jueves, 20 de junio de 2019

20/06/2019

Son las 21:30. Mañana me voy a León y aún no recogido ni preparado la maleta y lo último que me apetece es recoger y preparar la maleta. Me duele la espalda. Pongo en youtube la actuación de Nina Kravitz en el Primavera Sound 2019. Estoy cansado, aunque la gente ha dejado de ir por la tarde a la biblioteca y básicamente lo único que he hecho esta tarde ha sido estar sentado leyendo. Creo que voy a abrir una cerveza, fumar un cigarro y ponerme de una vez a recoger y preparar la maleta. Tendría que haber puesto una lavadora: hay montañas de ropa amontonada en una silla, innumerables y leibnizianamente indiscernibles pantalones vaqueros despedigados por la cama deshecha. ¿Tendría que cambiar las sábanas? Adult Life. 

Me gusta el tecno y su ultrarrepetitividad hipnótica, calmante. La entronización del ritmo, que decían en 24 hours party people

No es verdad que sean las 21:30. Ahora son exactamente las 21:00. Al empezar el post eran las 21 menos algo. Soy una narrador bastante fiable, pero no del todo fiable. Tampoco es cierto cien por cien que me duela la espalda. Me duele el hombro. No exactamente el hombro, quizá la clavícula, o la zona supraclavicular, por así llamarla, y un poco el cuello. Como no sabía cómo llamar a la zona exacta que me duele, opté por decir la espalda. 

En cuanto termine la cerveza post-trabajo me pongo a recoger y a preparar la maleta. 

Son las 21:08. Ahora me ha empezado a doler la espalda también —lo falso ha sido un momento de lo verdadero—, quizá por estar encorvado sobre el teclado escribiendo esto. Escribo desde el sofá, con el portátil sobre la mesa del salón, una mesa demasiado baja. Un disparate ergonómico total que me pasará factura en el futuro. 

Son las 21:14. No, las 21:16. La cerveza se ha acabado. Hora de recoger y preparar la maleta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario