miércoles, 12 de junio de 2019

12/06/2019

Mis sueños, lejos de ser portales a otras dimensiones o excursiones al inconsciente, son aburridas repeticiones de acontecimientos cotidianos. Anoche, por ejemplo, soñé que no podía fichar, que es precisamente lo que me pasó en el trabajo porque el programa de fichaje fallaba. 

Cuando era pequeño sí tenía sueños interesantes, aunque absolutamente aterradores. Informes monstruos lovecraftianos que reptaban por una viscosa oscuridad sin fondo me acosaban sin cesar noche tras noche. Así que prefiero mis aburridos sueños de ahora, la verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario