Y ahora te zambulles
en un sentimiento oceánico y eléctrico
una corriente de temblor ardiente
que te atraviesa
unos ojos
que sonríen en la oscuridad
un fulgor frío
que te deshace
la melodía extática
de nuestra huida
a cualquier lugar
al parpadeo de unos labios
que guarezcan
del miedo
de la intemperie
en un sentimiento oceánico y eléctrico
una corriente de temblor ardiente
que te atraviesa
unos ojos
que sonríen en la oscuridad
un fulgor frío
que te deshace
la melodía extática
de nuestra huida
a cualquier lugar
al parpadeo de unos labios
que guarezcan
del miedo
de la intemperie
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