyce de su secuestro a manos de profesores pedantes y capullos varios! ¡Vade retro intelectuales de mierdra!

No hay comentarios:

Publicar un comentario