domingo, 15 de febrero de 2009

RadioAtardecer, líneas de fuga

Un poco de espanto no nos vendría nada mal, dijo el terrorista metafísico.

Sentarse en una silla es poner la propia vida en peligro, dijo el dadaísta.

Acepto la actitud contemplativa, siempre y cuando implique un riesgo supremo, la capacidad de abolir la distancia de seguridad, dijo en éxtasis el místico de las alturas.

Los actos cotidianos deben contagiarse de una extrañeza que nos sitúe ante el abismo de la nada, dijo el dandy del desencanto.

Nuestro decir no caerá en las mansas redes del sentido común, eso sería la verdadera incorrección política, dijo el poeta de la subversión.

Aceptamos plenamente el hecho metafísico de la intemperie y de la finitud, ahí radica nuestro discreto heroísmo, dijo el aspirante a la serenidad y a la beatitud.

Somos seres imaginarios mucho antes que racionales, dijo el filósofo verdaderamente moderno.

Hallaremos nuestra libertad produciendo una temporalidad propia, la libertad no es algo dado sino un permanente conquistar movilizando toda nuestra potencia, dijo el condenado con ansias de liberación.

Renunciamos al resentimiento, a las pasiones tristes. Nuestro ser virtual consiste en actividad alegre y esperamos que tenga efectos sobre nuestro ser actual, dijo la voluntad de despojarse de la tristeza.

Renunciamos al juicio y a la crítica. Sólo reconocemos la potencia, la capacidad de obrar, que aumenta o disminuye, variación de grados, dijo el inmoralista sensato.

Creemos en los instantes de intensidad, individual o colectiva. No nos amedrentan los ilustrados, pues aportan muy poca luz. La cultura domestica, los salvajes gritan, no estamos juzgando, dijeron los llamados irracionalistas.

La ideología de la autonomía del ser humano nos despierta carcajadas comprensivas, nosotros también experimentamos las productivas relaciones entre el miedo y la invención de ficciones metafísicas. Sin embargo, el cuidado de sí y de los otros nos parece mejor, más abierto que la polvorienta cárcel de la autonomía en la que voluntariamente se ha encerrado el ser humano, sustituyendo la culpabilidad cristiana por la inseguridad burguesa, dijo un indigente ser humano cualquiera.

Por supuesto, nosotros también sufrimos, por eso nos molesta la literatura confesional del individualismo burgués, dijo el comunista casi al anochecer.

En realidad, la mayor parte del tiempo estoy sentado en una silla, por eso sé que la vida es un fenómeno raro y pasajero, dijo el dadaísta.

Soy de los últimos hombres que aún miran las estrellas y aún ven cuerpos ígneos cosidos a la noche, no me preocupan las branas y las supercuerdas, aunque me fascinan, dijo el físico que escribía poemas de amor.

Podría pasarme la vida meditando sobre la esencia de los números, sobre lo uno y lo múltiple, pero todo se queda en el condicional, no soy un hombre de acción, dijo un potencial pitagórico perezoso.

Se lo crean o no, pensar la nada me renueva por dentro y me deja listo para afrontar las catástrofes con ánimo, dijo el extraño solitario de la buhardilla.

Escupimos sobre la cultura y sobre los eruditos, ¿qué otra cosa mejor puede hacerse con los responsables del olvido del ser?, dijo el dadaísta hideggeriano.

Nada más intolerante que el humanismo. Las lágrimas y el sufrimiento de los monstruos lo demuestran. Veáse la criatura del doctor Frankenstein o la domesticación obscena del niño salvaje que salía en la película de Truffaut. Para nosotros monstruo no es un término despectivo, humanismo sí. Veáse Star Trek, cuando Spock responde que es insultante hablar de derechos humanos como los únicos válidos, dijo el monstruo más triste de la galaxia.

Si estoy escribiendo fumo diez veces más que si no lo hago. Eso demuestra que todo lo que aumenta la intensidad entraña correr un riesgo. Nada más poético que el riesgo, dijo el cobarde enamorado de la idea de riesgo.

Tener razón es algo tan trivial, dijo el dandy, con pose elegante, convencido de tener razón.

Alejarse de los resentidos que ocupan los medios de comunicación no es ni una celebración de la ignorancia ni una postura elitista, es sencillamente una urgente necesidad de higiene espiritual. No nos afectará ya nunca más su moral de resentidos, dijo el inmoralista sensato.

Me gusta estar solo y temo la soledad y a veces me siento como dos líneas paralelas viajando por el espacio exterior que esperan encontrarse algún día en algún punto, dijo el geómetra de la soledad y el encuentro.

La expresión mundo objetivo me da tanta risa que cuando la escucho me caigo de la silla y me retuerzo por el suelo hasta que me duele la barriga. La expresión mundo subjetivo me provoca una reacción idéntica, dijo el dadaísta.

No hay fundamento, ni origen, ni orden. La esencia del ser humano tampoco está dada como un ser-ante-los-ojos, mucho menos como un ser-a-la-mano. Su ser tiene que ser construido, no tiene sentido hablar de él si no es como un estado de realización. Es el ser no fijado, que tiene que ser llevado a cabo, es decir, desplegado en la plenitud de su esencia mediante su actividad, teniendo en cuenta lo que hemos dicho sobre la esencia, posibilitada por la conciencia de la finitud, de la muerte. Somos seres-para-la-vida porque somos seres-para-la-muerte, no hay contradicción, dijo un heideggeriano que llevaba muchas horas sin dormir.

La expresión orden natural me da tanta risa que cuando la escucho me caigo de la silla y se me saltan las lágrimas. Qué le importa a la naturaleza el orden, dijo el dadaísta.

Quien no comprenda el misterio del ser no sabe lo que se pierde, dijo el heideggeriano, bastante borracho ya.

La publicidad de la Razón oculta su poder de Dominación. Quienes creen que la Razón nos libró del yugo de la Fe sin erigirse en un nuevo yugo profesan en realidad una extraña Fe. Lógicamente, a esto que digo reaccionarán como quien persigue una herejía. La multiplicidad que brota de la democracia es un falso ídolo, la realidad de Occidente es un gran Uno dominante, un intransigente e imperialista Dios desplazado al mercado; los publicistas son sus profetas, dijo el comunista anti-ilustrado, sin mucha fe en sus palabras

2 comentarios:

  1. muy buena clasificación de posibles dichos en boca de posibles imposibles... salute.

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  2. posibles imposibles... me gusta esa categoría, o también: imposibles posibles.

    un saludo

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