Como has puesto un póster del dirty Sonic Youth en el salón de tu casa, maldito hipster, has vuelto a escuchar ese tremendo discazo y te has acordado de la época en que un amigo y tú en cierto bar siempre pedíais la canción Nic Fit, que solo dura cincuenta y nueve segundos, y saltábais y aullábais como putos trastornados, a altas horas de la noche, completamente borrachos. Después has escuchado la canción Washing Machine, del disco homónimo —otro tremendísimo discazo, dicho sea de paso— nueve minutos y medio de pura magia sónica, y las has puesto en bucle, una y otra vez, y has abierto una cerveza y encendido un cigarrillo (no deberías, pero has vuelto a fumar a diario).
viernes, 7 de junio de 2019
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Why Movies Just Don't Feel "Real" Anymore
Menuda clase maestra de Estética y Filosofía de la Percepción PD: Observen las imágenes de las películas de Terrence Malick, el mayor genio ...
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¡Esto sí que es empoderamiento! Degustemos las palabras de la gran Danerys en Valyrio, su lengua materna: Dovaogēdys! Naejot memēbāt...
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas.
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